La voz en Suecia de los cubanos cívicos de intramuros y del exílio

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Respuesta a don Guillermo Milán. Interpelación dirigida a José Vilasuso Rivero en conección al reconocimiento de que fueran objeto colaboradores de Cuba Democracia y Vida; a cargo de Emiliano Pérez Castellano.

Respuesta a don Guillermo Milán. Interpelación dirigida a José Vilasuso Rivero en conección al reconocimiento de que fueran objeto colaboradores de Cuba Democracia y Vida; a cargo de Emiliano Pérez Castellano.                                                                            CUBA DEMOCRACIA Y VIDA.ORG               cubademocraciayvida.org web/folder.asp?folderID=136

  • 1).- Emiliano Pérez Castellano.-  Saludos profe, ¡lo noto de lo más embullado esta mañana!

José Vilasuso Rivero: Seguro colega, mire usted. Acabamos de gozarnos aquí mismo en la Biblioteca Pilar Barbosa, Bayamón, P.R. el sencillo, sincero y original reconocimiento recibido por un puñado de colaboradores meritorios de Cuba Democracia y Vida. ¿Qué le parece? Estas cosas no se olvidan,  vivencias grabadas en el alma generacionalmente; parte íntegra de una recompensa raramente recibida en el exilio y por supuesto cuando se recibe, recordando a Luis Felipe Rodríguez, nos acompañan generacionalmente hasta la tumba fría o caliente. Mi amigo, esto es digno de celebración; gracias don Guillermo, nos sentimos coopartícipes de ese convivio sabroso y saboreador que resucita aquella cena famosa descrita por Cirilo Villaverde en Cecilia Valdés.

Y como decimos en P.R. ¡buen provecho!      
Ahora aprovecho para proponer los comentarios que, seguramente espera usted, Emiliano.  

  • 2).- Emiliano Pérez Castellano.- Al grano. No dilate, profe.

JVilasusoR: La iniciativa de don Guillermo reviste un tema importante, a cielo abierto raso y difícil de traer al ruedo por delicado. Tema que no califico de, pero sí de escrupuloso manejo. El exilio olvida, desconoce, y nos tira en paracaídas mil elementos fantasma y sorpresivas filigranas que, transpiran en el meollo de los pueblos en éxodo y las nacionalidades a la deriva. Consecuentemente resalta e interceden sinnúmero de ingredientes insospechados tergiversadores desdoblando poderosamente y hasta marchitando la actuación del compatriota errante. Esto ni es bueno; ni criticable; ni lo opuesto. Es la vida, y la vida cada día me convenzo más de no haberse confeccionado para hacernos justicia a ninguno de nosotros, Emiliano; la vida como decía el difunto y humilde pinareño, monseñor Evelio Díaz “es sólo para disfrute de unos cuántos; contados, contadísimos personajes; el resto podemos comer.” Enjundiosa, sabia meditación. Estoy seguro que Monseñor Evelio Diaz ahora está en el cielo y por cierto bien cómodo.

Ahí encajo mi modesta reflexión. Somos raros los exilados capaces y/o aspirantes al mero, goteante reconocimiento; pero muchísimos menos aquellos otros que al fin lo alcanzan sosteniéndose en activo  palpablemente, hasta catalogarse de sobresalientes, ¡enhorabuena! Luego entonces pregunto, ¿quién se pierde la cuenta en el banco tamaño tesoro? Respuesta, ¿Quién va a ser? el mismo exilio. En la cancha, al exilio arriba una aglomeración compacta de escritores, artistas, pensadores; hombres y mujeres de letras en buena lid dotados, pero para quienes por aquel ceremil de razones, improvisaciones e interferencias, jamás obtienen el mínimo de aprobación merecida tanto en propio beneficio como para la común causa patria. Sin tropiezos. Hace poco una de aquéllas plumas sobresalientes del exilio fue dada de baja. Todos lo conocimos, leímos, disfrutamos y admiramos. Nuestro columnista estelar había optado por el suicidio; ¡caramba, lamentable, irreparable error! Oramos por él. Ahora en el camino, e involuntariamente, con dicho gesto ¿qué pudo sacarse de provecho? ¿a quién realmente se favoreció?

