Qué se sabe de Ryan Wesley Routh, la única pista firme que tiene el FBI y el Servicio Secreto de EEUU sobre el atentado contra Donald Trump Por Román Lejtman Infobae 16 de septiembre de 2024
Ryan Wesley Routh, sospechado de haber intentado asesinar a Donald Trump, mientras jugaba al golf en su club de West Palm Beach
El ex contratista de la construcción, fue apresado en una camioneta cuando intentaba huir por la autopista I-95, mientras la custodia del ex presidente encontraba un rifle semiautomático AK, dos mochilas y una cámara portátil GoPro en la zona del crimen
Ryan Wesley Routh, un ex contratista de la construcción con un largo prontuario, aparece como el principal sospechoso de haber intentado asesinar a Donald Trump cuando jugaba al golf en Palm Beach. Es la segunda vez que Trump enfrenta un intento de magnicidio, y el Servicio Secreto falla en la protección del ex presidente republicano.
Ryan Wesley Routh no tiene entrenamiento militar, aunque intentó reclutar a voluntarios para combatir contra las fuerzas rusas que invadieron Ucrania. “Estoy dispuesto a volar a Cracovia e ir a la frontera con Ucrania para ofrecerme voluntario, luchar y morir”, posteó Routh en X (antes Twitter) a principios de 2022.
Los agentes del Servicio Secreto se movían detrás y adelante del carrito que transportaba al expresidente cuando detectaron un cañón de rifle semiautomático que sobresalía de una valla pegada al campo de golf que pertenece a Trump. Sin perder un segundo, la custodia oficial disparó contra quien se supone es Routh.
“Fueron cuatro tiros”, reveló Rafael Barros, agente especial desplegado en Miami.
Routh habría abandonado su rifle con mirada telescópica, dos mochilas y una cámara GoPro, y se subió a su camioneta Nissan negra para huir de la escena del crimen. En ese momento, un vecino de la zona sacó una foto del principal implicado y la puso a disposición de las autoridades locales.
Un rato más tarde, a 60 kilómetros del club de golf, Routh era apresado en la autopista I-95.
Al momento del ataque, Trump jugaba al golf con Steve Witkoff, un inversor inmobiliario de Nueva York. Cuando se escucharon los disparos, ambos amigos estaban en el hoyo seis y hablaban de la campaña presidencial.
Sin perder un segundo, la custodia del servicio secreto protegió con sus cuerpos a Trump y Witkoff, que a bordo de un carrito de golf abandonaron los links del imponente club ubicado en Palm Beach.
Ric Bradshaw, sheriff del Condado de Palm Beach, midió la distancia entre el sitio utilizado por el francotirador y el hoyo seis del campo de golf, adonde se encontraba Trump. Le dio 365 metros en línea recta.
“Con un rifle y una mira como la que tiene, esa no es una distancia muy grande”, dijo el sheriff Bradshaw.
El Servicio Secreto reforzó el equipo de protección de Trump tras el intento de asesinato en Butler (Pensilvania), el 13 de julio. Ese refuerzo, que incluye agentes adicionales y una mejor inteligencia sobre el terreno, podría haber jugado un papel clave al momento de evitar un ataque directo al expresidente.
Sin embargo, al igual que en el caso de Butler, los problemas más importantes en la protección de Trump se vinculan a los perímetros de protección de un sitio específico, incluso uno que se debería conocer con exactitud porque pertenece al candidato republicano.
El posible tirador se posicionó en los arbustos pegados al perímetro del club de golf y tuvo a tiro a Trump.
“Imagino que la próxima vez que venga a un campo de golf, probablemente habrá un poco más de gente alrededor del perímetro”, comentó el sheriff Bradshaw.
Un vocero de la administración Biden aseguró anoche a Infobae que todavía no hay indicios que permitan vincular a Routh con una organización política o una conspiración urdida en el extranjero. Se trataría de un caso similar al ocurrido en Butler, adonde Thomas Crooks actuó solo y usó un fusil semiautomático AR-15.
A siete semanas de los comicios, la seguridad de Trump se transformó en un asunto de Estado. El candidato republicano sufrió dos intentos de asesinato en poco tiempo, y los controles de seguridad han fallado una y otra vez.
Routh está bajo custodia del FBI y hoy comenzarían los interrogatorios.
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El estado de Florida y el FBI investigarán el ataque a Donald Trump como un intento de asesinato contra el ex presidente Infobae 15-16 de septiembre de 2024
El gobernador, Ron DeSantis, dijo que la gente merece saber la verdad sobre el posible asesinato del actual candidato republicano a la Casa Blanca
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, dijo este domingo que el estado llevará a cabo su propia investigación sobre el intento de asesinato del ex mandatario y candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, en el Trump International Golf Club de Palm Beach.
“La gente merece saber la verdad sobre el posible asesino y cómo logró acercarse a menos de 500 metros del ex presidente y actual candidato republicano”, escribió en X el gobernador.
El ex presidente sufrió este domingo su segundo intento de asesinato este verano después de que un individuo, que fue detenido por el Servicio Secreto y no llegó a disparar al mandatario, se aproximara al campo de golf en el que estaba jugando el republicano, armado con un rifle AK-47 con mira telescópica.
La Oficina Federal de Investigación (FBI, en inglés) confirmó que lo sucedido en el Trump International Golf Club de West Palm Beach, Florida, está siendo investigado como un aparente “intento de asesinato”.
“Hubo disparos cerca de mí, pero antes de que los rumores comiencen a salirse de control, quiero que escuches esto primero: ¡ESTOY A SALVO Y BIEN!”, apuntó Trump en un breve comunicado de prensa tras conocerse del hecho.
Más tarde, el actual candidato republicano a la Casa Blanca emitió un nuevo mensaje: “¡Mi determinación es aún más fuerte después de otro atentado contra mi vida!”.
“Nunca me detendré. Nunca me rendiré. ¡NUNCA ME RENDIRÉ!”, prosiguió en un correo electrónico de recaudación de fondos.
El detenido es un hombre de 58 años llamado Ryan Wesley Routh que ha vivido en Carolina del Norte y en Hawái, según medios locales.
Trump fue víctima de un intento de asesinato el pasado 13 de julio durante un mitin en Butler (Pensilvania), después de que un joven de 20 años le disparó con un fusil hiriéndole en la oreja derecha.
El Servicio Secreto abatió al agresor, quien disparó desde un lugar elevado fuera del recinto, donde una persona del público murió por herida de bala.
El suceso provocó numerosas dimisiones por las fallas de seguridad del evento, incluso la de la entonces directora del Servicio Secreto estadounidense, Kimberly Cheatle.
Cheatle acabó dimitiendo diez días después por los errores en la seguridad en ese encuentro y afirmó que ese intento de asesinato supuso el “mayor fallo operativo” de la agencia “en décadas”.
Tras esto, el Servicio Secreto aprobó un plan para incrementar la seguridad de Trump, que incluye el uso de pantallas de vidrio blindado en sus eventos al exterior.
(Con información de EFE)
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