Aumenta tensión entre las instituciones y Asamblea de Cineastas Cubanos El Ministerio de Cultura asesta un golpe al Fondo de Fomento del Cine Cubano. Por Yania Suárez Diario de Cuba 16 de septiembre de 2024
Reunión de la Asamblea de Cineastas Cubanos en julio de 2023. ACC/Facebook
Como se esperaba, el pulso entre las instituciones y la Asamblea de Cineastas Cubanos ha escalado, dado que las primeras no quieren ceder ante la insolencia de los sujetos a los cuales se deben. Esta vez, como se sospechaba también, el Ministerio de Cultura asesta su golpe contra el Fondo de Fomento del Cine Cubano, mecanismo mediante el cual el ICAIC otorga un presupuesto mínimo a proyectos independientes destacados y principal conquista de los cineastas organizados en Asamblea desde 2019.
En ese entonces (como ahora) los cineastas pedían una Ley de Cine. El Estado no descendió a otorgarles tanto, pero al menos sí les ofreció un Decreto que reconocía, entre otras cosas, el cine independiente, y permitía que un poquito de dinero fuera destinado a éste mediante un concurso que sería controlado por los propios artistas y no por funcionarios. Surgía así el Fondo de Fomento del Cine Cubano, la manera mediante la cual, por primera vez, se verían favorecidas las obras que consideraban valiosas los creadores y no los burócratas. Durante cinco convocatorias, artistas —sobre todo jóvenes y audaces como Carlos Lechuga, José Aparicio, e incluso Yunior García— vieron protegidas sus propuestas con un mínimo presupuesto, pero sobre todo, con la ley. En un país donde filmar de manera totalmente independiente es un delito, este amparo valía bastante. Ya no más.
Desde que los cineastas activaron otra vez su Asamblea con renacidas aspiraciones democráticas, la cadena de acciones y reacciones con la institución marcha al enfrentamiento. Los cineastas piden diálogo. Pero los funcionarios de una dictadura como la cubana no pueden hablar seriamente sobre libertad de expresión y mucho menos garantizarla. De modo que la discordia está planteada. El grupo en el poder que gobierna el ICAIC y todo lo demás en Cuba opta por el único camino que conoce y les funciona: la fuerza.
Este septiembre ha hecho saber los nombres de los jurados del Fondo de Fomento y las obras preseleccionadas en las modalidades de Guión, Producción y Desarrollo de Largometrajes. Su proceder es ilegal. Violando el acuerdo que en forma de Decreto (379/2019) y resoluciones (22/2019 y 49/2019 del Ministerio de Cultura) habían alcanzado con los cineastas, el ICAIC y el MINCULT desconocen la obligación, en primer lugar, de incluir en los comités de selección de esta convocatoria del FFCC a creadores audiovisuales y cinematográficos con amplia trayectoria, cuyo número puede llegar hasta seis, y también ignora la regla de que "cada categoría cuente en su respectivo jurado con al menos un director, un guionista y un productor".
"La conformación de los jurados anunciada en la Sexta Convocatoria viola estas exigencias", advierte la ACC en una declaración. "Se ha optado por apenas tres miembros en categorías de tanta importancia como Escritura de Guion y Producción, se echa en falta una adecuada equidad de géneros, mientras que el quórum elegido no expresa la diversidad de generaciones, tendencias y especialidades que ha caracterizado a las anteriores ediciones del FFCC. También resulta llamativa la inédita presencia de varios funcionarios, así como de miembros cuya experiencia de trabajo no parece la más idónea para atender adecuadamente la especialidad para la que han sido convocados". Tampoco se ha respetado la tradición de una "Oficina del Fondo" que hasta el momento recibía, organizaba y tramitaba los proyectos. Ahora simplemente no se sabe quién cumple esta función.
Gente ajena a los cineastas, gente de confianza de las instituciones e incluso funcionarios mismos vuelven al control de lo permitido. Es un golpe mortal para el Fondo de Fomento del Cine Cubano, que hasta ahora significaba autonomía y autenticidad. Es el castigo que reciben los cineastas por exigir derechos al poder.
Varios miembros de la comunidad protestaron en Facebook de inmediato, pero sus comentarios fueron denunciados por causas falaces, con lo cual consiguieron que los robots de esta red social los eliminara. No es difícil inferir detrás de esta operación la mano peluda de la policía política y sus ciberdestacamentos.
La Asamblea, entonces, ha publicado una declaración donde protesta por la amenaza a "la más importante conquista de nuestro gremio y de la Asamblea de Cineastas Cubanos (ACC) en lo que va de este siglo".
"La ACC ratifica que todo intento por violentar los mecanismos del FFCC para convertirlos en filtros de tratamientos y contenidos será firmemente cuestionado. Una vez más, se hace evidente la importancia de abordar nuestro diferendo pendiente sobre censura y exclusión", protesta.
Los artistas, así, van conociendo lo que el pueblo intuye y la oposición sabe de primera mano: hay un grupo fuera de la ley que detenta el poder en Cuba. Una buena oportunidad para que la Asamblea refuerce su carácter sindical y encuentre mecanismos ella misma para materializar y defender las obras libres que los cineastas quieran hacer.
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