A todos los encarcelados políticos de Cuba y Venezuela.
(1) Emiliano Pérez Castellano.- Profe, quiero tocar otro asunto de actualidad nacional, las Mipymes
José Vilasuso: Buena idea, pero por el campo económico no me quiero anticipar.
(2) Emiliano P. C.- Ni yo tampoco, pero resulta ser que el tópico pica zonas del capitalismo hasta el momento inexploradas, me suena como despertador picando curiosidades.
JV: Bueno, no cabe la menor duda que desde hace rato a los usurpadores del poder se les vienen revolviendo agallas y estimulando ambiciones. Para mi no es secreto, después de todo: condición natural del ser humano; progresar, ascender, ganar dinero, en una palabra; impulso irreemplazable de nuestra especie que, al cabo de sesenta y cinco años se desata rotundamente. Aquí estoy yo, dicen los militares y a ver qué pasa.
(3) Emiliano P. C.- Pueden pasar muchas cosas, profe. Todo se concreta en afianzarce a bordo de la nave. Es la fuerza de los privilegiados, tema viejo y con el que no se juega.
JV: Cierto, pero una de tantas cosas consiste en que el legítimo deseo de progresar económicamente debe atemperarse a las condiciones ofrecidas; en otros términos, al entorno en que se abrirá la Caja de Pandora, directa al progreso, la riqueza, al bienestar. No se trata solo de aprovechar momento, circunstancias o privilegios vía libre a los buenos negocios; la boca abierta no se reduce a la ganancia pura; la meta no es tan sencilla como a primera vista la pintan.
(4) Emiliano P. C.- Ay, ya empieza usted a enrredar la pita, profesor.
JV: Enrredo ninguno. Lo que pasa es que hasta este instante la opinión pública internacional no parece darse cuenta del significado y enorme trastienda que las Mipymes encuban.
(5) Emiliano P. C.- Significan, encuban ¿qué?
JV: Encuban un afan de lucro desmedido y salvaje, aprovecharse de privilegios que superan con creces las peores críticas antaño formuladas contra el capitalismo; estamos palpando idéntica propensión a la denominada explotación del hombre por el hombre, Emiliano. ¿No lo ve, usted? No le de mas vueltas a la noria. Las avenidas no pueden estar mas despejadas, el panorama mas claro, clarísimo.
(6) Emiliano P. C.- A la carga, pues, maestro.
JV: Vea usted, los propietarios de tales Mipymes no son otros que jerarcas, testaferros, coimes y amigazos del gobierno, muchos de ellos militares. La fauna completa resiente los desgastes de una economía miserable, pobreza repartida que, a la hora de los mameyes no les permite pasar de utilidades modestas; es la verificación del dicho. Si la vaca no da mas leche, nadie se puede hacer rico. Estos privilegiados vienen engordando desde hace buen rato, pero ¿qué pasa? No se sienten satisfechos, la vida encarece, Cuba empobrece y ellos a su vez relamen el gusto por nuevas necesidades, diferentes, y mas jugosos boato y placeres, ambiciones en aumento; todo eso se estimula con idética aguja que nos pincha a los capitalistas; nosotros también queremos mas, deseamos mas, no nos saciamos con cualquier bagatela, ni se nos embauca con engañabobos; la bola pica y se extiende. Por ende señala un paralelo entre afines experiencias, ansiedad y sensaciones similares en ambos sistemas, dado que el hombre en su sangre y esencia es el mismo, no importan sistemas. Un paralelo que ni el gran Paracelso podría contener, ni ocultar. Allá adentro y aquí afuera acontece cual pareja de líneas rectas geométricamente trazadas en idéntica dirección. Los comunistas se están bajando las caretas, mi amigo. El poder da dinero para quienes lo detentan pero limitado. Arriba se reparte el premio gordo de la lotería y a cada cual según su escala correspondiente. Experiencias del buen vivir. Por cierto, Fidel supo vislumbrar este fenómeno desde temprano. Yo recuerdo cuando repartio no sé cuántos OLDSMOVILES entre los comandantes. Esto sucedía en los años sesenta; paseando frente al Encanto, por San Rafael y Galiano se distinguían los OLDSMOVILES manejados por comandantes, segurosos y sus amigos, familiares, asociados, esposas o muchachas complacientes. Fidel indiscutiblemente perro viejo, fiel conocedor y manipulador infalible de sus incondicionales, demostró que no se puede gobernar a gusto, si tus subalternos no chupan parejo. Con el tiempo las oprtunidades lucrativas se fueron abriendo, renovadas metas se ambicionaron, y por fin surgio Gaeza. Al principio Gaeza fue una empresa libre regida por militares de alta graduación, operaban comercios generalmente lujosos vendedores de productos difíciles de adquirir en mercado regular. Mas tarde supimos que construían hoteles de lujo para a la larga sustituir la industria hotelera española, objetivo que ahora consideramos a tiro con mejor puntería. Que se aliste pues la Cadena Meliá para recoger sus bártulos y arrancar nuevamente para España con lo que les permitan llevarse que, así paga el diablo. En la Cuba de mis tiempos se decía que desde el poder hay que mojar, si no mojas no asegurarás apoyo; amigos, guardaespaldas, cubrecaras y guatacas. Un viejo Manengue criollo por los primeros años de la República le apodaban Tiburón, y se corría como voz popular, Tiburón se empapa, pero salpica.