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La respuesta huelga. Dicha privilegiada pluma cometio un costosísimo e irreemplazable error de cálculo. No apuntó con mirilla exacta al blanco correcto, y lamentablemente se perdió otro general y muchas batallas en que estábamos bregando en primera línea del frente capital de la propaganda internacional por la democracia. Por sobreentendido que, a nadie culpamos por ello. Conductas humanas. Coladas resbaladizas entre piernas prematuramente descorridas. No obstante, cúmplenos recoger velas, robustecer suministros y analizar, detectivescamente, los baches de la carretera para no repetir caídas en trampa de bobo. Compatriotas, acostumbrémonos a seguir el ejemplo de don Guillermo Milán: abrir puertas, tender puentes, descubrir senderos, buscar la llave perdida, iluminar pasadizos obscuros; escuchar sugerencias, otorgar licencia y en general brindarle oportunidad a quienes permanecen anónimos, inactivos, ignorados, decepcionados por razones quítame de ahí esas pajas. Lo que sigue lo advierto con buen tiempo. No comparo las desventajas de nuestra situación exilada con las irremisibles estupideces de la contraparte totalitaria, aplicando censuras a garra de hierro y martillazos inmisericordes. Sin desvíos, de su propia guisa los ñángaras del patio se han ido cerrando el cuadro poco a poco, solitos, hundiéndose en el pantano; así mismo, idénticamente obraron los soviéticos hasta enterrar a Nikolai Podgorny y Constantin Chernenko  últimos mohicanos del Kremlim. Hoy millones de cubanos rezamos a Dios y/o al Diablo para que cuanto antes se lleven al último mohicano de La Habana. Sin distingo; con tal de quitárnoslo de encima, llévenselo con el viento de agua y bien lejos, hasta perderse en el ocaso del horizonte. Deseo indespojable compartido desde El Hombre Mas Vigilado de Cuba, hasta el gato, y aguardamos con la mayor, y sincera ansiedad.  

Prosigo; sin embargo, el movimiento exilado pese a renovar constante y ventajosamente sus cuadros, María Elvira Salazar, Mario Pentón, etc, muy prometedores, lean bueno y sin descanso; adolece y no en chiquito de un enfoque más dinámico, avezado, generalizado; no se si cual conducta preservativa; pero retardatario y por tanto sufragáneo del oficialismo habanero, quien a escondidas, encogidito y a “sotto vocche” se mata el hambre vieja rastreando residuos aprovechables en el basurero; esas perlas echadas al fango. En abono de todo lo anterior, me permito un ejemplo. Hace años Milton Portes, brillante columnista dominicano colaborador de DISIDENTE UNIVERSAL DE Puerto Rico, se veía conducido a Villa Marista, Seguridad del Estado, para sufrir un interrogatorio que ha permanecido hasta hoy en infructuoso anonimato, cito:

Interrogador. Milton, usted conoce todo este material, ¿verdad?
Se trataba de periódicos, revistas, folletos, libros, y en general literatura anticomunista procedente mayoritariamente de la ciudad de Miami.    

Sí, señor. Lo conozco.

Bien, pero observe esto. Nosotros los revolucionarios nos (censurado) ………………….amos en toda esa (censurado)…………..ierda, nos importa tres pepinos y por el contrario, prueba con los hechos, todo lo que afirmamos respecto a ustedes y el imperialismo. Así es que los contrarrevolucionarios, pueden continuar parloteando toda esa bagatela, tonterías y mucha bazofia que a nosotros nos roza el par de fritos con arroz blanco, en nada nos perjudica. Al contrario, con esas campañas nos dan la razón.

Hubo un paréntesis tenso; al cabo el oficial continuaba:

Ahora Milton, mire esto otro. Mostrándole un paquete de revistas y abriéndolas en acordeón, depositó unas cuantas sobre la mesa.
Milton. ¿conoce usted esta revista? Disidente Universal de P R. 

