ONU destina $34,6 millones para financiar ideología de género en Cuba. Por Camila Acosta. Diario las Américas.
ONU destina $34,6 millones para financiar ideología de género en Cuba
Por Camila Acosta
Diario las Américas
19 de febrero de 2025
Por Camila Acosta
Diario las Américas
19 de febrero de 2025
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Mariela Castro, Cenesex
El programa concebido dentro de los 17 objetivos de la Agenda 2030 ocupa un orden de prioridad por encima al de combatir la pobreza en la isla
Entre 2020 y 2024, la Organización de Naciones Unidas (ONU) destinó a Cuba un total de 251.5 millones de dólares para promover los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), también conocidos como “Agenda 2030”, una especie de programa ideado por burócratas (a quienes nadie conoce o eligió) que las naciones deben ir implementando para supuestamente hacer del mundo un lugar mejor.
Del total de fondos, el 13,8%, o sea, 34,6 millones de dólares, se ha destinado a actividades relacionadas con la “igualdad de género”.
Analizando el destino de los fondos, este objetivo se encuentra en el cuarto lugar en el orden de prioridades de la ONU en la Isla, solo por detrás de “Hambre Cero” (22,1%), “Salud y Bienestar” (19,2%) y “Acción por el clima” (15,6%). A cuestiones de mayor emergencia como la pobreza, indicador en el que Cuba alcanzó un 88% a fines de 2023, la ONU ha destinado solamente el 2,3% de los recursos.
Asimismo, de las 267 actividades, al menos 53 (20% aproximadamente) han estado enfocadas en la promoción de cuestiones de “igualdad de género”, así como la implementación de “un nuevo modelo educativo en escuelas” con “enfoque de género”; estas actividades involucran a instituciones del Estado como el Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX), el Centro de Estudios sobre la Juventud, la Federación de Mujeres Cubanas (FMC) y el Ministerio de Educación (MINED).
Campañas por la no violencia de género, educación con enfoque inclusivo y de género, igualdad de género y derechos sexuales (y reproductivos) -dígase control natal y/o aborto-, son algunas de las frases clave de los proyectos implementados por este organismo internacional en Cuba. Para una mayor comprensión, se trata de agendas feministas y/o LGBTIQ+, englobadas en lo que se ha denominado por los expertos como “ideología de género”.
¿Por qué la ONU considera una prioridad cambiar “programas educativos” y promover la ideología de género en las escuelas? ¿Por qué es esto más importante que intentar cambiar el adoctrinamiento comunista en el sistema educativo cubano o promover las libertades individuales? ¿Por qué una dictadura como la cubana, que reprimió a los homosexuales, está, a su vez, interesada en estos asuntos? ¿Quiénes se benefician?
CENESEX
Una de las instituciones que más aparece como “asociados en la ejecución” de estas actividades, es el CENESEX, cuya directora es Mariela Castro, hija y sobrina, respectivamente, de los dictadores Raúl y Fidel Castro.
Desde esta institución, Mariela ha promovido el lobby LGBTIQ+, algo solo posible para la “infanta”, en un país en donde los homosexuales llegaron a ser encarcelados en campos de concentración (UMAP). En una ocasión, Castro llegó a decir en el programa Mesa Redonda, de la televisión nacional, que ni su padre ni su tío, que dirigieron desde 1959 el país como si fuera su finca, tuvieron conocimiento de estos encarcelamientos masivos de homosexuales. En otra oportunidad, afirmó que las UMAP [Unidades Militares de Apoyo a la Producción, especie de campos concentración donde se obligaba a la práctica del trabajo forzado] fueron como “escuelas en el campo”, ignorando las torturas y violaciones de derechos humanos que en ellas se cometían.
No obstante, ni siquiera Mariela Castro logró que en la Constitución de 2019 se reconociera el llamado “matrimonio igualitario”, o sea, entre personas del mismo sexo. El artículo que daría paso al mismo fue eliminado durante la consulta popular debido a la oposición mayoritaria de la población. Pero Castro, como alertó entonces, no se quedaría de brazos cruzados, sabía que solo podría hacerlo como mismo su familia le ha enseñado: por la fuerza. Apenas tres años después, se impuso el nuevo Código de las Familias, el cual establece el “matrimonio igualitario” y la “educación con enfoque de género”.
Durante años, Mariela Castro ha recibido millones de dólares para la promoción de su agenda, llegando a comvertirse en un lucrativo negocio. Aunque no existe transparencia respecto a los fondos y su finalidad, algunos datos han logrado salir a la luz pública. Por ejemplo, solamente en 2010 el CENESEX recibió casi 89 000 USD por parte de la organización norteamericana Atlantic Philanthropies.
Cuatro años más tarde, según un reporte de The New York Times, el embajador noruego en La Habana, John Petter Opdahl, declaró haber aportado “más de 230 000 dólares a la organización de Mariela Castro durante los últimos dos años”.
