Bases de espionaje de China en Cuba: una investigación en EEUU revela nuevas evidencias Diario de Cuba 9 de diciembre de 2024
Base El Salao en Santiago de Cuba. CSIS
El Centro para Estudios Estratégicos e Internacionales revela datos de cuatro instalaciones en Cuba que tienen equipos capaces de recolectar inteligencia de señales.
El Centro para Estudios Estratégicos e Internacionales de Estados Unidos (CSIS, siglas en inglés) reveló más evidencias sobre acciones de espionaje chino desde Cuba, en concreto datos sobre cuatro emplazamientos que estarían impulsando los esfuerzos de China para aunar información de inteligencia sobre Estados Unidos y sus vecinos.
El informe publicado el viernes se basó en el análisis de "imágenes satelitales y fuentes abiertas" que "ofrecen una visión sin precedentes de estas instalaciones y proporcionan pistas sobre cómo podrían usarse para espiar comunicaciones sensibles y actividades en la región".
Las cuatro bases identificadas con más potencial de servir al espionaje chino están ubicadas en Bejucal, provincia de Mayabeque; El Salao, en Santiago de Cuba; el Wajay, en La Habana; y Calabazar, también en la capital. El CSIS llegó a esta conclusión tras estudiar más de una decena de sitios de interés.
Según el documento, las cuatro instalaciones cuentan con equipos capaces de recopilar inteligencia de señales (SIGINT, siglas en inglés), una infraestructura de seguridad física clara (puestos de guardia, cercas perimetrales, insignias militares, etc.) y otras características que apuntan a actividades de recopilación de inteligencia.
Aunque algunos de los emplazamientos tienen décadas, habrían sido modernizados en años recientes y otros se han levantado en los últimos años.
Sobre la base de Bejucal, que tomó relevancia durante la Crisis de los Misiles en 1962, el CSIS dice que imágenes satelitales de marzo de este año indican que la instalación permanece activa y al sur de esta se encuentran al menos cinco entradas a instalaciones subterráneas construidas entre 2010 y 2019.
El informe cita fuentes anónimas de "desertores cubanos" que identifican a esta base como la posible "sede de la brigada radioelectrónica de la inteligencia militar cubana". Igualmente, publica imágenes de varias antenas dispersas en terrenos de la instalación. Al respecto, dice que varias de ellas han sido reubicadas en enero de 2024 y describe "antenas parabólicas".
"La ubicación y las características de estos instrumentos podrían permitir a la base rastrear satélites e interceptar sus comunicaciones de enlace descendente. Además, podrían potencialmente recopilar datos sobre los lanzamientos de cohetes estadounidenses desde el Centro Espacial Kennedy y la Estación de la Fuerza Espacial de Cabo Cañaveral en Florida. Esta información proporcionaría un acceso privilegiado a datos sobre las trayectorias de vuelo y la telemetría de dos de los principales sitios donde se lanzan satélites estadounidenses al espacio", alerta el CSIS.
El Salao, próxima al barrio santiaguero del mismo nombre, cuenta con un nuevo sitio de SIGINT que no había sido reportado anteriormente, según la investigación.
El CSIS explica que en la zona se ha estado construyendo una gran antena de matriz direccional controlada (CDAA, siglas en inglés) desde 2021, con un diámetro de entre 130 y 200 metros, capaz de detectar señales a entre 3.000 y 8.000 millas náuticas una vez operativa.
"Originalmente desarrolladas para ayudar a los servicios militares y de inteligencia a rastrear la ubicación y los movimientos de sus objetivos, las CDAA ahora también se emplean en una variedad de aplicaciones civiles, incluyendo la aplicación de la ley, búsqueda y rescate, y la investigación atmosférica", precisa el CSIS.
La base de Wajay, por otra parte, ha pasado de tener solo antena y varios edificios pequeños en 2002 a convertirse en un complejo robusto en la actualidad, cuando alberga 12 antenas de diversos tamaños y orientaciones, instalaciones significativas de operaciones y soporte, e incluso un pequeño parque solar que podría servir durante las fallas del desastroso sistema electroenergético cubano.