Si, señor, la conozco.

La conoce. Usted sabe que esa revista, es la única publicación del exilio que nosotros, gobierno revolucionario ¿verdaderamente tomamos en serio? ¿Lo sabía usted? Nos perjudica; hay que reconocerlo. Silencio prolongado. Milton espectante aguarda con el mayor recogimiento, disimulo, temor, cortedad.

Al cabo, el oficial impávido y luego sarcástico, arremete.
Milton, usted bien sabe que en esa revista usted colabora. El resto de la historia se deja al imaginario del buen lector.

En otras palabras, el oficialismo habanero no solamente permanece consciente, en permanente estado de alerta; sino que por su parte se aviva, recrea y refocila tanto de las debilidades, palos a ciegas, inocentadas, y millones y millones de dólares dilapidados por el exilio en recursos improductivos; como por igual de verdaderos aciertos estratégicos logrados con mejor puntería. DISIDENTE UNIVERSAL DE P R. Pongo por caso.  

Ahora tras una pausa reflexiva. Sinceramente opino que CUBA DEMOCRACIA Y VIDA compite cordialmente con DISIDENTE UNIVERSAL DE P. R. Posee recursos jimaguas, experiencias al volante, y otras vitaminas y proteínas que seguramente podríamos reenganchar al ruedo. Su director Angel W Padilla murió de Alzheimer en total anonimato en USA, Carolina del Sur. Actualmente me consternan las iniciativas y ganancias que, cualquier empresa cubana exilada pudiera obtener como rédito de oportuna campaña en correcta dirección recuperadora del magno recurso publicitario hoy estancado.

Si bien, a todo vapor debemos difundir la noticia, concepto y la lección antes expuestos derivados de realidades irrefutables, de peso. No; en  manera alguna. Los cubanos no somos dables al lujo de proseguir excluyendo voceros, plumas y órganos de prensa, de los pocos y/o escasos espacios internacionales disponibles. Sería propio de indeseables, burócratas, o tontos útiles apencar en pretextos, cumplidos hipócritas, evasiones esgrimidas para cerrar columnas acuradas cuyo único beneficiario se llama la dictadura castrista. No creo necesarias citas y comprobaciones. Me permito objetar la autolimitación de no raros editores quienes, por ejemplo, niéganse a darle publicidad a textos rubricados por compatriotas, o reproducir noticias con miga, bajo la simple excusa del refrito. “Solamente imprimimos textos inéditos,” se nos replica como argumento subliminal e inobjetable. Como si el carácter de inédito garantizara la capacidad intelectual del articulista, procedencia y actualidad de la noticia, o hiciera mella en la agenda de nuestra contraparte. Esto me sabe a cáscara de huevo sin yema de huevo dentro. Otro tanto valiéndose de la manida evasiva; cito: “chico, tú sabes, es que como tú eres cubano y yo también, si publico tu articulito en mi revistica: me cancelan.” Termino la cita. Falso, puro remedio de cobardes, patas flojas y ganapanes al montón.   

Seamos realistas, mis amigos, despertemos ojos abiertos, alerta nuestras pupilas a las oportunidades brindadas en bandeja de plata o de chapapote. Hoy día las audiencias se cuentan por miles, y multiplícanse por millones en incontables trasnacionales; todo material competitivo debe aprovecharse mangas recogidas y hasta los codos. Los sambenitos se le ceden a la contraparte que, a propósito le perjudican intensamente más de lo sospechado. Pero allá ellos, que descubran sus desaciertos, o mejor ni los toquen, y que sigan gazapeando cegatos, Hasta el día que despierten a la libertad y a la vida.

