Eloy A González.- 19 de julio de 2024.- He leído una entrada en la plataforma “X”, en relación con el último acto del discurso de aceptación como candidato a la Presidencia de los Estados Unidos, anoche. El discurso, terminado con las notas del aria "Nessun dorma" de Turandot de Puccini (con el "vincerò", "vincerò" final) bajo una lluvia de globos rojos, blancos y azules, los colores de la bandera estadounidense.
Dice la nota que menciono que: “Trump acaba de enviar un mensaje al Estado Profundo”. Justo después del discurso de Trump, un cantante de ópera interpreta “Nessun Dorma. Nessun Dorma aparece al final de la película “La suma de todos los miedos”, momento en el que todos los traidores y actores del Estado profundo fueron ejecutados. [ MJTruthUltra@MJTruthUltra ]. Si aceptamos esto, debemos de asumir todo el contexto de la interpretación y su relación con el film: “La suma de todos los miedos” …, veamos
Nessun dorma es un aria del acto final de la ópera Turandot, de Giacomo Puccini. Se traduce del italiano como «Que nadie duerma». Ambientada en la China milenaria, la ópera narra la historia de la cruel princesa Turandot quien, en venganza a una antepasada mancillada, decapita a sus pretendientes si no le responden tres adivinanzas. Un príncipe ignoto (Calaf) se postula respondiéndole los tres enigmas y desafiándola a que sea ella la que averigüe su nombre. Turandot ordena que nadie duerma en Pekín hasta que se sepa el nombre del atrevido pretendiente.
Sigue a la proclama de la princesa china Turandot de que nadie debe dormir hasta hallar el nombre del príncipe desconocido, Calaf, quien ha lanzado el desafío de que, si su nombre no es descubierto, la fría Princesa Turandot se casará con él (fin del segundo acto). El aria inicia el tercer y último acto (que Puccini dejó inconcluso a poco de acabar el aria). Calaf canta, indicando su certeza de que sus esfuerzos por descubrir su nombre serán en vano. [Wikipedia]
Dejando a un lado la advertencia - ¿al Estado profundo?; de que “nadie duerma” o que “nadie debe dormir” – tranquilo-, el mensaje está en los últimos tres versos del aria, estos son:
¡Disípate, oh noche! ¡Ocultaos, estrellas! ¡Ocultaos, estrellas! ¡Al amanecer venceré! ¡Venceré! ¡Venceré!
Este es el mensaje final del discurso de Donald J Trump anoche, más que intimidante, desafiante en sí; de un político que viene casi de la muerte para decir lo que dice alguien que lucha: “Venceré”.
No se cuanto debe preocuparse el “estado profundo” con esto de un aria de Puccini, un discurso por momentos conciliador y por momentos desafiantes. Pero en un país donde: “La justicia ha sido despreciada, la rectitud se mantiene a distancia, la sinceridad tropieza en la plaza pública y la honradez no puede presentarse. La sinceridad ha desaparecido…, [ Isaías 14-15ª]”. Es buen tiempo para la justicia porque, al fin, “el fruto de la justicia se siembra en paz para los que hacen la paz.” [Santiago 3:18]
Y no hablo de la justicia que nos alcanza a todos, queramos o no. Incluso para aquellos que, con sus conciencias entenebrecidas, no podrán dormir. ¡Nessun dorma!
Eloy A González [19 de julio de 2024]
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