DDC VIDEO: El eurodiputado Javier Nart: 'Lo que ocurre en Cuba no son errores, son horrores. Cuba es un desastre, es un régimen abyecto, incapaz. No tiene sentido aumentar la ayuda económica al régimen dictatorial de Cuba'. Por Náyare Menoyo Florián.
09-06-2024
Javier Nart: 'No tiene sentido aumentar la ayuda económica al régimen dictatorial de Cuba' Por Náyare Menoyo Florián Diario de Cuba 8 de junio de 2024
El eurodiputado y político español conversa con DIARIO DE CUBA en el marco de las elecciones europeas, sobre la relación entre el bloque y el Gobierno cubano.
Desde el pasado 6 de junio y hasta el día 9 tienen lugar las elecciones Europeas. El ejercicio democrático, que sucede cada cinco años, incluye a los 27 países que integran el bloque. ¿Cómo influirán los resultados de las votaciones en la relación de la Unión Europea con Cuba? ¿Podrá mantenerse el acuerdo de diálogo? ¿Qué pueden esperar los cubanos de estas elecciones?
DIARIO DE CUBA conversó con el eurodiputado Javier Nart, quien ha sido vicepresidente de la delegación para las relaciones con los países de América Latina y el Caribe en el Parlamento Europeo, y ha luchado por los derechos humanos en multitud de ámbitos.
"Yo nací, crecí y viví bajo el franquismo. Así que sé lo que es una dictadura", dijo Nart. "Para mí Cuba es el recuerdo de lo que nosotros en España padecimos bajo la dictadura".
Usted ha impulsado numerosas acciones, desde su posición de eurodiputado, para combatir al régimen cubano.
En el Parlamento Europeo he impulsado resoluciones respecto a la situación liberticida y de violación de derechos humanos en muchos lugares del mundo, y entre ellos, desde luego, en Cuba. Ha habido dos intentos de realizar una misión por parte del Parlamento Europeo en la República de Cuba, algo a lo que el país está obligado. Cuba lo rechazó las dos veces. Al final, el Parlamento Europeo acordó una misión extraordinaria, que solamente se acuerda muy pocas veces, que es una misión ad hoc. Al principio, parecía que el Gobierno de Cuba estaba dispuesto, hasta que, de forma democrática, los miembros de la misión me eligieron presidente. En ese momento, desde el Gobierno de Cuba, con una carta entre ridícula, patética, ampulosa, grotesca, me definieron como cómplice de los terroristas, agente de Washington, las memeces habituales, que también decía Franco.
¿Por qué son importantes este tipo de acciones, desde la diplomacia, respecto a regímenes dictatoriales, específicamente el cubano?
Hay algo que yo no entendido nunca en la llamada izquierda europea, la fascinación por la revolución romántica cubana. A mí me sorprende cómo los socialistas, por ejemplo, siguen con la fascinación de que hay que seguir dialogando con Cuba, dialogando en favor de abrir espacios democráticos. Yo fui asesor de Felipe González en la Comisión de Asuntos Exteriores y él tenía la opinión de que se podían abrir espacios de libertad en Cuba, a través de una apertura democrática, una apertura sobre todo económica, que diera lugar a una insipiente clase media y que esa clase media creara los principios de la democracia. A mí todo eso me pareció utópico.
¿Utópico por qué?
Primero, no solamente Cuba es distinta y distante, sino que Cuba no está en Europa. En Cuba no ha existido nunca una clase media desde que llegó el castrismo. En Cuba el poder político, económico y militar está en una sola mano y en consecuencia la capacidad de evolución del régimen es absolutamente cero. Y la prueba es que, desde que aprobamos el acuerdo con Cuba hace ocho o nueve años, la situación no solamente no ha mejorado, sino que ha empeorado. ¿Qué diablos hacemos manteniendo un diálogo permanente? Los diálogos son para tener un avance en algún sentido. En Cuba hay más de mil prisioneros políticos, una represión brutal, es un régimen vergonzoso. Sinceramente lo digo, una mierda de régimen.
Si el diálogo no tiene ningún resultado, ¿qué otra cosa podría tenerlo, en su opinión?
La Posición Común que tuvo la UE, esto es lo que dice José Borrell, no dio ningún resultado. Pero no tiene sentido incrementar la ayuda económica al régimen dictatorial, con la esperanza de que va a cambiar cuando no cambia nada. Lo que se debe hacer es sencillamente lo que está acordado, y es que si se producen violaciones del acuerdo, porque no se respetan los derechos humanos ni los principios democráticos, se tiene que proceder a una convocatoria de diálogo poner de manifiesto estas violaciones. Si no son respondidas o resueltas de forma favorable, se suspende el acuerdo.Lo que ocurre en Cuba no son errores, son horrores.
El Gobierno de Cuba siempre pone la soberanía y el embargo como justificaciones para defenderse de las críticas a sus violaciones.
Es un pretexto falso. Embargo significa que los bienes cubanos quedan atrapados, pero no que no existe comercio. Uno puede comerciar con quien quiere, y EEUU no quiere comerciar con Cuba, es un derecho. Pero EEUU es uno los mayores exportadores de alimentos y medicamentos que tiene Cuba. El problema es que Cuba no puede pagar, sencillamente porque la administración económica es un absoluto disparate. Cuba es un desastre económico, un desastre político, un desastre de derechos humanos. Es un régimen abyecto, incapaz, pero que sigue teniendo esa especie de apoyo romántico, que es la lucha contra el imperialismo.
En este escenario que usted acaba de describir, ¿qué podrían esperar los cubanos de las elecciones europeas?
Primero, que el gobierno de Europa cambie y comprenda que no se puede seguir manteniendo un acuerdo de cooperación con Cuba, cuando Cuba no cumple. En segundo lugar, va a cambiar la comisión del Parlamento, y vamos a ver cuál es la situación que se produce. En el año 2024 hemos hecho dos resoluciones sobre Cuba; sobre todo hay una que es muy interesante, y es que hemos prohibido el acceso a las representaciones del Gobierno cubano en el Parlamento Europeo.