Sacerdote envía mensaje a los los presos políticos a tres años de las protestas del 11 de julio en Cuba Por Yaima Pardo RTV Martí 11 de julio de 2024
El sacerdote Alberto Reyes cree que el hecho de que un país tenga presos políticos habla de una sociedad que no ha evolucionado. En las cárceles cubanas hay casi 700 personas cumpliendo condenas por manifestarse el 11 y 12 de julio de 2021.
El sacerdote cubano Alberto Reyes, párroco de la Arquidiócesis de Camagüey, cree que el hecho de que un país tenga presos políticos habla de una sociedad que no ha evolucionado.
"Cuando en una sociedad, los que gobiernan, responden con la cárcel a quienes piensan diferente, es primitivo y habla muy mal de un gobierno, de una sociedad, donde la respuesta a la diferencia es la represión, la cárcel, la exclusión", dijo el religioso este jueves a Martí Noticias.
Cuando se cumplen tres años de las protestas del 11 y 12 de julio de 2021 en Cuba, casi 700 personas continúan presas por salir a las calles a pedir libertad. La mayoría de sus familiares han tenido que lidear con un poder que los estigmatiza. No obstante, el párroco cree en la importancia de la reconciliación para construir un país mejor.
"Trabajen lo mejor que tienen, lo mejor de sus almas para que el día que se abran las puertas a las prisiones -que se abrirán- y la gente le diga, tú quieres venganza, tú quieres odio, tú quieres revancha, ellos puedan decir: estoy aquí para construir una Cuba mejor. Esto no quita que no haya justicia".
"Yo sí creo que esto ha sido injusto y habrá que hacer justicia, pero una cosa es la justicia necesaria y otra cosa es la revancha... La fe creo que puede ayudar a nuestros hermanos presos a escribir música, su música, la música que podrán ofrecer desde lo que han aprendido desde el dolor a una Cuba nueva", agregó.
Reyes, una de las voces más críticas de la iglesia contra el régimen de La Habana, recordó lo duro que ha sido todo este tiempo para los familiares de los presos políticos.
"Es difícil para toda familia, sobre todo en Cuba, porque si las condiciones materiales económicas de la sociedad son difíciles imaginémonos en las cárceles. Tener un preso político en Cuba estigmatiza la familia, la señala, y ante esto ciertamente hay gente que les da la espalda".
"Son familias que entran en una situación de vulnerabilidad social, son personas que necesitan más que nunca, en este momento, de otras que los animen, los apoyen... porque ser preso político es ser víctima de una injusticia... Hay mucha gente que se ha prestado para avalar algo que es injusto y esto si no se trabaja, puede llenarnos de odio, de resentimiento, de deseo de venganza".
"No podemos olvidar que la situación de los presos políticos tiene cierto parecido con las personas que estuvieron en los campos de concentración, por tanto, ellos y sus familias hacen un proceso de perdón, de ofrecimiento de todo este dolor o ellos convierten ese dolor en una actitud de voy a luchar para que nunca más esto suceda. Voy a tratar de educar a todo el que esté a mi alcance, en la tolerancia, en la aceptación del otro, en el amor, en el perdón".
De lo contrario, aclara, "cuando esto echa raíces en el alma, no tiene fin, se mete en una espiral de amargura y de odio que destruye a la persona, muchas veces sin que la persona se dé cuenta porque lo recubre de justicia".
"Por eso hay que rezar, hay que rezar por ellos mucho y lo otro que podemos hacer es ayudarlos. Numero uno, visibilizando, yo creo que hay que visibilizarlos un día y otro día y otro día. No nos podemos callar, denunciando esto y por supuesto, ayudando materialmente en todo lo que podamos".
En sus columnas "He estado pensando", que publica semanalmente en su perfil de Facebook, Reyes envía periódiccamente mensajes de fe para los familiares y los presos políticos de la isla.
"La fe es esencial en este momento para que nos ayude a transformar esto que parece una maldición en bendición. Es decir, para que la fe los ayude a crecer desde el dolor, en el perdón, en la misericordia. Para que los enfoque en lo que pienso que deberían enfocarse cuando salgan de la cárcel. No en venganza, no en revancha, sino en la construcción de una sociedad en la que esto no suceda nunca más".
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