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Notificaciones rojas de INTERPOL: otra arma de persecución política del régimen cubano. Democratic Spaces denuncia práctica del régimen cubano para reprimir a opositores en el extranjero. Diario Las Américas.

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Notificaciones rojas de INTERPOL: otra arma de persecución política del régimen cubano
Diario Las Américas
8 de febrero de 2024

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Con una táctica que recuerda al principio nazi de "la mejor defensa es el ataque", el régimen cubano distorsiona el propósito del sistema de notificaciones rojas, indica Democratic Spaces

"Democratic Spaces, una ONG canadiense de derechos humanos que apoya el derecho soberano de toda persona a participar en la resistencia pacífica contra toda forma de opresión en Cuba y en cualquier otro lugar, condena enérgicamente el uso distorsionado que el régimen cubano hace del sistema de notificaciones rojas de INTERPOL", plantea un comunicado de esta entidad.

El proyecto Democratic Spaces, que dirige el activista Michael Lima Cuadra, condena este tipo de represión: "Esta manipulación tiene por objeto perseguir, detener, encarcelar, difamar, restringir la libertad de circulación y silenciar a los críticos a escala mundial. Consideramos que se trata de un claro ejemplo de represión transnacional, una táctica empleada sistemáticamente por los gobiernos autoritarios para reprimir la disidencia más allá de sus fronteras, especialmente dentro de las comunidades de la diáspora y el exilio".

"Individuos y entidades bajo investigación criminal"

Según apunta el informe de Democratic Spaces, "el 7 de diciembre de 2023, el régimen cubano anunció la publicación de una 'Lista Nacional de individuos y entidades bajo investigación criminal y buscados por las autoridades cubanas', a menudo denominada en la propaganda oficial 'lista de terrorismo'. Este anuncio se realizó mediante la Resolución 19 del Ministerio del Interior y se publicó en la Gaceta Nacional. Posteriormente, portavoces del régimen afirmaron que la lista había sido compartida con INTERPOL, lo que, según indicaron, les otorgaba autoridad para publicar notificaciones rojas de Interpol contra determinadas personas incluidas en la lista. Inicialmente, la lista incluía a 61 cubanos, entre activistas, youtubers y 19 organizaciones. Esta es una amenaza que va más allá de una lista específica, ya que en el anuncio, el régimen cubano expresó una amenaza que involucra a todos aquellos que defienden los derechos humanos y la democracia en Cuba, ya que insinuaron futuras acciones que implicarían la expansión de la lista para incluir a activistas de la diáspora global".

Visto en perspectiva, suma el documento, "a lo largo de sus más de seis décadas, el régimen cubano ha practicado de manera sistemática la represión transnacional. Esto ha implicado tácticas tales como negar la entrada a Cuba a los exiliados cubanos abiertamente críticos con el sistema, junto con la participación en el acoso, la intimidación, los ataques digitales y la coerción contra los cubanos en el extranjero y sus familiares en Cuba".

Y cita un ejemplo: "El 14 de mayo de 2021, coincidiendo con un aumento significativo de las acciones civiles iniciadas por cubanos en la diáspora global en apoyo al movimiento de artistas y activistas que protagonizaron una protesta frente al Ministerio de Cultura en La Habana el 25 de noviembre de 2020, seguida de manifestaciones posteriores, el régimen amenazó con juicios en ausencia a todos los cubanos en la diáspora global que "financien, convoquen, coordinen" o apoyen lo que el régimen califica de 'actos subversivos'".

Ahora, añade el comunicado, "el régimen cubano sigue y adopta métodos represivos empleados por autócratas mundiales como Vladimir Putin en Rusia, que es el mayor abusador de las notificaciones rojas con fines políticos en todo el mundo, con un 38% de ellas a nivel global. También se han observado prácticas similares en regímenes de China, Turquía y Tayikistán, todos los cuales han utilizado durante años los sistemas de notificaciones rojas como arma para atacar a sus críticos con propuestas políticas".

La ONG apunta también a "la sincronía de las acciones del régimen cubano" con el régimen de Nicolás Maduro en Venezuela: "En diciembre de 2023 y enero de 2024, emitió listas y avisos rojos similares contra abogados de derechos humanos, periodistas y activistas, ratifica cómo las dictaduras aprenden unas de otras, intercambian métodos represivos y operan de manera coordinada para socavar y corromper las instituciones internacionales con el fin de explotarlas en contra de la democracia. Esto subraya el patrón persistente de regímenes autoritarios intercambiando métodos represivos y colaborando globalmente para perseguir a los críticos, socavar la democracia y obstaculizar el ejercicio de los derechos humanos fundamentales".