El CENESEX figura como uno de los socios del Sistema de Naciones Unidas. En 2017, la propia Mariela Castro reconoció que el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) es “una agencia con quien tenemos estrechos vínculos y cuyo apoyo ha sido muy importante para el desarrollo del Programa cubano de Educación Sexual”. Afirmó igualmente que mediante el UNFPA se recibían importantes fondos, aunque no detalló el monto.
En 2019 una ex funcionaria del CENESEX reveló que anualmente esta entidad recibía unos dos millones de dólares provenientes del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), los cuales, en su mayoría, se embolsillaba Mariela Castro y su séquito. De igual forma, la fuente señaló que el CENESEX se fundó para controlar “a una comunidad que cada vez se está haciendo más fuerte (…), la idea es controlar esa masa y limpiar la imagen de la revolución, además de captar la ayuda internacional, sobre todo cash”.
A mediados de 2021 Gaviota, empresa hotelera perteneciente a GAESA (Grupo de la Administración Empresarial S.A.), entidad que fuera dirigida, precisamente, por el ex cuñado de Mariela Castro, Luis Alberto Rodríguez López-Calleja (quien falleció en julio de 2022), anunció la apertura del Hotel Telégrafo, el primero destinado a la comunidad LGBTIQ+ en La Habana. El anuncio recibió las críticas de activistas (varios de ellos de la llamada “comunidad LGBTIQ+) que denunciaron que se trataba de atraer al turismo y de una “estrategia de inclusión para recaudar divisas”.
Asimismo, desde hace más de una década, en la Isla se realizan operaciones de cambio de sexo. No es de extrañar que Castro Espín se haya estado preparando fundamentalmente para hacer de ello un negocio que atraiga igualmente al turismo y los fondos de cooperación.
Los niños y los jóvenes en la mira
Otra de las instituciones estatales que aparecen regularmente como socios en la ejecución de los programas de la ONU en Cuba es el Centro de Estudios sobre la Juventud.
Para este artículo, obtuvimos declaraciones exclusivas de una fuente que estuvo alrededor de un año trabajando en ese Centro y que, por temor a represalias, solicitó el anonimato.
La fuente explicó que se trata de “un tanque pensante” de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC).
“Se hacen pasar por ONG para ingresar fondos de la UNICEF. Son sociólogos, estadistas, antropólogos, psicólogos, que hacen estudios sobre el comportamiento de los jóvenes y niños en Cuba. Sus estudios después son aplicados en estrategias ya sean para beneficio del PCC (Partido Comunista de Cuba) o programas sociales”, argumentó.
La misma persona refirió que, durante su estancia en el lugar, vió que visitantes regulares eran Mariela Castro y la entonces Primera secretaria nacional de la UJC, Susely Morfa González.
“El PCC usa estas ONG para recibir financiación de embajadas y organismos internacionales como la ONU. Por ejemplo, en el año que trabajé allí se sobregiraron de presupuesto. Casi todo era en la reparación del lugar, pero ¿a dónde iba realmente ese dinero? A la brigada particular de un general retirado que era el mismo que estaba reparando el pabellón Cuba. Así que ya te digo, ese lugar es una lavandería de dinero y, a su vez, un laboratorio”, afirmó.
“Educación inclusiva” y Nuevo Código de las Familias
Entre 2020 y 2023, la ONU pasó de “invertir” 33 a 94,5 millones de dólares, un aumento de más del doble. Esto ha representado igualmente un aumento del financiamiento a cuestiones de “igualdad de género”.
En 2021, año en que destinaron 7,3 millones de dólares a este tema (14,8% del total de fondos), el MINED publicó la Resolución 16 que imponía la “educación con enfoque de género” en las escuelas.
En un mes, mediante la campaña “A la escuela, pero sin ideología de género”, los padres y tutores legales reunieron 140.000 firmas que presentaron ante el MINED, lo que constituyó un suceso sin precedentes en Cuba, nunca un proyecto de oposición había logrado similar respaldo, ni siquiera el Proyecto Varela, el cual logró reunir unas 25 200 firmas; estas familias reunieron las firmas de puño y letra, casa por casa, y sin siquiera tener acceso a los medios de comunicación.
La respuesta del MINED fue aplazar la implementación de esta Resolución. Sin embargo, apenas un año más tarde, la “educación con enfoque de género” quedó impuesta con el nuevo Código de las Familias. En el Reporte de Resultados 2023 de la Oficina de Naciones Unidas en Cuba, el organismo internacional reconoció que había realizado “acompañamiento al Código de las Familias”.
Dicho Código fue rechazado por miles de cubanos porque representa una mayor intromisión del Estado sobre las familias, pues incluso dispone que los padres pueden ser privados de la patria potestad si son opositores políticos o se opusieran a esta “educación inclusiva”.
