“La medida del liderazgo es la capacidad para transformar las intenciones en resultados tangibles”. Peter Drucker.
Ingeniero Químico Roberto L. Capote Castillo.- Los chinos fueron los promotores del concepto de Zonas Económicas Especiales en las décadas de 1980 y 1990. En esta época se aplicaron las reformas económicas de Deng Xiaoping. Una de las medidas estrella fue la creación de las primeras Zonas Económicas Especiales (ZEE) en Shenzhen, Zhuhai, Shantou y Xiamen. Situadas estratégicamente cerca de puertos, permitieron a China abrirse al comercio internacional y atraer inversión extranjera directa (IED) masiva.
Shenzhen, un pequeño pueblo pesquero, se convirtió en una megaciudad con una de las economías más dinámicas del mundo. Hoy en día, Shenzhen es conocida como un hubs tecnológico global, hogar de gigantes como Huawei y Tencent. Para lograr lo anterior fue necesario realizar inversiones en infraestructura, mano de obra capacitada, y un entorno favorable para los negocios. Resumiendo, las clave para los resultados chinos son los siguientes:
Infraestructura: La inversión masiva en puertos, carreteras y ferrocarriles para hacer de las ZEE puntos estratégicos para el comercio.
Apoyo Gubernamental: El respaldo del gobierno chino y sus políticas en favor de las inversiones fueron esenciales para la rápida expansión de las ZEE.
Apertura al Comercio Internacional: La eliminación de barreras comerciales permitió a China integrarse plenamente en la economía global, facilitando un crecimiento sin precedentes.
Las Zonas Económicas Especiales (ZEE) y las Zonas Especiales de Desarrollo (ZED) son conceptos similares, con diferencias dependiendo del contexto y el país donde se implementen. Ambas están concebidas para fomentar el desarrollo económico y atraer inversiones. Sus características y objetivos específicos pueden variar. Ambas han sido utilizadas ampliamente por los países emergentes. Más de 130 países en el mundo han adoptado mecanismos similares a las ZED para impulsar su desarrollo. Estas son áreas designadas para el desarrollo específico de ciertas industrias o sectores económicos, su objetivo es fomentar el crecimiento de sectores estratégicos y la diversificación económica. Se caracterizan por sus Incentivos específicos para industrias clave, las políticas de desarrollo sustentable, y algunas se enfocan en la innovación y tecnología.
La Zona Especial de Desarrollo Mariel (ZEDM) fue anunciada en 2013 por los gobernantes castristas, quienes expresaron que su objetivo fundamental era generar producción de bienes y servicios con el fin de sustituir importaciones, generar nuevas exportaciones y articularse con el resto de la economía interna. Desde su inauguración, “a Bombo y Platillo”, ilusionaron a los cubanos de que al copiar el modelo chino se impulsaría el anhelado desarrollo y mejoraría su miserable vida. Desde su creación desconfié porque no se hablaba de la planeación estratégica elaborada y su visión futura. Después de su puesta en marcha la cúpula castro-comunista difundía, de vez en cuando, noticias favorables sin mostrar indicadores económicos, inversiones realizadas, así como resultados concretos.
Las Zonas Especiales de Desarrollo Económico, en términos generales, comparten los siguientes objetivos comunes:
Atraer nuevas inversiones. Según los gobernantes castristas se necesitan inversiones extranjeras en una cuantía aproximada de 2 000 a 2 500 millones de dólares anuales que, de acuerdo al cálculo oficial, impulsarían el crecimiento del producto interno bruto de Cuba. Transcurrida más de una década, la ZEDM ha logrado atraer apenas unos 3 340 millones de dólares. O sea, que han captado como promedio 340 millones de dólares anuales que no amortizan la inversión realizada. Si el anterior resultado no evidencia el fracaso de este emprendimiento, les solicito a los “Think tank”, castro-comunistas, que me lo expliquen para convencerme.
