La voz en Suecia de los cubanos cívicos de intramuros y del exílio

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Señor don Marco Rubio, Secretario de Estado de Los Estados Unidos de Norteamérica. Por José Vilasuso Rivero.


Señor don Marco Rubio, Secretario de Estado de Los Estados Unidos de Norteamérica. Por José Vilasuso Rivero.


Estimado señor:

Señor don Marcos Rubio, Secretario de Estado de Los Estados Unidos de Norteamérica. Por José Vilasuso Rivero.

José Vilasuso Rivero.- Antes que nada felicitarle y expresar mi satisfacción más plena dado su nombramiento para tan alto cargo que, seguramente ha de rendir con la eficiencia y honestidad que con el favor de Dios el mismo requiere.

De momento. Ante la diversidad de opiniones confrontadas al compás de las nuevas disposiciones ejecutivas ya vigentes: resulta oportuno acogernos a la iniciativa del presidente salvadoreño señor Nayib Bukele por su propósito interesante de recibir en El Salvador emigrantes procedentes de USA.
 
Basta analizar en breve dicho propósito para apreciar su originalidad y oportuna aplicabilidad a la seria y grave coyuntura humana que, tantas comunidades regionales y de todo tipo al instante estamos confrontamos.
 
En la misma dirección en Puerto Rico, desde hace años no pocas personas e instituciones venimos clamando en voz alta para acoger emigrantes de diferente procedencia aptos para cubrir los innumerables puestos de trabajo vacantes en nuestra isla. Comercio, obras públicas, mano de obra en general y muy particularmente en labores agrícolas. No me extiendo en pormenores del caso puesto que, acompaño la presente con copia de mi reciente columna titulada La Vieja y Nueva Historia que se repite: dada a luz recién desde Suecia en el portal en español Cuba Democracia y Vida. org.

Esperando que mi humilde sugerencia resulte de utilidad y provecho tanto a la Administración como al cargo que Usted ostenta tan dignamente; por igual a los numerosos hispanohablantes residentes en USA mejor dispuestos para el trabajo quienes pueden ser acogidos de inmediato en Puerto Rico donde sufrimos seria, dramática, escasez de personal idóneo para ocupar incontables plazas inactivas principalmente en Agricultura.


Reiterándole mis mejores deseos: cumplidamente  José Vilasuso Rivero.