(7) Emiliano P. C.- Profe, eso tiene un límite.
JV: Claro que lo tiene, usted lo ha dicho, y se reafirma al advertirse: oye mi socio, llegó la hora de que la vaca nos de mas leche. Pero lo reitero. el comunismo sólo alcanza un tope, y ese tope en Cuba hace rato rebasó el cielorraso. Hoy por hoy la economía criolla declina, vox populi, Gaeza gana menos de lo ambicionado y las Mipymes no se hacen ilusiones. No es extraño que sus beneficiados y beneficiarios pretendan resarcirse de pérdidas. Algo tienen que hacer y no se quedarán ni en el trillo ni en el limbo. El comunismo se echó a sus espaldas un viejo mal hábito, a su vez una de sus máximas fuentes de ingreso: apoderarse de las propiedades capitalistas. Basta un simple recuento de las expropiaciones registradas a los comienzos del actual régimen, 1959. Yo me acuerdo de aquel chiste revolucionario, cito, la guanajita echá, termino la cita. Le quitaron sus cuentas bancarias a miles de propietarios que pasaron al tesoro del estado y a la larga repletan bolsillos de altos personeros oficialistas. Desde entonces todo el que posee algo en Cuba debe reconocerse en riesgo de que se lo confisquen, tarde o temprano los coge la confronta.
De esta suerte arribamos a los tiempos que corren, las cosas están de yuca y ñame. AY mi madre, aquí no queda ni dónde amarrar la chiva. Con la peste el último. De buenas a primeras los detentadores del poder, (dueños de las vacas) han descubierto que pocos, casi nadie o al menos muchos menos, disponen de efectivo suficiente ni para comprar como antes en bolsa negra; las tiendas gubernamentales van reduciendo inventarios, ganancias; mientras las escaseces acrecen, el numerario decrece y los pocos, muy pocos, únicos o casi únicos ciudadanos que aun manejan billetes verdes en apreciable monto resultan ser receptores de remesas procedentes del extranjero. Albricias parece cantar algún general de luengas barbas, la gallina que pone los huevos de oro. Al momento que corre, como verdadero Ábrete Sésamo sobresalen las Mipymes, variedad, colega, asociado o compañero de ruta de Gaeza; en otras palabras, accionistas de una misma corporación. Sus tiendas estatales ofrecen productos normales del mercado capitalista; productos raros, rarísimos en la oferta cotidiana; pero a precios por las nubes, ¿quién puede comprarlos? Ay, a Cachita no le alcanza ni pal arroz con frijoles de sus negritos. Ahí está el detalle, como diría Cantinflas ¿quién tiene los billetes? respuesta, hoy por hoy prioritaria y fundamentalmente los dueños de remesas. La historia que se repite, fueron los ricos del pasado, pasado; la clase media de un pasado no tan pasado y ahora los receptores de remesas. Aunque anótese esto: ¿dónde está la riqueza de cubanos que no sea producto del capitalismo? Aquellos veteranos lo heredaron o lo hicieron en tiempos de la colonia, los segundos en tiempos republicanos, y otro tanto terceros hasta 1959. Pregunta ¿qué riqueza pues produjo el comunismo que ahora ambicionan Gaeza, Mipymes, o los generales Fulano y/o Mengano? Espero confortablemente sentado en mi butaca, la respuesta del señor Andrés López Obrador, Gustavo Petro, familia Zelaya, la Comisión de Derechos Humanos de República Dominicana u otros apologistas del gobierno habanero.