El brazo largo del régimen de Cuba

Es importante destacar que el Ministerio del Interior (MININT) de Cuba, entidad responsable de emitir la Resolución 19, actúa como principal brazo represivo del régimen cubano. Se encarga de vigilar, acosar, encarcelar, infiltrar grupos de oposición en Cuba y en el extranjero, e incluso recurrir a la violencia, incluido el asesinato, contra activistas, periodistas, críticos y miembros de la sociedad civil. Una de las unidades represivas del MININT, la Brigada Nacional Especial, conocida como los "Boinas Negras", desempeñó un papel significativo en la represión generalizada y las atroces violaciones de los derechos humanos contra manifestantes pacíficos en Cuba el 11 de julio de 2021. En consecuencia, Estados Unidos incluyó a los Boinas Negras del MININT como entidad en la lista de sanciones selectivas.

Utilizar la notificación roja de INTERPOL o el sistema de alerta electrónica, que notifica a los organismos encargados de la aplicación de la ley de todo el mundo que una persona es buscada para ser detenida en otro país, con fines políticos infringe el artículo 3 de la Organización. Este artículo prohíbe terminantemente a la Organización toda intervención o actividad de carácter político, militar, religioso o racial.

El impacto de una notificación roja sobre los defensores de los derechos puede ser perjudicial, ya que tiene el potencial de limitar gravemente la libertad de movimiento, conducir a la detención y, en los casos más graves, dar lugar a la deportación. Debido al hecho de que la mayoría de las notificaciones rojas no son hechas públicas por Interpol (de las aproximadamente 62.000 notificaciones rojas actualmente en circulación, unas 55.000 no son públicas), la persona que está siendo buscada puede no ser consciente de ello, poniéndola en riesgo, especialmente en países que no son un Estado de Derecho. Lo mismo puede ocurrir si se entrega una notificación roja a un activista en un país en el que el gobierno colabora con el régimen cubano y opta por cumplir tanto la notificación roja como la orden de detención emitida por el régimen cubano. Además, las consecuencias se extienden a la obstaculización de la posibilidad de obtener un visado y solicitar asilo político, especialmente en países como Estados Unidos.

Denuncia de Democratic Spaces ante la represión a activistas

Varios activistas de derechos humanos han experimentado las repercusiones de la militarización de las notificaciones rojas por parte de regímenes autoritarios de Rusia, Turquía y China. Entre ellos se encuentran Bill Browder, financiero y crítico con la corrupción del Kremlin, y destacado defensor mundial de las sanciones Magnitsky; Enes Kanter Freedom, ex jugador de baloncesto de la NBA y activista político; Yidiresi Aishan, activista uigur exiliado que denuncia al gobierno chino, y muchos otros.

La práctica de las instituciones internacionales, entre ellas INTERPOL, la segunda mayor organización mundial después de las Naciones Unidas, de tratar a las fuerzas policiales de los regímenes autoritarios (como Cuba, Rusia, China, Turquía y Venezuela) como iguales a las de las naciones democráticas y de dar credibilidad a los sistemas judiciales que criminalizan la disidencia, va en detrimento de la democracia mundial.

El sistema judicial cubano carece de plena independencia y funciona bajo la influencia de las élites del poder y del Partido Comunista. Se ha enfrentado a la condena internacional por su práctica de criminalizar la disidencia, hacer caso omiso de las garantías procesales y acusar falsamente a cientos de miles de activistas y críticos durante varias décadas.

Además, el aparato de propaganda del régimen es bien conocido por llevar a cabo sistemáticamente campañas de asesinato a la reputación contra periodistas, activistas y miembros de la sociedad civil que critican abiertamente sus políticas arbitrarias. En diversos momentos de la historia reciente del régimen, se han utilizado etiquetas despectivas para deshumanizar colectivamente a los cubanos en función de su orientación sexual, religión, opiniones políticas y, durante varias décadas, contra cualquiera que decidiera abandonar el país.

Dado el objetivo primordial del régimen de erradicar toda forma de disidencia y oposición organizada dentro y fuera de Cuba, carece de credibilidad a la hora de publicar notificaciones rojas o solicitudes de detención. La naturaleza intrínsecamente política de sus acciones exige un examen exhaustivo, un escrutinio y posibles sanciones por parte de INTERPOL.

La manipulación por parte del régimen cubano del sistema de notificaciones rojas de Interpol contra los cubanos en el exilio está estrechamente relacionada con el notable aumento del activismo cubano en la diáspora global. Significa una reacción impulsada por el miedo a la creciente comunidad de exiliados, que abarca desde Norteamérica y Sudamérica hasta Europa. En estos países, cada vez más cubanos se manifiestan contra la represión en Cuba y defienden la democracia, el Estado de derecho y la inclusión.

