E A González.- Joe Biden se retira de la contienda electoral, en otras palabras: “tira la toalla”; se va sin penas ni glorias a degustar sus favoritos helados de chocolate chip. Lo hace cuando la campaña de Donald J Trump va en ascenso. Es así que, la élite demócrata, los medios corporativos y los donantes multimillonarios presionaron con éxito al candidato elegido por los votantes primarios demócratas para que se retirara porque estaba abajo en las encuestas y estaba perdiendo. “Los demócratas destruyen la democracia en busca del poder”, aseguran algunos.
En realidad, es así. El presidente que fue electo según los cómputos por 82 millones de votos [ dudosos según muchos entendidos] en las elecciones del 2020; se retira o lo retiran de su intención de ser reelecto por esa masa increíble de votantes norteamericanos.
No se habla de una votación democrática en la próxima Convención Nacional Demócrata, sino en una elección “a dedo” desde ya, donde hay candidatos y candidatas por los que nadie ha propuesto ni han votado aún. Los nombres que más se barajan son los de Michelle Obama y Kamala Harris. Esta última viene siendo algo así como un “plato de segunda mesa”
Salga quien salga electo el 4 de noviembre; Joe Biden continuará en sus dedicaciones para proveer a los creadores de contenidos [memes] de material y “aguantar el golpe” en la Presidencia de los EEUU hasta que sea sustituido el 20 de enero del 2025; probablemente por Donald J Trump.
Todo esto si no es que, el mundo se incendia antes de esa fecha.
Pie de foto: El candidato por el que votamos debe retirarse para salvar la democracia
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