Cuba Democracia y Vida

Periodista cubana deja mudo al Ciudadano más Vigilado de Cuba. Conversatorio entre José Vilasuso y Emiliano Perez Castellanos.

Periodista cubana deja mudo al Ciudadano más Vigilado de Cuba. Conversatorio entre José Vilasuso y Emiliano Perez Castellanos.                                                                                                                                            CUBA DEMOCRACIA Y VIDA.ORG                                                                                      cubademocraciayvida.org web/folder.asp?folderID=136


Emiliano Perez Castellanos-
Bueno profesor Finalizamos de presenciar, escuchar y saborear el discurso de la colega periodista Ana Teresa Badía frente por frente al Hombre más Vigilado de Cuba, careo espectacular del Congreso de Periodistas Cubanos efectuado recién en La Habana. Le pregunto ¿qué le parece?

José Vilasuso: Sobresalientemente significativo y relevante, Emiliano. Alguien ha sugerido que este paso era el germen de la cubastroika y sin duda me permito calificarlo con un dicho muy popular en Cuba en tiempos pasados, esto le Zumba el Mango, mi amigo.

EP. No es para menos, profe, yo creo que lo más prominente del caso estalla al comprobar que estamos participando de un evento oficialista, efectuado bajo todos los rigores, vigilancia y hermetismos indesprendibles de la dictadura comunista. Ahí descansa y refocila la enjundia del mensaje, evento insólito del gobierno criollo. La verdad monda y lironda. Resumiendo, una modesta periodista se manifiesta con absoluta libertad crítica tanto al pleno del ejecutivo como en general de la opinión pública nacional. Es para pellizcarse, y comprobar si ¿estaré soñando?

JV: no, no está usted soñando, mi amigo. Ese discurso sin desperdicio es una realidad reflejo del poder de convocatoria y su relevancia creciente en todo componente del régimen habanero. Testificamos en ruedo oficial nuevas cartas de la baraja desplegadas en acordeón encima de la mesa. Ahora se invita cordialmente a revisarlas con el mayor cuidado y esmero. Fíjese que doña Ana lee espaciada y pausadamente el documento que me permito adivinar reflejo de un ceremil de mentes creativas, originales, ágiles, renovadoras, auténticas, jamás toleradas en actividad alguna gubernamental desde primeros meses del año 1959; más concretamente a partir de junio. Estamento que exige reflexión a nivel generacional. Se trata de una vivencia tan arroyadoramente inesperada y controversial que califico de “cuasi” imposible de ganar su merecida acogida en el llamado mundo occidental, democrático, capitalista, tecnológico, etc. Acontecimiento fuera de serie, mi amigo.
La ponente al compas de su serena lectura, amplía conceptos nutridos con argumentos, ejemplos, citas, referencias; pruebas de apoyo entre los asistentes causantes de asombro, corroboración, risas, comparaciones, suspicacias, contrastes en fin de alborotos colectivos indesprendibles cuando el genio, filo y estupor de la verdad renueva las audiencias, pincha los triglicéridos, revive los corazones. Es que la verdad como dijo Nuestro Apóstol José Martí siempre es nueva, de ahí su invencibilidad y carácter eterno. El video periodístico inserta elementos imbatibles en una nacionalidad que, por cierto desde el mes de junio del año 1950 no ha celebrado elecciones verdaderamente libres, presto se supo acallada por la costra prulenta, maloliente de la censura que, pervive en la actualidad apoyada (más o menos) por gobiernos como México, Brasil, Venezuela, Nicaragua, Colombia, Honduras, Bolivia, Argentina y con lágrimas en los ojos por nuestro entrañablemente querido Chile. Nuestra protesta parece como ensartable Pica en Flandes audaz, retadora de absurdos, mediocridad y autoengaños. Por tanto el poder, magia de la verdad resueltamente supera las flaquezas y baches de todo autoritarismo, intransigencia, fuerza bruta, demagogia. Por parejo el pronunciamiento de marras, retroalimenta la opinión incensurable de todo cubano discrepante de la dictadura castrista.            

EP- Profe, se me ocurre, ¿imagina usted que este episodio habanero en vivo se comparara con aquel discurso de Charles Chaplin en la película El Gran Dictador?

JV: caramba, bonita comparación. Veamos. Se dice que Chaplin desde la pantalla con su archiconocida arenga infringió superiores trastornos a Hitler que, cuarenta divisiones aliadas en zafarrancho de combate. Comparacion que trae miga. Es un puro decir, aunque significativo y demuestra lo irrebatible de esa sentencia martiana y cristiana, La Verdad os hará libres. Aunque reforzada con merecimientos y justicia, el inolvidable Charlot batio el cobre desde la pantalla cinematográfica, albricias; pero alto ahí, doña Ana Badía lo emuló en las narices de El Hombre Más Vigilado de Cuba. Comparaciones a expensas de que todo utensilio meritorio es dable que resulte relativo. De veras, no miento, la sacudida moral hace temblar, estremece al sobresalir entre los escombros residuales del terremoto. Algo similar remueve ahora nuestros intestinos. Recordando las tomas cuando Charlot nos desternillaba de risa en pantalla blanconegra de cine mudo, sellaje de Artistas Unidos. Por mi parte y a la sazón, en el gran Teatro Crítico Universal del venerable benedictino don Benito Jerónimo Feijoo en deslumbrante e imaginaria noche de gala, rigurosa etiqueta, y haciendo estricta justicia, yo prefiero reservar luneta en primera fila para doña Ana Teresa Badía.

