En Málaga con el Costa Favolosa. Por Félix José Hernández.
Foto: Vitrales del célebre Mercado Atarazanas
Querida Ofelia,
Antes de bajar al muelle, una empleada de Costa nos dio el siguiente escrito de recomendaciones: Crimen – MáIaga y Barcelona (España), Marsella (Francia)
Félix José Hernández.- Mar Mediterráneo, 3 de octubre de 2023.- En zonas concurridas, tales como calles comerciales, mercados y lugares históricos, así como en el transporte público, existe una amenaza constante de carteristas y delitos menores. Como medida de precaución, le rogamos que tenga en cuenta las siguientes recomendaciones de seguridad: lleve poco dinero en efectivo y deje en su camarote sus joyas, relojes y gafas de sol de valor. Lo mejor es llevar las cámaras, los teléfonos y las tarjetas de embarque en una bolsa o una mochila. Si es posible, solo deben llevarse copias de los documentos de identidad. Le recomendamos retirar dinero solo en cajeros automáticos situados en el interior de oficinas bancarias. Preste especial atención a posibles timadores. En caso de robo, no ofrezca resistencia.
Tomamos en el muelle un taxi, que nos llevó hasta espléndida Catedral, por la Calle Santa María fuimos hasta la Plaza de la Constitución, en donde descubrimos el bello Museo Carmen Thyssen. Disfrutamos del espectáculo de la exposición “Fieramente Humanos. Retratos de Santidad Barroca”, en la cual quedamos asombrados ante la belleza de dos cuadros: “La Magdalena Penitente”, óleo de Pedro Orrente (1625) y “Ecce Homo”, óleo de Bartolomé Esteban Murillo (1680).
Continuamos nuestro paseo por esta bella, culta y limpia ciudad por la animada calle Marqués de Lario, peatonal y repleta de tiendas de gran calidad. En una zapatería me compré un par de mocasines negros de calidad, pues como calzo el 12 ó 47, me es difícil encontrarlos en París. Subimos por la calle Martínez hasta el célebre Mercado Atarazanas, cuyos gigantescos vitrales son una verdadera obra de arte. Cruzamos el Puente de la Esperanza para ir al Corte Inglés, cuyos empleados son tan amables y educados, que estimo que muchas tiendas parisinas deberían enviar a sus empleados al Corte Inglés para que aprendieran cómo atender a los clientes.
Seguimos paseando por la orilla del río Guadalmedina, hasta que ya entrada la tarde regresamos al puerto en taxi.
En el Atrium dei Diamanti nos encontramos con la simpática pareja de jóvenes franceses de Annecy: Elsa, Dany y su bello bebé Vassili, nos pusimos a conversar con ellos y tomamos el café juntos.
Nos llamó la atención un señor de unos 60 años, que vimos a lo largo de todo el crucero, sentado como todos los días, en un extremo de la barra durante todo el día, siempre vestido igual, sin hablar con nadie, taciturno, triste. Yo no sabía si debía acercarme a él o no, finalmente no lo hice.
Al regresar al camarote encontramos otro regalo de Costa, se trata de la reproducción en metal del barco, con base de madera, en edición especial, pues este año la compañía cumple 75 años desde su fundación.
En el Teatro Hortensia disfrutamos del espectáculo “Soirée live Ice & Fire” i a continuación en el “Lido dell’Ondina” del puente nueve, la fiesta “Mediterranean Spirit Party”, en donde nos encontramos una pareja de grandes bailadores formada por Catherine y Marc, dos franceses de Périgord. Ella me provocó un poco de nostalgia, pues baila como mis amigas del Pre de La Habana, en los ya lejanos años sesenta.
Tuvimos una Cena de Gala en el “Ristorante Duca d’Orleans” que consistió en: houmous de betterave, crudités de légumes, feuilles de papadomus ety noisettes du Piémont; risotto royal aux crevettes, chair de crabe et champagne ; sabre farci à la mousse de saumon et à la queue de crevette ; le dessert…meringue classique, créme meringuée aux pépites de chocolat noir.
Ya zarpamos rumbo a Barcelona, nuestra última etapa, antes de desembarcar en Marsella dentro de dos días.
Besos desde el balcón de mi camarote bajo un cielo estrellado,