La voz en Suecia de los cubanos cívicos de intramuros y del exílio

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EL BESO DE JUDAS, O LA METÁFORA CONTRA TRUMP. Por Antonio Ramos Zuñiga.


Antonio Ramos Zuñiga.- Con solo un mes en la presidencia, Donald Trump parece que ha de enfrentar una guerra que no será de tanques y juicios políticos, sino de campos minados mediáticos, traiciones y degollinas escatológicas. El odio que envuelve las noticias revela la neurosis de un mundo que ha sido tan manipulado por la propaganda, que hasta el desvío de la razón, en su forma ordinaria, fanática o sacrílega, forma el peor bestiario desde la época de Nixon y Reagan. No podemos hablar de rebelión de las masas, porque Trump mantiene las encuestas a su favor, ni de populismo, porque está cumpliendo sus promesas. No es un guerrerista, como Bush y Obama, porque su oferta es la paz, empezando por Ucrania. Ni se puede alegar caos, porque resguardar la frontera y erradicar la corrupción en la nación, o como dicen, limpiar el pantano, no lo ve mal ningún ciudadano que se respete. Claro que los afectados, aquellos que abusaron de la democracia violando la ley, mintiendo y promoviendo el empoderamiento del enemigo, y los enemigos ideológicos, son los primeros en pedirle al diablo la desgracia del
 mandatario.


Los perros de la guerra


En el campo de batalla contra Trump están otros que, sin ser afectados directamente, lo odian por razones político-ideológicas y a veces siquiátricas, a estos aplica el mismo patrón de conducta que define a los comunistas, fascistas, nazis, a la izquierda liberal radical y a la izquierda neomarxista y woke y sus derivados posmodernos: la inmanencia violenta, el vilipendio, el antinorteamericanismo, el paredón verbal, la propaganda falacia, el regodeo hiper crítico, etc. Este grupo siempre estará en contra de quien no sea como ellos. En cuanto al antitrumpismo que se detecta en el exilio cubano, las varientes van desde la crítica racional mediatizada a la impostura lunática y la enajenación total. Algunos en Facebook son voceros o mercenarios de la guerra, han exhortado a tomar el machete contra el tirano Trump, algo que nunca hicieron en Cuba. Es fácil criticar e invocar la guerra desde detrás de un teclado y, por supuesto, aquellos que abogan por la guerra en Ucrania, Iam Ucrania, jamás irían a pelear por la libertad ucraniana, ni por la libertad de Cuba, porque en realidad son parte de la cruzada del partido demócrata que desde 2018 quiere desintegrar a Trump.

El plan Judas, memes, relajo, caretas caídas y sacrilegio

Además de los voceros conocidos antiTrump de Miami, New York y Tampa, existen los agentes proxi y la quinta columna que pulula en internet, que desde otras diásporas en México, Brasil, Venezuela, España, etcétera, se han movilizado en guerrilla para, creen ellos, hacerle la vida imposible a Trump. Son anti Putin, y en esto coinciden izquierdas y derechas, pero prefieren la guerra a la paz, a Zelenski y Biden que a Trump, a la Unión Europea que a los Estados Unidos, a la predicación neocastrista que al anticastrismo real, a las izquierdas que a las derechas, al globalismo que los patriotas, y los hay que prefieren a Raúl Castro y Díaz Canel, a Petro, Lula y López Obrador. En otros pervive el influjo soma de Fidel Castro. Entre ellos figuran intelectuales verdaderos y diletantes, hay gente que aunque parezca inocua, son una trampa neocastrista, que se aprovechan de la ingenuidad o confusión de la audiencia.

El beso de Judas, sacrilegio de la desfiguración

Es en Facebook, más que en X (Twitter) y en los blogs donde se detracta con más frecuencia a Trump, con memes, caricaturas, groserías, consignas, analogías burlescas, etc. TikTok, donde domina la Generación Z, es más proTrump. Para mi sorpresa, he visto autotitulados anticastristas, entre ellos disidentes que llegaron de Cuba hace poco o hace mucho que, cambiándose de casaca, levantan el banderín anti Trump-antiexilio. Más sorprendente es ver a quienes se jactan de creer en Dios clamando por la guerra en Ucrania. Me he encontrado casos de simuladores venales que tomaron la ruta de la inmigración como anticastristas y la terminaron de neocastristas y antiexilio. Los escritores suelen usar la doble cara con extrema sutileza, tratando de que no les detecten como críticos antinorteamericanos. Por lo general, cuando no logran llegar a Estados Unidos, asumen una postura crítica que, por mucho que disimulen, les sale lo de neomarxista exportados, o de disidente de baratija.