- Generar empleo. La repercusión de la ZEDM en el desempleo es insignificante. Se calcula que ha creado 16 000 empleos, pero además los inversionistas entregan el salario en dólares a las empresas empleadoras cubanas las que se apropian de una parte de los mismos. Por la miseria existente y porque no pueden protestar, los proletarios cubanos lo aceptan.
- Aumentar la competitividad del país. En el listado del Índice de competitividad mundial del 2019, no aparece Cuba (entre 141 países) y en el año 2024 la situación es peor. Este informe "evalúa la capacidad de los países de proveer altos niveles de prosperidad a sus ciudadanos". A su vez, esta habilidad depende de cuán productivamente un país utiliza sus recursos disponibles.
- Fomentar el comercio exterior. Antes de su inauguración Cuba exportaba muy poco. La ZEDM no ha satisfecho, al menos, las esenciales necesidades económicas del país, tampoco ha fomentado las exportaciones. Verbigracia, la ruina económica ha conllevado a que actualmente el país importe azúcar, después de haber sido el mayor exportador del mundo.
- Generar innovación. Este objetivo no ha sido priorizado ni logrado en el país por la obsolescencia de sus industrias, servicios, centro de investigaciones y la educación. No es posible que la ZEDM pudiera alcanzarlo. Los castristas suponen la innovación como aquellos “inventos”, de los profesionales y trabajadores, que mantienen funcionando las obsoletas industrias.
- Promover encadenamientos. Esta es una de las palabras preferidas del “estúpido designado” pero nunca, que yo sepa, ha señalado a la ZEDM como paradigma de este objetivo. Cuba importa todos los productos que requiere su economía, así que el único encadenamiento posible es la distribución de las importaciones, contrario al objetivo anhelado. La globalización ha creado un nuevo modelo de encadenamiento en el que los bienes se producen en varios países, surgiendo cadenas globales de valor. Cuba no ha logrado encadenar la economía nacional así que mucho menos puede insertarse en la global.
La publicación “Martí Verifica” expresa: “La Zona Especial de Desarrollo Mariel (ZEDM), inaugurada como parte de un proyecto liderado por militares cubanos, buscaba convertirse en un motor económico para el país mediante la atracción de inversión extranjera en diversos sectores”.
Según el Observatorio cubano de conflictos: “El Gobierno de Raúl Castro, directamente o mediante testaferros, ha consistido en una caterva de reformas económicas aparentemente aperturistas, pero que son solo un espejismo para ganar tiempo manteniendo al pueblo creyendo que se evoluciona hacia un país “más normal”, mientras el Gobierno acomete un “cambio fraude“: transformar el fracasado e insostenible socialismo fidelista en un sistema mercantilista sustentado por una base de privilegiados económicos con conexiones políticas —futuros oligarcas que aún están tapados—,donde el poder real se mantenga en la aristocracia político-militar actual”.
Ana Teresa Igarza Martínez, directora general de la zona, declaró el pasado mes de junio en la “Mesa Retonta”: “… la zona tiene como objetivo fundamental generar producción de bienes y servicios con el fin de sustituir importaciones, generar nuevas exportaciones y articularse con el resto de la economía interna”. “Sobre esa base, trabajamos con un programa de desarrollo y negocio trazado hasta el año 2042, que ha tenido ya dos salidas parciales: concluimos la primera en 2022 e iniciamos la segunda en 2023. Este programa prevé tres ejes de crecimiento fundamentales, dígase infraestructura, servicios y negocios, interconectados entre sí”, explicó.
O sea, el 90 % de las familias cubanas hundidas en la miseria por la carencia de electricidad, combustibles, alimentos, servicios de salud y otras necesidades sin resolver, imprescindibles para sobrevivir, se ilusionará porque “en el año 2042 la ZEDM resolverá los principales problemas de la economía”. No sé si lo enuncian para los imbéciles, los cretinos o estúpidos proletarios, que aún creen sus falacias; porque ningún cubano con plenas facultades mentales pueden tragarse tales embustes. La dictadura aparenta desconocer que muy pocos cubanos miran tan desacreditado programa televisivo. También ignora los graves daños que el huracán Rafael causó en la susodicha Zona. Además, la aludida dirigente es ignorante o no controla la ZEDM pues el “Panzón Marrero”, en el Período Ordinario de Sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP), realizado en el mes de diciembre, reconoció que la ZEDM ha sido un fracaso y como siempre anunció medidas destinadas a revitalizar la inversión extranjera y la adecuada gestión de dicho enclave.