Este movimiento de defensa internacional ha sido desencadenado por la valentía sin parangón de cientos de miles de cubanos que, el 11 de julio de 2021, salieron a la calle, desmontando décadas de mitos y propaganda propagados por el régimen cubano. En consecuencia, el régimen se enfrenta ahora a una profunda crisis de credibilidad a los ojos de la comunidad internacional, especialmente en lo que respecta a su pretendido apoyo generalizado entre el pueblo cubano. En todo el mundo, organizaciones y gobiernos están exigiendo responsabilidades al régimen por graves violaciones de los derechos humanos, como la persecución, la violencia y las detenciones y encarcelamientos masivos de cubanos que participaban predominantemente en protestas pacíficas para hacer valer sus derechos.

Como estrategia de distracción, empleando una táctica que recuerda al principio nazi de "la mejor defensa es el ataque", el régimen cubano distorsiona el propósito del sistema de notificaciones rojas, utilizándolo como herramienta de represión transnacional para silenciar por la fuerza a los críticos. Esto pone de manifiesto un preocupante patrón de manipulación de los mecanismos internacionales con fines políticos.

En Canadá, las difusiones rojas de Interpol son objeto de un minucioso examen por parte del RCMP. En el pasado se han denegado solicitudes de extradición procedentes de países con una fuerte carga política, como Arabia Saudí, Irán y China. Del mismo modo, en Estados Unidos, la legislación nacional prohíbe las detenciones basadas únicamente en una notificación roja de INTERPOL. En su lugar, se requiere un tratado de extradición válido, una solicitud legítima de detención provisional y una orden judicial de un Tribunal de Distrito de EE.UU., iniciada por la Fiscalía de EE.UU. en la jurisdicción pertinente. Sin embargo, esta práctica no es universal, y numerosos países, en particular los alineados con regímenes autoritarios, acatan tales notificaciones.

Como defensores de los derechos humanos, instamos a INTERPOL a que aplique rápidamente medidas eficaces que impidan la manipulación de las notificaciones rojas como instrumento de represión transnacional por parte del régimen cubano y de otros gobiernos autoritarios de todo el mundo. La explotación de la cooperación policial mundial de INTERPOL con claros fines políticos es inaceptable y socava la credibilidad de las instituciones internacionales legítimas. Las actuales lagunas jurídicas siguen permitiendo a los regímenes autoritarios utilizar indebidamente estos mecanismos para la arbitraria tarea de silenciar, acosar y violar los derechos humanos de los críticos en todo el mundo. Pedimos a INTERPOL que cumpla sus propias normas, suspendiendo a los regímenes que abusan sistemáticamente de sus mecanismos. Además, recomendamos el establecimiento de controles y contrapesos para poner fin a la publicación de notificaciones rojas abusivas por parte de regímenes autoritarios, como el de Cuba, que hacen caso omiso del Estado de Derecho.

INICIATIVAS RECIENTES CONTRA EL USO DE NOTIFICACIONES ROJAS CON FINES POLÍTICOS

- Es probable que en respuesta a las críticas de activistas de derechos humanos y ONGs, INTERPOL haya realizado cambios para aumentar los controles sobre las Notificaciones Rojas. Ahora revisa todas las solicitudes de Notificaciones Rojas antes de emitirlas. Se emiten más de 10,000 Notificaciones Rojas cada año.

- Hasta diciembre de 2023, según el Secretario General de Interpol, Juergen Stock, "tenemos un pequeño porcentaje, tal vez del 2% al 3%, de notificaciones engañosas,” que no son detectadas. Sin embargo, señaló que la mayoría de las Notificaciones Rojas se centran predominantemente en personas involucradas en delitos graves como asesinato, violación y contrabando de drogas.

- En 2021, el Presidente de la Comisión de Helsinki, el Senador Ben Cardin (D-Md.), y el Miembro de Rango, el Senador Roger Wicker (R-Miss.), reintrodujeron en el Senado de los Estados Unidos la Ley de Responsabilidad y Prevención de Represión Transnacional de 2021, o TRAP Act. El proyecto de ley tiene como objetivo contrarrestar el abuso políticamente motivado de INTERPOL por parte de regímenes autoritarios. El proyecto de ley promovería la reforma dentro de INTERPOL, mejorar la respuesta de los Estados Unidos al uso fraudulento de los mecanismos de INTERPOL y proteger el sistema de justicia de los Estados Unidos del abuso de Interpol.