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Cuba se hunde cada vez más en la miseria. En Cuba nadie muere de hambre, dicen algunos, pero casi: poco nos falta. Por Luis Cino. Cubanet. 

Cuba se hunde cada vez más en la miseria
Por Luis Cino
Cubanet
27 de marzo de 2025



En Cuba nadie muere de hambre, dicen algunos, pero casi: poco nos falta.

LA HABANA, Cuba.Un informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) titulado “Diez hallazgos sobre la pobreza en América Latina y el Caribe” y que se basó en una investigación realizada en 18 países, revela que la pobreza afecta a más de 200 millones de personas en la región, de las cuales casi la mitad viven en condiciones de extrema pobreza.

En dicho informe, publicado a finales de 2024, se explica que quedaron fuera del análisis por falta de datos actualizados, Haití, Belice, Nicaragua, Bahamas, Surinam y Trinidad y Tobago. De Cuba nada se dice, ni una palabra. Ni siquiera se explica que no hay datos disponibles. Es como si no existiera. O como si estuviera ubicada en otro mundo, uno feliz y libre de penurias.

Pero en Cuba hay pobreza, y mucha, aunque no suelan aparecer estadísticas sobre ella en las listas del BID, la FAO, la CEPAL y otros organismos internacionales en los cuales el régimen cubano todavía tiene simpatizantes empeñados en mantener el mito de “los logros sociales de la Revolución de Fidel Castro”.

En el informe del BID se establece que han cruzado el umbral de la extrema pobreza las personas que ganan menos de 3,65 dólares al día, y la cifra mínima del Banco Mundial para determinarla es 2,15 dólares diarios. Pues entonces, según esos parámetros, entre el 85 y el 90% de los cubanos vive en la pobreza extrema, casi en la indigencia. El ingreso mínimo diario en Cuba es 1,25 dólares.

No es exagerado afirmar que de cada cinco cubanos, cuatro pueden considerarse pobres. En Cuba, donde el salario promedio es 4.648 pesos (unos 13,47 dólares al cambio informal), luego de la imparable inflación provocada por el fracaso del llamado reordenamiento económico, se calcula que para subsistir un mes se necesitan ocho salarios mínimos de 2.100 pesos y los jubilados 12 pensiones mínimas de 1.528 pesos.

Y también hay hambre, literalmente. En Cuba nadie muere de hambre, dicen algunos, pero casi: poco nos falta.

Teniendo en cuenta el modelo de Evaluación de Seguridad Alimentaria Internacional, se puede asegurar que el 13% de la población cubana no alcanza el umbral mínimo de 2.100 calorías diarias, y que un 80% sufre de desnutrición.

En 1946, la doctora Adelheid Wawerka, la creadora del término “inanición científica”, sentenció que “una dieta de solo 1.500 calorías diarias es demasiado pequeña para vivir, pero demasiado grande para morir”. Así, los cubanos, si disponemos de alrededor de 2.100 calorías, como afirman las estadísticas, tenemos unas 600 calorías a nuestro favor para no morir de hambre.

Pero debido a los altísimos precios de los alimentos, son pocos los cubanos que pueden ingerir más de las ideales 2.100 calorías diarias (por supuesto que no hablo de la elite privilegiada y de los ricos que ya hay).

La dieta diaria de un cubano promedio ―de los que comemos arroz y frijoles y de vez en cuando, con suerte y sobre todo bastante dinero, vegetales, huevo y un picadillo de tripas― debe estar bien por debajo de las 1.500 calorías.

Los precios de los alimentos no pueden bajar, porque cada vez se producen menos. La falta de inversiones en la agricultura, el aferramiento ―pese a todos los fracasos― a la hegemonía de las ineficientes empresas agrícolas estatales y las trabas e imposiciones a los campesinos, han arruinado el campo cubano. Así, más del 80% de los alimentos que se consumen en el país, pudiéndose producir aquí, hay que importarlos del exterior, gran parte de ellos de Estados Unidos, país al que el régimen, con el argumento del “bloqueo”, culpa de todos los males.

Luego de 66 años de socialismo castrista, con sus torpes políticas económicas, la insistencia en la planificación centralizada por el Estado y las trabas a la iniciativa privada, Cuba se hunde cada vez más en la miseria.

La economía cubana, hoy en bancarrota, antes del triunfo de la Revolución ocupaba el lugar número 29 en el mundo, según datos de la ONU. El Producto Interno Bruto de Cuba, que, en la década de 1950, era el tercero en Latinoamérica (solo superado por Venezuela y Uruguay), hace más de dos años que no crece y es bastante improbable que logre crecer este año.