Mi experiencia es que existe un paradigma de cuidado, por ejemplo, el caso de una alta funcionaria cultural o del partido comunista que sale al exterior, no a buscar empatía con el verdadero exilio, sino con los que siguen la línea neocastrista. Ls inteligencia castrista tiene muchas formas de captar agentes para meter en Estados Unidos y otros países. Una de las maneras de salir de la isla es pescar un casamiento con un ciudadano norteamericano, lo corriente es que se le pesque por internet. Luego la vida real revela la falsedad y verás a la susodicha desaparecida por un tiempo y luego militando en el partido demócrata y la izquierda. El ejemplo modelo de doble cara ahora se repite con la estampida migratoria durante el gobierno del Biden. Lo que me causa asombro es ver que la libertad es solo un formalismo de consigna entre cierta gente de la nueva diáspora y no un sentido esencial de la perspectiva de liberación ideológica y patriótica. Ver escritores camaleones, poetas y poetisas buscándose el camino entre la pacotilla neocastrista, no sé si para sobrevivir o para trepar. Cómo es posible que los miles de muertos y presos políticos no le llamen a reflexionar ni se ganen un milímetro de rendención en versos y tomas de conciencia. La flaqueza de alma, parte de la banalidad del mal, es esa burla que sale de los cerebros nimios y de las estéticas limitadas, en esos se prestan para el fusilamiento verbal.

El meme o Photoshop paradigma de la anti poesía: El beso de Judas identifica al traidor que al besar a Jesús lo entrega a los verdugos que lo crucifican. En Facebook sigue circulando una horrible caricatura que muestra a Trump besando a Zelenski o a Putin (Hay cuatro versiones)(1). ¿Quién la hizo?, seguramente un ateo o un izquierdista, pone Zelenski/Putin a un nivel simbólico idéntico a la grandeza de Jesuscristo. En tal disparate profano radica la clave del mensaje antiTrump, a quien se asocia con Judas. Este es el tipo de analogía artera que hemos visto hace años. Zelenski jamás es comparable a Jesús, por ser un político, no un santo, ha sido acusado de corrupción y como militar tampoco es Napoleón. Si bien ha sido el presidente de una Ucrania invadida por el imperialismo ruso, es lo contrario de Jesús, que es fuente de paz y fraternidad. Putin como alusión de Cristo es otra aberración. Comparar a Trump con Judas, otras veces con Hitler, es la propaganda típica del comunismo, de la izquierda internacional y del castrismo. Trump es cristiano, no ha asesinado a nadie, ni destruido la democracia, ni invadido ningún país, ni cometido los genocidios de Stalin, Hitler y Mao. Pero los que utilizan este tipo de caricatura para el desprestigio, utilizando a Jesús como clave ideológica, ¿qué cosa son? ¿Tontos útiles, idiotas, almas castristas, mamertos, atorrantes insensibles, lestrigones, apapipios, lastre de poemarios, fraudes, o simplemente chiflados? Que los perdone Dios, pero que no los perdone el diablo.

NOTA

(1) De este montaje hay cuatro o más versiones algo parecidas de Trump con diferentes personalidades. La que uso en este escrito es tomada de Facebook, de una fulana de tal que le dio bastante publicidad, y difiere de las otras, pero el significado es el mismo. No cuenta con muchos share. Algunas versiones se acompañan de signos fascistas, al estilo Granma-Castro. También apareció una versión un poco parecida en Juventud Rebelde, en marzo 4 de este año y en varios blogs pro castristas y de izquierda. La versión original, que es una caricatura, es de 2018. Recomiendo X y TikTok para ver los montajes réplicas, pero sin alusiones religiosas. En la campaña electoral Trump prohibió a MAGA las críticas a los demócratas con contenido religioso y grosero. Los democomunistas, por supuesto, llevaron la grosería a niveles nunca vistos. En el antiexilio cubano pro demos y pro castrista la grosería sigue siendo un arma de la revolución. En estas pasadas elecciones, los memes y caricaturas anti Trump rompieron el record mundial, sin embargo, el pueblo estadounidense mayoritariamente votó por la democracia y por Trump, no por las caricaturas. Los estadounidenses anti bélicos prefieren bailar que gastar en guerras ajenas.

La paz más desventajosa es mejor que la guerra más justa.

En cualquier tesitura, mejor bajar las armas y dialogar. Erasmo de Rotterdam.

Publicado en Ego de Kaska / marzo 10, 2025.

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