EN EXCLUSIVA PARA "CUBA DEMOCRACIA Y VIDA". Por Alicia Bencomo.
Esto es como cubana, como ser humano y como periodista, algo que nunca conocí, el comunismo de nuestra Isla. Pero si conocí a Cuba, aquella feliz, bailadora, alegre, risueña, llena de esperanzas y promesas donde los ríos corrían calmados, donde el azul del mar no invita a sumergirnos en el, donde el cielo se habría feliz, donde el campo era tan verde por naturaleza y donde la palma real nos decía de la belleza de nuestra Patria.
Hoy por primera vez, desde que se escondió, donde se refugio, donde hasta hoy día 19 de Mayo, 2008, la vemos todavía temerosa y con miedo, encogiendo sus hombros y mirando para todos lados, igual cuando la entreviste antes de desertar. Hoy ya libre sigue con una timidez que podemos notar, producto de nacer en un antro de asesinos y creadores de muertes y de atropellos.
Tenemos ya a Yurisel Laborde, esa figura celebre por sus medallas de Yudoca.
Nació en Cuba en el año 1979, pero su inclinación hacia ese deporte, ganadora VIS-Vi-campeona mundial de judo, en la categoría de 78 kilogramos en el campeonato mundial de Rió. Medallista de bronce en categoría 78 Kilos en las Olimpiadas de Atenas, 2004. Medallista de Plata en los campeonatos del mundo en Munich, Alemania, en el 2001. Medallista de Plata en los panamericanos de Santo Domingo, en el 2003. Hace dos semanas en los panamericanos de Judo del 2008, del James Knight Center, en el Miami, Florida, donde ganó la medalla de Oro, al derrotar a su oponente, de Venezuela, Giovanna Blanco.
Yo estaba lista para irme para las olimpiadas en Pekín, pero cuando gané la medalla de oro, me dije otra medalla más para Cuba y de mi vida ¿qué?...
Lo que me impulsó dice ella, era que estaba bien disgustada con el deporte en la rama deportiva de Cuba.
Ya voy a cumplir 12 años en el equipo nacional y realmente no había visto nada, mi sacrifico, mi esfuerzo, había visto solamente medallas.
Todo ser humano trabaja con un objetivo y al final de ese objetivo es tener lo que uno quiere. Eso no lo veía y ya pensaba retirarme después de los juegos olímpicos.
Me veía vacía, solo tenia a mi familia, pero como persona solo había cosechado medallas para Cuba. Y todo me parecía vano.
Eso fue una de las decisiones que me hicieron quedarme aquí. Yo sé que dejé a todo el mundo con la boca abierta porque nadie en el equipo pensó que yo iba a tomar ésta decisión, porque lo hice ya en el último momento. No compartí con nadie en el equipo, que en realidad yo no se si se querían quedar o no.
Yo lo hice porque fue una decisión mía, y no quería embullar a nadie. El que lo quería hacer, lo tenia que hacer por sus propias decisiones y por eso preparé hacerlo yo sola.
Esto es algo que nos sorprende a todas las personas de Miami, pues es la primera vez que un atleta cubano deserta de su team, aquí, donde lo primero que pasa en Cuba, por la cercanía y el tráfico de noticias llega tan pronto.
Según confiesa Yurisel Laborde que ella decidió esconderse pues tenia miedo me detuviera la seguridad y me enviaran para Cuba de nuevo. Tenía ese miedo, yo no sabia como funcionaban las cosas aquí, y decidí encerrarme por eso.
Yo soy hija única, tengo una hemana pero de mi papa, y ellos están en Santiago de Cuba, y cuando pude comunicarme con ellos por teléfono, le dije a mi mamá que ya no regresaba más que me quedaba aquí. Ese día supe cuando hablé con ella, se puso a llorar y la sentí que el mundo se le caía encima y se que se quedó bien deprimida.