En opinión de los autores de la investigación, "aunque menos destacado que Bejucal o El Salao, Wajay ha aparecido en algunos documentos que afirman que China desempeñó un papel en su construcción o modernización (…) No se observan antenas parabólicas en esta ubicación, lo que sugiere que el propósito de Wajay es principalmente la interceptación y transmisión de señales terrestres".
A la base de Calabazar, por otra parte, el informe atribuye mejoras realizadas en fechas recientes, específicamente el nuevo parque solar, considerablemente más grande que el de Wajay y cuya instalación comenzó en 2012, así como antenas parabólicas, verticales y horizontales, que parecen estar orientadas principalmente hacia el sur, posiblemente dirigidas a captar transmisiones de satélites en órbita geoestacionaria sobre el ecuador.
"A diferencia de los tres sitios anteriores, Calabazar no ha sido identificado en registros públicos como vinculado a China. No obstante, informes obtenidos por el CSIS de desertores cubanos sitúan esta base dentro de los esfuerzos más amplios de recopilación de inteligencia de la Isla", dice el documento.
Para el CSIS, si bien las capacidades de enlace descendente para acceder a datos satelitales pueden utilizarse para una variedad de aplicaciones, los tipos de equipos de seguimiento espacial observados probablemente están destinados a monitorear las actividades de naciones como Estados Unidos, que tienen presencia en órbita.
"Incluso el acceso limitado a este equipo proporcionaría a China una capacidad mucho mayor para monitorear y comunicarse con sus propios activos espaciales que pasan por el otro lado del globo", añadió el informe.
En la década de 1990, tras el colapso de la Unión Soviética (URSS), se dieron varios intercambios de alto nivel entre líderes chinos y cubanos, incluida una delegación militar encabezada por el ministro de Defensa Nacional de China, Chi Haotian, en 1999.
El estudio del CSIS concluye que los rumores sobre la presencia de inteligencia de China en la Isla parecen haber comenzado con la visita de Chi. Los informes de los medios de comunicación de la época sugieren que el ministro firmó un acuerdo que otorgaba a China acceso a varias instalaciones de espionaje electrónico de la antigua URSS en Cuba.
Desde esos primeros días de compromiso, los lazos de China en Cuba no han hecho más que fortalecerse. Oficiales militares cubanos y chinos han participado en reuniones rutinarias de alto nivel entre los líderes estatales, del Partido y del ejército.
Cuba fue uno de los primeros países de América Latina y el Caribe en recibir al líder chino Xi Jinping tras su toma de posesión en 2013, y las autoridades cubanas han visitado China al menos cuatro veces desde entonces. Esto incluye una reunión reciente en abril de 2024 entre He Weidong, vicepresidente de la Comisión Militar Central de China, y el general cubano Víctor Rojos Ramos, donde ambos confesaron su "amistad inquebrantable".
A pesar del entorno de inversión notoriamente difícil del régimen cubano y sus enormes deudas, China ha proporcionado aproximadamente 7.800 millones de dólares en financiamiento para el desarrollo de la Isla desde el año 2000, según AidData, citada por CSIS.
Las empresas vinculadas a Pekín también están profundamente arraigadas en el sector tecnológico de Cuba. Los gigantes tecnológicos chinos Huawei y ZTE, ambos incluidos en la lista negra del Gobierno de Estados Unidos por riesgos de espionaje, ahora forman la columna vertebral de la infraestructura de telecomunicaciones, monopolio del Estado cubano. Los frecuentes intercambios técnicos entre universidades y empresas tecnológicas respaldadas por el régimen y el chino también facilitan la transferencia de tecnología.
Los regímenes de Cuba y China ya negaron informes anteriores sobre espionaje desde la Isla, uno de ellos del propio laboratorio de ideas radicado en Washington. La portavoz de la Cancillería china, Mao Ning, calificó como "un cuento" el reporte, publicado en julio por el diario The Wall Street Journal, mientras La Habana lo tachó de "leyendas".
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