Antonio Ramos Zúñiga.- La política es impredecible, a veces se dan milagros. Sin embargo, en los países del antiguo bloque soviético no se produjo ninguna asonada militar, y los pocos intentos que hubo, fueron abortados. Lo primero que vigila el régimen comunista no es el pueblo, sino a ellos mismos, en todos los niveles. La inteligencia militar y el chivato es prioritario para la seguridad del estado. A veces fabrican disidencias para eliminar adversarios dentro del aparato, etc. En Cuba sucede lo mismo... En la cumbre militar, entre los comandantes veteranos de la revolución y el generalato, que vive requetebien , además de gozar de privilegios de todo tipo, uno de ellos la impunidad, no es posible que se origine una quiebra de la unidad, porque solo el aparato garantiza que no sean juzgados por la democracia.
Ellos viven como burgueses, sin democracia y muchos tienen a su familia fuera de Cuba. También muchos de ellos tienen crímenes en sus expedientes. No son dulces guerreros, como les llama el turiferario Norberto Fuentes, sino fanáticos, tipos obtusos y criminales, que han saqueado la nación. De general a sargento viven bien, por encima de la miseria generalizada, tienen buen salario, una casa central que les ofrece restaurante con filete uruguayo, etc. y además le temen a ser suprimidos en una Cuba libre.
Por tanto, sólo en las capas bajas, los soldados y en algún oficial idealista, en los que cualquier pensamiento disidente yace clandestino dentro de ellos, podría existir el deseo del motín. Pero cómo se van a organizar, si los vigilan y la mayoría de las veces están desarmados. El armamento está bien cerrado de los arsenales.
En los cuerpos de la seguridad del estado podría existir el mismo propósito, pero individualmente, como sucedía en la era soviética, pero por lo general, lo más que hacen es volverse espías, o dobles espías..., tenemos a varios de ellos en el exilio, que son ahora voceros o especialistas, etc. Digamos que un general joven se sienta tentado a hacer algo por una Cuba libre, cómo lo haría, podría hacerlo pero de dónde vendría el respaldo financiero, moral, mediático, etc. Seguramente muchos militantes del régimen ya están hartos de castrismo y comunismo, pero no saben cómo rebasar el miedo y el control del Gran Hermano.
La disidencia y que exista una inestabilidad en las capas medias del ejército no se debe descartar, pero desconocemos lo que pasa.
La teoría de que se está preparando un cambio, pero de jefatura, sacrificando o purgando el orden actual, es plausible. Podría ser un cambio, para aupar al general Alejandro Castro, hijo de Raúl, al primer puesto de la nación, y en cualquier momento veremos a Díaz Canel, culpado de todo, en plan piyama, reconociendo errores. Alejandro es la carta que le queda al castrismo para transitar hacia un cambio maquillado, si el cabildeo con Estados Unidos les abre cierta puerta hacia garantías de un poscastrismo con el clan Castro al mando. Es una maquinación probable porque de cuál otra manera van a quitarse la bancarrota y el posible estallido popular, que los llevará a usar los tanques o a correr con sus millones al extranjero...
Ojalá un general o un civil joven diga basta y confronte a la dinastía castrista, o que de pronto haya una inundación de pueblo que, en vez de gritar quiero comida, se alce gritando liberación Ya, con decidido apoyo del exilio y reconocimiento de Estados Unidos, y esa inundación obligue al castrismo a claudicar... como claudicaron los comunistas en 1989...
Ojalá, sin embargo, es mi deseo, mi esperanza, pero no la de los nuevos fanáticos de la izquierda mundial que han emprendido nuevas conquistas neocomunistas... y siguen estableciendo bases en América Latina, una de ellas será México si gana la candidata del socialismo... mientras la apatía estadounidense prosigue...
De todos modos la inundación libertaria cubana no la detiene nadie.
A.Ramos Zúñiga
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