Esta “educación con enfoque de género” se traduce en adoctrinamiento de los niños en cuestiones como la promoción de los supuestos cientos de géneros existentes, es decir, la no dualidad (hombre o mujer), la sexualización de la niñez, promoción y defensa del asesinato de bebés (aborto), o la divulgación de ideas como el cambio de sexo en los niños y adolescentes.
Ideología de género y sus efectos nocivos
Según la revista feminista mexicana INMUJERES, la “ideología de género” es un término despectivo y no existe porque no se estudia dentro de las ciencias sociales.
Ambas afirmaciones son un error, la primera porque, aunque algunos lo usen de manera despectiva, no hay nada despectivo en analizar ideas y expresar desacuerdo con ellas. El término en sí no denota nada despectivo.
Lo segundo también es erróneo porque, de hecho, la ideología de género ha sido analizada justamente dentro de las ciencias sociales, fundamentalmente en los últimos años. Uno de los investigadores más conocidos ha sido el Licenciado en Ciencias Políticas y Máster en Filosofía, Agustín Laje.
Laje ha dado su definición de la “ideología de género”: es una concepción de la sexualidad humana que anula sus componentes biológicos; entiende a la sexualidad como una cuestión psicológica, de autodeterminación, anulando, de esta manera, la biología o la influencia de la naturaleza en la conducta humana.
Para esta definición, Laje parte del análisis de quienes han sido consideradas las principales filósofas del feminismo, por ejemplo: Judith Butler, Simone de Beauvoir, Eisenstein y Firestone. Fueron ellas quienes hablaron de acabar con la familia y la heterosexualidad porque, según ellas, eran condiciones de opresión para las mujeres.
Judith Butler, la más importante teórica de la ideología queer (de género) planteaba la destrucción sexual del hombre y la mujer como productos de heterosexualidad.
Eisentein dijo: “El agente de opresión es la definición cultural y política de la sexualidad humana como heterosexualidad. La institución de la familia y el matrimonio, y los sistemas de protección legal y cultural que refuerzan la heterosexualidad, son las bases de la opresión política de la mujer”.
Tanto Butler como Eisenstein, Simone De Beauvoir y Kate Miller defendieron, además, la pedofilia y el incesto. Una de ellas llegó a sostener, incluso, la necesidad de que las madres practicaran la primera felación a sus hijos como forma de prepararlos sexualmente para la vida.
Tomando estos criterios como base, tanto Laje como otros expertos han alertado que, con la “ideología de género”, se pretende destruir a la familia como base social, solo para sustituirla por el adoctrinamiento del Estado, una especie de mutación del marxismo que afirma que la familia y la propiedad privada son el origen de los males sociales y, por tanto, a ambos hay que destruirlos.
Intromisión en los países
En 2023 Giuliana Caccia, Directora de la asociación peruana “Origen, Vanguardia y Cambio Cultural”, explicó en una entrevista con Augustín Laje una investigación de su organización que exponía cómo Naciones Unidas condicionaba los fondos de cooperación a Perú en dependencia del nivel de implementación de la Agenda 2030.
“La Agenda 2030 son una serie de puntos que un país debe seguir y que alguien te dice que son los más importantes. Además, te dice que no importa a quién elijas de presidente, lo que tienes que cumplir es la agenda del organismo internacional independientemente de cuáles son las reales necesidades de cada país. Es una agenda que es exactamente igual para Noruega y para la selva peruana”, expuso Caccia.
“En Perú, la única forma para pedir dinero a la cooperación internacional es estando dentro del marco de la Agenda 2030”, añadió.
Con este modus operandi, la ONU, con su Agenda 2030, se ha entrometido y afectado la soberanía nacional no solo Perú sino de todas las naciones.
En Cuba ha destinado, en apenas cinco años 251.5 millones de dólares, para incidir y condicionar las políticas de todo un país.
Con el “matrimonio igualitario” aprobado, la “educación con enfoque de género” impuesta en las escuelas, y el aborto (derechos sexuales y reproductivos) “normalizado”, los ODS (Agenda 2030) de la ONU tienen en Cuba un campo fértil; de paso, financian y perpetúan instituciones que forman parte del sistema dictatorial.
En el citado Reporte de Resultados 2023, la Oficina de Naciones Unidas en Cuba reconoció igualmente que la “igualdad de género” (factor clave de la “ideología de género”) constituyó una de las “cinco áreas donde marcamos la diferencia”. Para ello, crearon alianzas con dos instituciones estatales, la segunda de ellas ha promovido y participado incluso en actos de repudio y represión: el Parlamento cubano y la Federación de Mujeres Cubanas (FMC).
Por esto no sorprenden anacronismos como que, aunque Cuba sea una dictadura criminal y mafiosa, y se denuncien las constantes violaciones de derechos humanos en la Isla, durante más de 15 años el país haya formado parte del Consejo de Derechos Humanos de la ONU.