"En el devenir histórico de Cuba". Por Jorge Cubela. martes 19 de febrero de 2008
"El líder cubano, Fidel Castro, ha anunciado, a sus 81 años, en un escrito al diario oficial 'Granma' que no aspirará ni aceptará el cargo de Presidente del Consejo de Estado y de Comandante en Jefe, cargo que ostenta desde sus días de guerrillero en Sierra Maestra".
El fin de 49 años como dictador.
La posibilidad de una esperada Transición, pero ¿con Fidel vivo?. No voy a hacer análisis idealistas y mucho menos dogmáticos, tan sólo seré realista, a mi pesar y al de todos los cubanos.
Lo que pasará en Cuba es lo mismo que pasó en España tras la muerte de Franco, ¿y ahora qué?. ¿Es un paso hacia la democracia o una sucesión en la dictadura?. Se abren muchas incógnitas, la elección entre lo fácil y lo correcto. Evidentemente, para los políticos cubanos lo fácil será establecer una mera sucesión, que ya se había producido tras delegar sus poderes en su hermano Raúl Castro, y lo correcto apostar por la vía democrática, único garante del progreso de Cuba, digo más, el que piense lo contrario tan sólo es un traficante de ideas.
En España, muy inteligentemente, se nombró a una persona que provenía del régimen (hecho conveniente, de lo contrario habría sido muy probable que se diera un Golpe de Estado), pero bien distinto a todo lo conocido, no era falangista, él era un demócrata convencido, un reformista, que apostó por la integración de todas las formaciones políticas en el proceso democrátizador y constitucional. Fue Adolfo Suárez.
Cuba no necesita un Carrero Blanco al modo cubano, que sería personificado en Raúl Castro. Cuba lo que necesita es un hombre que piense y sea como Suárez.
Cuando hablaba de realismo me refería a que una Transición política con el dictador vivo sería casi imposible. La historia no está escrita, los que intenten hacer el presente pensando en el pasado de Cuba no conseguirán más que hacer del futuro el pasado.
Cuba puede empezar a tener su propia historia, sin pautas impuestas o intervenidas por un personaje autoritario. La soberanía es del pueblo, al pueblo le corresponde decidir qué quiere y cómo lo quiere.
Más que nunca, habría que exigir a los gobiernos de los Estados democráticos que manifestasen con vehemencia el apoyo internacional a la apertura de Cuba hacia la democracia, el regreso de los exilidados y la puesta en libertad de los presos políticos, la reconciliación de los cubanos y la unidad por un régimen que garantice la igualdad de todos los cubanos, piensen lo que piensen.
Publicado por Jorge Cubela
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