Venezuela y la española Repsol evalúan alianzas para avanzar en la cooperación energética. El Ejecutivo de Pedro Sánchez intenta rebajar las tensiones políticas entre Madrid y Caracas. 14ymedio/EFE. + Video: Jorge Rodríguez arremete contra España.
15-09-2024
Venezuela y la española Repsol evalúan alianzas para avanzar en la "cooperación energética" 14ymedio/EFE 14 de septiembre de 2024
El Ejecutivo de Pedro Sánchez intenta rebajar las tensiones políticas entre Madrid y Caracas
La vicepresidenta ejecutiva de Venezuela, Delcy Rodríguez, se reunió con el director de la unidad de Negocios de la española Repsol en Venezuela, Luis Antonio García Sánchez, en Caracas, para discutir las "alianzas estratégicas" y avanzar en la "cooperación energética", informó este viernes el canal estatal Venezolana de Televisión (VTV). "Nuestro país sigue avanzando en sus planes de cooperación energética y en las alianzas con empresas que, como Repsol, confían e invierten en la primera reserva petrolera del mundo", señaló Rodríguez, citada en nota de prensa de VTV.
El canal estatal transmitió imágenes del encuentro, aunque no se ofrecieron mayores detalles sobre lo conversado. De acuerdo a VTV, la "sinergia" entre Venezuela y Repsol refuerza el compromiso de la nación caribeña de "consolidar su posición como líder en el mercado energético global, para promover el desarrollo y la estabilidad económica a través de alianzas estratégicas y cooperación internacional".
Este encuentro se da dos días después de que el presidente del Parlamento venezolano, el chavista Jorge Rodríguez, pidiera a la Comisión de Política Exterior una reunión inmediata para elaborar una resolución que la plenaria "apruebe de manera perentoria" para solicitar "al Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela que se rompan de inmediato todas las relaciones" con España.
Jorge Rodríguez: AN solicitará romper relaciones comerciales y diplomáticas con España
La propuesta surgió luego de que el Congreso español aprobara reconocer al opositor Edmundo González Urrutia –exiliado en Madrid– como presidente electo.
Rodríguez pidió también que la resolución establezca que "todas las actividades de índole comercial de empresas españolas sean cesadas de inmediato", en respuesta a lo que consideró como "el atropello más brutal" de España contra Venezuela "desde los tiempos" en que el país luchó por su independencia, en referencia a la decisión del Congreso.
Este viernes, el embajador de España en Venezuela, Ramón Santos, se reunió con el canciller venezolano Yván Gil al considerar el Ejecutivo de Nicolás Maduro que se ha producido un deterioro en las relaciones por la "injerencia" de miembros del Gobierno de Pedro Sánchez en asuntos internos, que su Gobierno "no permitirá". Santos acudió a la reunión en la sede de la cartera de Exteriores, en Caracas, a instancias de Gil, quien calificó el día anterior como "insolentes, injerencistas y groseras" las declaraciones de la ministra de Defensa española, Margarita Robles, para quien el Gobierno de Maduro es una "dictadura".
Luego de la escalada, el Gobierno español optó este viernes por rebajar la tensión y calificó como "soberana" la decisión de Madurode convocar al embajador español y llamar a consultas a su representante en Madrid. "Convocar a un embajador y llamar a consultas son decisiones soberanas de cada Estado y por lo tanto, no hay nada que comentar", se limitó a señalar el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, en una entrevista con la cadena pública Radio Nacional.
Las declaraciones de la ministra de Defensa no han sido comentadas por el Gobierno español, pero han sido aplaudidos por la derecha porque son "la pura verdad", en palabras del dirigente del conservador Partido Popular Esteban González Pons, que ha llegado a pedir la retirada del embajador español en Caracas.
El jefe de la diplomacia española insistió en la voluntad del Ejecutivo de buscar "las mejores relaciones posibles con el pueblo hermano de Venezuela" y de velar por los intereses de la comunidad y las empresas nacionales en el país suramericano. Un mensaje de tranquilidad al que se sumó hoy el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, que garantizó que el Gobierno español "defenderá sus intereses en caso de que esto fuera necesario".
También el dirigente opositor venezolano Juan Pablo García se mostró convencido, en declaraciones a EFE, de que la crisis no se agravará porque "al régimen de Maduro no le interesa romper relaciones con España ni a España con Venezuela". "La crisis diplomática no es más que una manera de desviar la atención de lo realmente importante, es decir, de la necesidad de que España reconozca a Edmundo González como presidente electo", dijo García, miembro de la dirección del movimiento Vente Venezuela (VV).
Sánchez, no obstante, no reconocerá por el momento a González Urrutia como presidente electo de Venezuela, tal como ha pedido el Congreso español, que esta semana aprobó la propuesta a instancias del conservador Partido Popular y otros grupos de derecha.
Alineado con Bruselas, Sánchez insiste en que Maduro debe mostrar las actas de las elecciones del 28 de julio que, según la oposición venezolana, acreditan la derrota del chavismo. En rueda de prensa en Madrid, el alto representante para la Política Exterior de la UE, el español Josep Borrell, recordó que el bloque comunitario no puede reconocer Gobiernos ni Estados porque es una potestad de los Estados miembros, pero lo que sí puede hacer es "reconocer la legitimidad democrática de quien ostenta el poder, el control territorial, del ejército, de la policía...".Ese control, "fácticamente, era de Maduro antes de las elecciones y sigue siendo de Maduro después de las elecciones. Pero no lo consideramos una persona que pueda reclamar legitimidad democrática del poder que ostenta", añadió.
Por su parte, el ex presidente de Bolivia Evo Morales, aliado del Gobierno de Maduro, condenó el pronunciamiento del Parlamento español que se "entromete en los asuntos internos de Venezuela" y lamentó que España "se convierta en refugio de la derecha latinoamericana que sigue conspirando contra las democracias" en la región. "Tienen que darse cuenta de que no estamos en tiempos de Colonia. España no tiene la autoridad para desconocer a ningún presidente", escribió en la red social X.
Desde su llegada a Madrid, el domingo, González Urrutia ha mantenido un perfil bajo, aunque ha multiplicado sus contactos políticos con encuentros como los mantenidos este viernes con los ex presidentes Mariano Rajoy (PP) y Felipe González (socialista). Mientras desde las filas de la derecha española aumenta la presión para actuar contra Maduro: El PP confía en que la próxima semana el Parlamento Europeo reconozca a Edmundo González como vencedor de las elecciones y Vox pide al Gobierno el embargo de bienes de los miembros del régimen venezolano en España.
La presión internacional crece sobre Venezuela tras las sanciones anunciadas el jueves por EE UU contra 16 funcionarios, entre ellos miembros del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), del Consejo Nacional Electoral (CNE) y del Parlamento, por proclamar "falsamente" a Maduro como ganador de los comicios de julio. En la misma línea, Borrell pidió que se le apliquen sanciones específicas a Maduro y a su círculo íntimo, sus familias y todos los responsables de violaciones de los derechos humanos en el país.