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El recorte de fondos municipales liquida proyectos y muestra la ineficiencia crónica en Cuba. Diario de Cuba. 


El recorte de fondos municipales liquida proyectos y muestra la ineficiencia crónica en Cuba
Diario de Cuba
2 de junio de 2025


Un carretón de caballo en una carretera de Pinar del Río. Diario de Cuba

Pinar del Río ve caer su presupuesto de desarrollo de 150 millones de pesos a 42 millones: la mitad para la capital provincial y el resto repartido entre diez municipios más.

La política de descentralización parcial que alguna vez permitió a los municipios cubanos ejecutar proyectos sin depender totalmente del control central se derrumba en 2025 con un drástico recorte en los fondos de la Contribución Territorial para el Desarrollo Local como ha sucedido en Pinar del Río y ha plasmado la prensa oficial.

A pesar de que este mecanismo obliga a empresas estatales y privadas a aportar el 1% de sus ingresos, el nuevo presupuesto aprobado por el Gobierno de la Isla solo dejará en manos de los gobiernos locales pinareños el 10% de ese total, según publicó el diario oficial Granma.

En cifras, esto significa que la provincia verá caer su presupuesto de desarrollo local de 150 millones de pesos a apenas 42 millones. De ese monto, la mitad se concentrará en la capital provincial y la otra para repartir entre los otros diez territorios pinareños, lo cual dejará a municipios como Mantua con asignaciones tan bajas como un millón de pesos para todo el año.

Proyectos detenidos por años, como el del cine Pedro Saidén —prometido en 2017 para hacer del espacio un gran complejo cultural con piano-bar, salas de eventos y otros servicios, y capacidad total para más de 600 personas— siguen inconclusos, sin perspectiva de reapertura y con fondos ya gastados sin retorno alguno.

El retroceso presupuestario se produce en un contexto de crisis económica generalizada, donde los gobiernos municipales intentan sostener servicios esenciales sin recursos y enfrentan la paradoja de haber recibido recursos en el pasado sin capacidad o voluntad para ejecutarlos de manera efectiva. Tal es el caso de Viñales, que en 2024 dejó de gastar más de cuatro millones de pesos y ahora debe sobrevivir con poco más de dos millones en 2026.

Aunque las autoridades locales dicen que muchos de los fondos han terminado en gastos corrientes y superficiales —como pintar instalaciones que deberían mantener actores económicos privados—, también reconocen que los recursos no bastan para obras de impacto o para fomentar proyectos productivos que generen ingresos reales.

De los más de 200 proyectos aprobados en Pinar del Río en los últimos 15 años, solo 35 han sido financiados con la Contribución Territorial y apenas 20 de ellos han tenido enfoque económico-productivo, según Granma. No está claro su éxito o fracaso, a falta de información oficial.

Este retroceso financiero pone en evidencia el fracaso de un modelo que, en lugar de fomentar autonomía real, ha reproducido las ineficiencias estructurales de la economía centralizada a nivel local: proyectos abandonados, inversiones mal planificadas, fondos no ejecutados o mal utilizados, y escasa rendición de cuentas.

La medida no solo limita la posibilidad de ejecutar nuevas obras o mejorar las ya existentes, sino que también refuerza la dependencia de los municipios del Gobierno central, cerrando aún más las escasas ventanas de participación económica de las comunidades locales.

Granma lo resume así: "A poco más de diez años de que la Contribución Territorial para el Desarrollo Local se convirtiera en una fuente de financiamiento importante para atender planteamientos de la población, y emprender proyectos propios, sin tener que esperar por recursos y aprobaciones de 'arriba', la Ley del Presupuesto para 2025 ha implicado un serio recorte de esos fondos".

Recientemente, el economista Mauricio de Miranda Parrondo advirtió que el mantenimiento del modelo económico centralizado y las políticas implantadas por el régimen cubano han llevado al colapso del sistema productivo, al estancamiento de la inserción internacional y a una reducción sostenida del nivel de vida.

El analista alertó de una estructura política "arcaica y esclerosada" del país —con un poder oficial y otro "en la sombra"— y la incapacidad del Partido Comunista para renovar su política de cuadros, lo que mina la credibilidad interna y externa en la capacidad del sistema para afrontar la crisis.