Aunque si me pudo decir al final de la conversación que en todo lo que me pudiera ayudar lo iba hacer por mi, que como quiera que fuera yo era su única hija, y
Esas fueron unas palabras que me conmovieron mucho, y me impulsaron todavía más a luchar por mi libertad y ha seguir luchando, porque también pensé que ahora me tocaba a mi luchar por ella allá.
Mi decisión se basa que teniendo yo el potencial y el deseo de desarrollarme en libertad, ya que en Cuba eso era todo lo que iba a ser mi vida, cuando ya no pudiera llevar una medalla, me iban a dejar a un lado para pasar trabajo, como he visto por experiencia en mi caso, a muchos amigos de todo tipo de deportes, verlos que después de luchar por llevarle medallas al régimen, si después no lo puedes hacer, lo que quieren es deshacerte de ti y olvidar que un día fuiste la estrella de tu país, y realmente yo no quería se otra más de ese grupo.
Yo puedo llevar mis conocimientos no solo aquí en Estados Unidos, lo puedo llevar a Europa, y ser una entrenadora y hacer un lugar para enseñar Arte Marcial.
El que yo no tenga a nadie aquí, en un país desconocido, con personas desconocidas sin tener una amiga, solo me mantiene el querer llevar a cabo mis sueños, pero pienso que habrá personas que me van a ayudar a dar los primeros pasos, y luego tengo que empezar yo misma a encaminar mi vida en mi rama.
En realidad lo que más desearía es si puedo seguir compitiendo porque no terminé el deporte queriendo, me gustaría seguir si pudiera.
Como ven esta es una historia que nos ha brindado la oportunidad de tocarla, de mirarla al lado de ella, de acercarme de una forma sencilla y humilde donde ellos estaban, las tres muchachas yudoca con su entrenador. Me acerqué con dos propósitos, ellos no lo sabían pero fui principalmente por si alguno no tuviera miedo y me pidiera ayuda, aunque eso no era fácil, y como ven yo hablé con esta muchacha, Yurisel Laborde y más bien tenia miedo, pues ya pensaba desertar.
Pero también al lado nuestro estaba su entrenador, no se podían mover de donde yo estaba aunque yo pudiera haberlas ayudado, las hubiera escondido, e inmediatamente me hubiera conectado con emigración y nadie podía llevárselas de aquí, una vez que hubieran pedido asilo político.
Lo otro que me llevó allí, fue ver como se desenvolvían ellas en libertad, ver la forma en que conversaban y se comportaban. Para mi fue una sorpresa verlas disfrutar a todas, reírse y comer.
La única que estaba tensa era Yurisel, no quiso mirarme directamente a la cara, más bien se quería esconder, pues ella ya sabia que se iba a quedar y me imagino que la preocupación de cómo lo iba a ser y como le iba a salir todo, era no digo yo para esconderse, no se como tuvo el valor con la presión que ya se le venia encima, como pudo pelear ganar su medalla de oro, y después huir.
Por eso este caso se hace para mi especial. Tener al lado una cubana judoca, campeona, que compartí con ella su almuerzo, y no sabiendo teniéndola al lado que ella iba a ser la única que se iba a quedar en tierras de libertad.
Esta es una experiencia para mi de estar al lado de personas jóvenes, de la Cuba comunista la que yo jamás he conocido, y poder decir y tener el gran honor que fui la única persona que estuvo a su lado un rato antes de ella buscara su libertad.
Aquí hay una información muy importante sobre este caso.
Ya el abogado de emigración, el señor Bill Allen, le ofreció todos los trámites que ella necesita y todos los papeles legales.
También hay un teléfono donde pueden llamar y tratar de contactar con los que en esta materia de Artes Marciales la pueda encaminar y darle trabajo.
Que Dios la acompañe, por su valor, coraje y sus sueños de libertad como todo ser humano aun viniendo de una país comunista.
Teléfono: 1-305- 952- 2715
Ésta es el área de Miami, Florida.
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