TRES DE ARROZ Y CUATRO DE AZÚCAR. Por Domingo Lezcano.
21-03-2024
Domingo Lezcano.- Así como Adolf Hitler supo bien temprano identificar las miserias del pueblo Alemán derivadas de la 1ra Guerra Mundial donde el concepto de NACIONALIDAD quedó mal herido y la calidad de vida muy quebrantada en contraposición del pueblo judío, que con su creatividad y laboriosidad supo levantarse cual ave fénix y crear riquezas, sólo fue cuestión de usar esa realidad para crear una masa crítica que aderezada con el cultivo del nacionalismo y dotada de argumentos pseudo-científicos sobre la superioridad racial quedaba lista para soportar sobre su espalda al partido nacional socialista y seguir con mortal fanatismo al líder endiosado.
Materia bien sabida es la admiración de Fidel Castro por Hitler y su avidez por los textos quedados de éste, de tal manera que en su determinación de ser caudillo de esta isla, se dió a la tarea de estudiar el legado del nazismo a la par que observaba cuál bichos en microscopio a los cubanos; es así que identificó que por idiosincrasia durante las fiestas de fin de año, toda pena se ahogaba entre lechón asado y cerveza y durante la guerra de guerrillas era bien fácil superar la desmotivación de la tropa ocupando en "donación" forzada, dos o tres vacas de algún campesino local, que con mucha vianda igualmente robada, llenaba los estómagos guerrilleros y listos para dar la sangre obedeciendo las consignas de su comandante.
Una vez logrado el triunfo, el caudillo aplicó lo muy bien experimentado en la contienda y bien temprano eliminó, con el eufemismo de nacionalizar, a todos los proveedores de alimentación privados, mercados, bodegas y puestos de comida de los barrios, así como la infraestructura productiva agrícola e industrial que sostenía a estos. Eliminada la competencia se constituyó en único productor y por tanto proveedor de alimentos para la masa que debía ser dominada creando la libreta de racionamiento que con ironía burlesca llamó de abastecimientos y que venida, a menos, a causa de la mala praxis de un diseño económico caprichoso y anticienfifico quedando en la actualidad sólo uno, dos, o tres porciento de los renglones concebidos que de inicio no se debilita como herramienta de dominación en nuestra realidad, porque a la par que en las escuelas se enseñan matemáticas, español y demás materias elementales, se mal educa por omisión o tergiversación manipulada en materia de civismo, de tal manera que se obtiene un "hombre nuevo" muy básico y elemental cuya única satisfacción es llenar el estómago en detrimento de conceptualizar para si mismo ideas como la libertad y los derechos ciudadanos.
Considerando otros muchos factores, tales como la represión y el regionalismo mal encausado del "ser santiaguero", nos puede al menos, aproximar a responder una pregunta que muchos se hacen: ¿ Qué pasó en Santiago?, creo pecamos de ver con los lentes de la esperanza lo que no estaba pasando, están los vídeos, podemos verlos y verlos y si nos desprejuiciamos veremos una multitud gritando por comida y electricidad y unos pocos valientes tratando de encauzar el reclamo hacia lo más importante y definitivo LIBERTAD, que fueron seguidos, sólo a ratos, pero para la gran mayoría, la urgencia seguía siendo la comida y la electridad...
Muy hábilmente los jefes del aparato represivo lo vieron y se abstuvieron de la golpiza masiva que luego aplicaron selectivamente contra los que más que comida, y electricidad, querían libertad, y para la mayoría entonces se ofreció dos libras de arroz y tres de azúcar y así se dió por acabado este episodio santiaguero que a pesar de nuestros deseos, no parece que vaya a replicarse en la capital, donde la dictadura se apresura a distribuir en las bodegas una fracción minina de la cuota del mes y un módulo gratuito de comida a personas más pobres de entre los pobres, por cortesía de otros gobiernos aliados del castro-comunismo.