Pasando la página. El régimen persigue denodadamente las riquezas capitalistas puesto que son las verdaderamente dignas de calificarse así; lo demás es remanente, producto, efecto, sobrante, botín, rédito, dádivas, migajas de aquélla; resultado por tanto de lo arrebatado a hombres que lo ganaron con el sudor de su frente. Simplificación y derivados en fin de principios lúcidamente expuestos por Frederic Hayek entre otros economistas lidereantes de la doctrina neoliberal en predominio por el mundo moderno; con sus luces y sombras, ya que no existe la sociedad Ideal y perfecta, mucho menos el hombre nuevo según el camarada Guevara. Verdad que es hora de divulgarse a los cuatro vientos y persianas de las ventanas abiertas de par en par. Por el atajo; los comunistas se apropian de la riqueza capitalista e incluso al instante de implantar su régimen, en ocasiones algo reparten; pero repartos improvisados, careciendo de asiento, reflexión y solidez; lidiamos pues con un beneficio inmediato. efímero y transitorio, ya que la economía no se ciñe a renglones en particular, casos aislados, o soluciones temporales ensartadas al brinco de los problemas; sino como ciencia reconocida, matemática, probada mediante estadísticas, premiada con el Nobel y aplicada en conjunto a la riqueza en propia, libre y natural dinámica. En esta dirección a cubanos, curiosos e interesados se aconseja revisar aquellas rebajas de alquileres; 50% con que se benefició la gran mayoría de nuestra población a medidos de 1959; sin embargo, inmediatamente notábamos la parálisis casi por entero de la construcción; a la sazón el régimen carecía de recursos, tecnología, capital, conocimiento, interés y sincera voluntad para implementar la industria de la vivienda. Todo se reducía a otro golpe de efecto, pura alharaca publicitaria para sumar prosélitos. Galopante demagogia. Ahí comienza un calvario que dura hasta la fecha y comprobable con los restos ruinosos de no pocos andamios cayéndole en la cabeza a incontables transeúntes diariamente. Hoy si mis informes no engañan, suman unos ciento treinta mil refugiados sin techo en la capital, temiendo a su vez que los techos del refugio también les caigan en la cabeza.
Por el momento no se anticipan conclusiones. La actual canasta básica no sufraga las necesidades indispensables del criollo promedio. Temores de que se suprima confirmaría otra erupción del Vesubio. Aunque pudiera no mas recortarse tanto a consecuencia del empeoramiento de abastecimientos en general, como por aviesa jugada para obligar a los compradores en mercado libre Mypimes a precios exhorbitantes. El asere callejero no da abasto para tapar el agujero, sueldos de hambre impiden obtener la indispensable subsistencia, el recorte y altos precios del reducido mercado libre los deja enganchaos. Nuestro cubanito de a pie no encuentra salida. Aunque de todas maneras, no hay que desesperarse, según el dicho, nunca es tarde si la dicha es buena.
Por el atrecho enjendro tal puede reenfocarse cual mero aprovechamiento capitalista, pese a tratarse de una obsesión anticuaria de control absoluto, felonía sin precedentes y a su vez contradictoria puesto que la posible clientela a la caza, en sustancia no alcanza para indigentes. Verdad de Perogrullo. Ya no son tan cuantiosos los criollos recibiendo remesas, ni las remesas sumando tantos millones de codiciados dólares. Comprobado, cada año probamos sus rebajas significativamente. La gente se va de Cuba y se quedan menos con familiares y amigos mar afuera. A todo pesar frente por frente a cegueras, intransigencias, compromisos, y malinformados, cabe lanzar a vuelo un desvío de miras, guiño del ojo no bizco; como recomienda Noah Chomsky; atrevámonos a descubrir horizontes inexplorados; las llanuras son vastas, montañas alcanzan las nubes, el sol sale al amanecer y el fin del mundo aun está muy lejos. En el sendero nada luminoso, sea una u otra la coyuntura, el máximo ganancial esperable por los privilegiados Mipymes descansa en numerario sin contabilizar en mercado estimulante. Excesiva oferta contra cicatera demanda.