EP- Profe, usted se excede en retóricas, elocuencias y artificios, no se nos empine tanto, compadre; mire que puede caer y patirse un brazo. Ejem, ejem…………

JV: Si me elevo tanto es debido al desahogo dadas las desventajas con que la libertad encara al totalitarismo en nuestro entorno. No creo que las pasiones me cieguen, Emiliano; infinidad de factores obstaculizan enfoques que, desde tiempos ha se nos hicieron evidentes.

EP- Como ¿cuáles, profe?

JV: Me refiero a esa proliferación, vastedad de entretenimientos que nos atiborra a diario; vea usted, en tiempos de Charlot ir al cine era la excepción, una fiesta, lo reservábamos para el fin de semana; hoy encendemos el televisor. Esta cotidianeidad nos arrastra por una barahúnda de distracciones noticiosas, comercializadoras donde se busca y rebusca no aquel público crítico, conceptuoso, escogido de antaño; como la plebe imbeciloide que malgasta el dinero en engullir maripositas, y comistrajos mientras se atracan de cintas sensacionalistas catapulteadas con escandalosa exageración, enloquecida violencia  y hasta preferible pornografía. Hemos descendido a niveles lamentables del hoy mal llamado séptimo arte. Si ahora mismo intentamos promover por ejemplo, un cineclub: se nos tacha de raro, extravagante, trasnochado, etc. Escasos los posibles espectadores con juicio crítico. A propósito añado ahora el énfasis que nuestra ilustre apologada tan acusadamente hace resaltar en su discurso. Cito, hay que hacer crítica, crítica, repite, es necesaria, acentúa, se vuelve al público interrogante; no recuerdo sus palabras exactas, pero destaca su saludable imprescindibilidad: miedos, censuras ¿para qué? Me parece que ahí se extiende detallando cómo ante cualquier noticia censurada; se interpone fotográficamente la verdad. La mentira se desenmascara con sencillo ejemplo. Pasando página, una y otra vez remacha cómo la parafernalia oficialista se confirma superada aplastantemente  por la dinámica tecnológica moderna.

Recogemos instantes de impacto, reveladores, abriéndonos a la comparación. Contrariamente y a modo corroborante, nuestra dama martilla sonora esgrimendo un ejemplo del periodismo libre que, personalmente rechazo por entero. Acentúa que al afirmar:
hoy no preocupa tanto el famoso palo periodístico, (tan esgrimido por Pepe Pardo LLada); se opta por la información de fondo.

Caramba, caramba, querida amiga, le digo, lamentablemente aquí las heces también hieden; si así no fuera, humildes plumíferos se podrían ganar la vida honradamente desde el país donde residen, Puerto Rico, sin necesidad de remitirse tan lejos como a Estocolmo o Uppsala. En fin, excusas pido, son desahogos típicos, hermanados a un mundo que tampoco es perfecto; aunque oceánicamente superior al marxismo leninismo desde Korea del Norte que asaz escapa a la perspectva occidental, democrática, tecnológica, capitalista, etc, etc. La señora Badía apunta a uno de los mostrencos más desafortunados y cómicos de su exposición. Repite esa palynodia de que “todo está bien” aquí todo está bien hasta La Habana, y/o Caracas.

Siguiendo camino, por el ruedo topamos con otro indicador; en cambio. oh ironía, el oficialismo mediático omite la indispensable inclusión de la letra inicial jota sobreentendiente del adjetivo más adecuado, insertable y correcto. Bien con jota. (Se excusa de publicar dicho término completo por no corresponder a nuestro léxico regular.) En otras palabras, no escribimos con palabrotas, a los suecos le desagradan las groserías.  A propósito, el chiste nos trae a colación a Facundo Perfecto, aquel cubanito desterrado de su tierra natal por el grave delito de hacer a sus compatriotas reír agudamente, con ingenio, chispa, a causa de las “verdades” oficialistas.
 
Caramba, ya era hora de escuchar tan oportuna aclaración y por supuesto sus indispensables coletillas. Paralelamente se nos hace significativo cómo una vez más la periodista, con acerada puntería sutilmente deja resbalar otra verdad como templo de Juno, cito: a pesar de nuestra desgracia, termino la cita, me parece que aguanta la risa. Contrastando pues, con la programación escalofriantemente optimista previamente citada. Modelaje uniforme encasquetado sobre toda prensa no creíble que, convierte en no creíble al gobierno reflejo de dicha prensa; prensa bajo censura. Cónfiti, si aquello fuera así, yo me pregunto ¿por qué nuestras cárceles están abarrotadas, los segurosos, sudorosos, exhaustos de tanto trabajo; se vigila constantemente, unos vigilan a los otros, se pone lupa incansable desde los más altos niveles revolucionarios desafiando a Sherlock Holmes, y en últimas los gringos protestando acaloradamente dada la cantidad de refugiados arribando a La Yunay vía Nicaragua? 
    
    
Todo se ha dicho en voz alta. A las claras, y sin censura para todos los medios extramuros. En pantalla resultaba contrastable la presencia hiératica, a veces simulando distracción del Hombre Más Vigilado de Cuba; me recordaba al sospechoso en una película de misterio.                      

 Periodista cubana deja mudo al Ciudadano más Vigilado de Cuba. Conversatorio entre José Vilasuso y Emiliano Perez Castellanos.                                                                                                                                            CUBA DEMOCRACIA Y VIDA.ORG                                                                                      cubademocraciayvida.org web/folder.asp?folderID=136
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