Después de las reflexiones anteriores me surge una duda: “Si la cúpula castro-comunista no había creado las bases necesarias para el éxito de la ZEDM, tampoco invertido ni establecido las regulaciones para favorecer su desarrollo y no ha seguido las pautas de otros países, verbigracia, China”. ¿Por qué realizó esta inversión? La respuesta no la daré yo, sino que expongo un fragmento de un artículo de la firma Global Financial Integrity (GFI) publicado por la revista “El Economista”:
“Según la experiencia internacional, el lavado de dinero basado en el comercio implica disfrazar el producto de un delito, por medio de la utilización de transacciones de comercio, con el fin de tratar de legitimar los orígenes ilícitos. Esta modalidad implica una serie de esquemas para lograr su objetivo, tales como falsificación de documentos, tergiversar transacciones financieras, facturación en exceso o sobrevaluar el valor de los bienes.
“Las Zonas Económicas Especiales siguen siendo uno de los eslabones más débiles de la lucha contra el dinero sucio debido a lo fácil que es participar en las tres etapas de lavado de dinero: colocación, estratificación e integración”.
Además, en la antedicha publicación, se mencionaron los mecanismos del lavado de dinero basado en el comercio:
- Pagos a proveedores por parte de terceros no relacionados.
- Informes falsos sobre un producto.
- Importaciones y exportaciones repetidas de un mismo producto de alto valor.
- Productos que se comercializan que no coinciden con el negocio involucrado.
- Rutas de envío inusuales o puntos de transbordo.
- Doble facturación.
La Global Financial Integrity (GFI) destacó que en el mundo no existen soluciones o políticas para combatir el lavado de dinero dentro de estas regiones.
La brasilera Odebrecht fue esencial en la construcción de la terminal de contenedores en la ZEDM. Esta transnacional es una de las mayores constructoras de América y aunque no existen pruebas que demuestren que Cuba haya participado en la corrupción en la que ha estado involucrada la susodicha multinacional, es cuestión de tiempo que se descubra, pero además de acuerdo a los mecanismos de lavado de dinero expuestos anteriormente es posible que se utilice actualmente con esos fines. Mis sospechas aumentan porque la contralora general de Cuba, Gladys Bejerano, confirmó que GAESA no está bajo la supervisión de la Contraloría General de la República, y lo justificó atribuyendo al grupo una supuesta "disciplina superior". Este Holding militar ha tenido una participación importante en el proyecto de la ZEDM.
La mayoría de las inversiones y operaciones comerciales con divisas en Cuba son controladas por el holding militar GAESA, al que todos los miembros de la cúpula castro-comunista valoran como “un poder sobre el poder del país”, ha tenido una importante participación en la ZEDM y es mi criterio que su principal objetivo es crear una ruta para apañar la corrupción y el lavado de dinero. Aunque no poseo evidencias para exponerlas, todos los cubanos saben que la gerontocracia y sus descendientes no son competentes para desarrollar el país, pero tienen inteligencia para el latrocinio, deshonestidad y depravación. Desde hace años existen denuncias en contra de la dictadura castrista por la posesión de amañadas empresas y cuentas en bancos extranjeros a nombre de sustitutos. Todos los cubanos recuerdan la ofensa de Fidel Castro porque la revista Forbes calculó su fortuna en 900 millones de dólares, en su pataleta respondió que si le demostraban que poseía un dólar renunciaba. A la investigación le faltaron los nombres de los testaferros de dicho patrimonio.
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