Hay que trasponer las barreras inmediatas, nuestro prestigio periodístico es concepto holístico, no obedece a estereotipos, regla prefijada, ni convencionalismos memorizables en carretilla. Periodismo es sinónimo de acometividad, innovación, azar, riesgo, aguja certera en blanco seguro, o posible descubridor de la pluma puntual y talento. Si te jugaste una carta baldía que te sirva de experiencia, y adelante cubano. Absténgase de feas palabrejas y de reproducir al calco y carbón la mitad de la columna, rellenando solo la mitad restante con lugares comunes e improvisaciones a estilo Fidel Play Boy. (panfleto laureado por la más altamente reconocida crítica del exilio; pero recomendable entre la no menos baja jerarquía revolucionaria por entretenido, insulso y mero pasatiempo.) 

Hace muchos años Jack Anderson repletaba su página diaria en innumerables periódicos y revistas cuyos espacios de puño y letra no alcanzaban al cincuenta por ciento de cada infraescrito. Escribía abasteciéndose de rellenos, goma y tijera, recetas vetustas a pedido y gusto del consumidor; Jack Anderson ganó fama y mucho dinero, pero hoy casi nadie lo recuerda. Explicación, carecía de una idea defendible, justa, noble, convincente por la cual luchar. Para Jack Anderson la democracia fue simple herramienta de trabajo. ¡Ah, ah, ah!; en cambio, cuando hablamos de Cuba la historia no se repite. Somos lo contrario a Jack Anderson. Por flanco opuesto cito una de las escasas oportunidades que he tenido de pechear con personeros del gobierno habanero y en buena lid; en aquella ocasión dije, que los colaboradores de DISIDENTE UNIVERSAL DE P R. no cobrábamos nuestras colaboraciones; uno de los tipos se me queda mirando atónito. ¿Qué usted dice, señor? Lo que usted oye, caballero, le respondí. ¿Entonces quién le paga a ustedes? A nosotros nos paga la patria, nos paga Dios. El resto de la jornada el hombre no me quitaba la vista de encima………… ¿lo creería? ¿lo contrario? Al menos lo hice pensar. Actitud bastante irregular en la tramoya de marras.         

Hagamos pensar a la gente. Esa tarea, misión corresponde a un profesionalismo veraz, apostólico a lo martiano, que mueve montañas por su sinceridad, desprendimiento y toca al corazón del lector, del buen lector. Nuestro oficio y nuestra causa coinciden al ciento por uno. Profesionalismo a estilo Ernest Hemingway, Bernard Shaw o Justo de Lara, fray Candil, no debe circunscribirse a formulismos repetitivos conductores de horchata en las venas en lugar de sangre caliente. De ahí porqué Fidel presto, pronto, temprano en la mañana, y a la defensiva amenazaba frenéticamente a los resplandecientes columnistas de la época. Gastón Baquero, Humberto Medrano, Pepín Rivero, Sergio Carbó, Jorge Mañach, Miguel Ángel Quevedo, José Ignacio Rasco, y legión de plumas libres que, o las callaba a la cañona, o le afeitarían pacíficamente las barbas.

De repente y a saltos, a ritmo y compás de los tiempos, la batalla por las ideas es idéntica, o casi, casi. Cierto que corremos riesgo de vernos subalternados a resultas de la impostura tecnológica, automatización, el presupuesto, especialidades, la frase engomada y el monótono “step one, step two, step three” hermetizadores planificantes de la espontaneidad cerebral para pasar por alto belleza, variedad, gusto y ¿por qué no? la inesperada originalidad. Tan saludable conjunto flexibiliza, lubrica el seco sintetismo procesal. He ahí presente y a la mano nuestro deber impuesto, ineludible y robustecedor; salvo que te resignes a entregar tu alma, inteligencia, dignidad profesional a cambio de la oficina con aire acondicionado y tres o cuatro babosos a la puerta esperando cita para verse recibidos.      

Abrazos, Vilasuso.  

Respuesta a don Guillermo Milán. Interpelación dirigida a José Vilasuso Rivero en conección al reconocimiento de que fueran objeto colaboradores de Cuba Democracia y Vida; a cargo de Emiliano Pérez Castellano.                                                                            CUBA DEMOCRACIA Y VIDA.ORG               cubademocraciayvida.org web/folder.asp?folderID=136          
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