Las ganancias a la vista no retribuirán ambiciones puestas en una riqueza que prosige su declinación sin futuro. La vaca que no da leche. Mientras el sistema comunista de gobierno no cambie, pese apoderarse Gaeza de la productividad hotelera, no solamente decaerá otra de las fuentes proveedoras capitulares del oficialismo, sino que cerrará puertas a otro de los gobiernos graciosamente regalones de La Habana, España. Ante perspectivas nada halagadoras, en realidad la única salida a plazo razonable a recomendar para las ambiciones gubernamentales, reside en abrirse de veras a la libre empresa; tómense su tiempo y estudien a fondo lo sucedido en Europa del Este, China, Vietnam, esto conduciría a reducir precios en general, pues al brotar la competencia natural, es decir la lucha por la vida, la puesta en acción del ciudadano de a pie, ese mismo mulato en chancletas que ahora dormita analgado a la puerta de cualquier solar por Sitios, Peñalver, San Leopoldo, el barrio de Jesús María aguardando pacientemente para comprobar la reducción de la canasta. Es también espejo de ese otro ciudadano del mundo que cada mañana sale a la calle con dos maletas, una para ganar y otra para perder. En su brega como transeúnte aquel proveedor ignorado adquiere un rol diferente al actual de limosnero detentador de efectivo magro. Es que en un mercado pasos del buscavidas en peregrinaje los esbozamos con anterioridad, mi Habana de los últimos cincuenta; pero imparablemente resulta útil propalar verdades sin cuento. Verdades indesmentibles. En la marcha, si la miseria predominante abriendo surco adquiere su derecho a participar en la oferta y demanda, creará nuevos pequeños mercados consumidores y productores de riqueza, sin dañarse por el bajo costo de dichos productos, mercancías. Me explico; en tiempos del general Franco en España los sueldos eran miserables, utilidades muy modestas, pero un vaso de buen vino a la salud de Gonzalo de Berceo, costaba menos que una Cocacola, el pan era gratis en cualquier fonducho del barrio Lavapiés; en pleno Madrid se almorzaba y cenaba con tres platos, satisfactoriamente, por un puñadito de pesetas. Reitero la miseria, pero si la miseria entra al ruedo de la producción y el consumo libremente, genera competencia, competencia entre otros miserables que apareja nueva riqueza en aumento; la realidad absoluta a que todos o casi todos aspiramos; ante ella lo verídico y comprobable fue que en España bajo aquella dictadura no se pasaba hambre. No pretendo defender semejante pobreza por mejor repartida que la actual cubana; tampoco trazar normas a los ejecutivos Mipymes, pero la vía insustituible de aliviar el mercado criollo actual, descansa en emparejar oferta y demanda, jamás en el desperdicio de los centavitos restantes en el bolsillo ajado del ciudadano de a pie, aun con padrino en la Yunai. Definitivamente los efectivos escasos achicados y escondiditos en el bolsillo del ente mayoritario creciente, deben comenzar a valorizarse, no empece que de inicio no alcancen ni para un pedazo de pan. Por tanto hay que bajar el precio del pan para que la viejita Manuela y dientes cariados no se me acueste con la barriga vacía. Una vez que el ciudadano mayoritario pueda resolver como antaño en mi Habana con una completa y un parlé, (un quilo de leche y otro de café) cuyo precio en fonda de chinos y cafetera de la esquina eran ocho centavos; ah pero por entonces la economía criolla funcionaba. No hablo por consignas. Basta haberlo vivido. Ahora mismo puede comenzarse a niveles similares, aprovechando los quilitos disponibles en bolsillos del compatriota a la espera paciente de que les alcance aunque sea para el pan. Estos desplazados superan con creces la marchantería habanera propia de los años cincuenta; por tanto, no dilataría demasiado en comprobarse la recuperación; la recuperación que comenzó alzándose desde sus precios bajos; en principio apenas alcanzaba para el pan nuestro de cada día. Pero albricias. Era la recuperación del pan de flauta.
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