La viuda del turista ruso muerto en Cuba y cuyo cuerpo acabó en Canadá cree que el trueque fue deliberado
'Existe la sospecha de que mi esposo murió de forma violenta', dice Tatiana Neroeva.
Diario de Cuba
28 de mayo de 2024
La viuda del turista de Rusia fallecido en Cuba y enviado a Canadá a raíz de un presunto error de las autoridades de la Isla aseguró que, cuando reciba el cadáver, lo someterá a pruebas para determinar la causa de la muerte, dado que no confía en la versión oficial sobre los hechos.
Tatiana Neroeva dijo al medio ruso RT que un análisis de ADN realizado al cadáver que sigue en la nación norteamericana confirmó que se trata de su esposo.
"Nos han prometido que a finales de mayo su cuerpo será enviado a su tierra natal, a Cheliábinsk", aseguró la mujer.
Pero después de cumplido el trámite, Neroeva buscará determinar la causa de la muerte.
"Existe la sospecha de que mi esposo murió de forma violenta. El reemplazo de cuerpos no ocurrió por accidente, sino deliberadamente", aseguró, y agregó que ella cree que las pruebas del presunto asesinato pueden estar en el cuerpo de su esposo, razón por la que le habrían enviado el cadáver de un canadiense.
El esposo de Neroeva viajó en marzo a Cuba. En su primer día en la Isla, salió a cambiar dinero y luego no se volvió a saber de él. Posteriormente, la familia fue contactada para reportarle su muerte.
A mediados de mayo, Anna Neroeva, hija del fallecido, denunció que "enterramos a la persona equivocada. Papá nunca fue devuelto".
La joven también dijo creer que la entrega del cuerpo de otra persona se llevó a cabo deliberadamente y no por error. "Lo más probable es que las autoridades del país simplemente no quieran entender lo que sucedió. En cuanto a papá, solo fue a cambiar dinero a la oficina de cambio y no regresó", aseguró.
La mujer, residente de Cheliábinsk, agregó que las diferencias en el cuerpo que recibieron con las de su padre fueron justificadas por los sacerdotes que oficiaron las honras fúnebres del fallecido, quien acabó enterrado pese a las dudas de Neroeva.
"Estaba en estado de shock. Mis familiares me hicieron preguntas: '¿Quién es este?' Es decir, ¿por qué se ve tan diferente? Los sacerdotes me aseguraron que es normal que ocurran este tipo de cambios al embalsamar el cuerpo", dijo la mujer.
Pero días después del sepelio, la Embajada de Canadá se puso en contacto con un amigo del fallecido, que estaba de vacaciones con él en Cuba.
"Resultó que el cadáver de un canadiense fue enviado desde Cuba a Cheliábinsk, y el otro cuerpo está en Canadá", agregó la hija del fallecido.
"Tendremos una prueba de ADN y una exhumación para enviar a los canadienses. Ellos dijeron que no enterraron a mi padre, que todavía está en la morgue. Es decir, desde hace dos meses", añadió Neoreva.
"Vi información acerca de que esos casos ya han ocurrido en Cuba", concluyó la mujer.
El caso fue destapado por los familiares de Faraj Allah Jarjour, turista canadiense fallecido en Cuba, quienes denunciaron a los medios de Canadá haber recibido un cadáver no correspondiente con su padre. Después de varios días, se conoció que el cuerpo de su ser querido había sido finalmente localizado en Rusia.
Este suceso, que puso en evidencia la incompetencia de La Habana de cara a dos de sus mayores mercados turísticos, obligó al canciller Bruno Rodríguez a ofrecer sus disculpas a los familiares del turista canadiense, tras calificar lo ocurrido como un "desafortunado incidente".
De acuerdo con el medio canadiense TVA Nouvelles, La Habana reembolsó los 10.000 dólares de la operación de repatriación del cadáver a la familia de Allah Jarjour.
El canadiense falleció el viernes 22 de marzo de un ataque al corazón, mientras nadaba en el baleario cubano, de acuerdo con la versión oficial. Según el testimonio de sus allegados, el cuerpo sin vida permaneció en la arena durante unas ocho horas, a falta de socorristas cerca en la playa y personal médico en las instalaciones del hotel.
La familia intentó comunicarse con el Gobierno canadiense varias veces. Cuando finalmente lograron hablar con alguien, un funcionario les dijo que todo era responsabilidad de ASISTUR, la compañía de seguros médicos cubana que entregó el cuerpo.
"Los canadienses no estamos protegidos en Cuba", lamentó Miriam Jarjour, hija del canadiense fallecido en la Isla.
| 
