Domingo Lezcano.- Un colega de muchos años; cuyo nombre omito, porque todos saben quien es, conocedor de mis gustos musicales, quiso recompensar mi esfuerzo extra en el combate a la dictadura comunista desde los medios y me regaló un archivo digital con videos de WILLY CHIRINO, además seleccionados y grabados por él mismo.
Lo disfruté y me reí de lo lindo, cosa muy saludable y casi un lujo en estos tiempos; pero como siempre el me dice: DIOS ESCRIBE VERDADES MUY RECTAS EN RENGLONES JOROBADOS, al final descubro que también tenía fragmentos del concierto que el ídolo de marras, regaló a los BALSEROS en el campamento de acogida en ciudad Panamá, aquí comienza a revertirse todo el disfrute y lloré; como sólo saben hacerlo los hombres; o tal vez, como no lo hacía desde hace 18 años.
De golpe me desplomé; porque la memoria me enredó en hechos y recuerdos, que por dolorosos guardo en la mochila donde yace el material que será para mi testamento político.
Por aquellos años era el Sec. Ejecutivo del Partido Cívico Democrático, que presidía la profesora AIDA ROSA JIMÉNEZ, que me presentara mi entrañable hermano; el abogado JUAN JOSÉ LÓPEZ DÍAZ, fundador y gestor de la CORRIENTE AGRAMONTISTA que me sigue siendo fiel, aunque algunos ya no se acuerden de él, la Sra. Aída se marchó hacia Suecia y como tantos otros se tomó la Coca-Cola del olvido, pero me consta era una mujer de enormes ovarios, compartimos mítines de repudio, calabozos en varias ocasiones.
Por ella conocí al profesor ELIZARDO SANCHEZ, que por aquel entonces vivía en el Municipio 10 de Octubre, eran los años donde se hacía OPOSICIÓN sin INTERNET, TELEFONÍA MÓVIL y emparrillada sobre una FOREVER (bicicleta china), andábamos La Habana, como anécdota: un día mientras conversábamos con el "profe" en su balcón, vimos como nos robaban nuestro "cómodo" y único medio de transporte, también conocí por ella a otros héroes y heroínas ya olvidados y a algunos que por traidores no mencionaré.
Su incalculable valor me llevó a asumir los riegos y con gran honor hoy para mí; participar en el velorio simbólico de las victimas del Remolcador 13 de marzo, me resulta imposible llevar al lenguaje escrito, el horror de un pueblo velando a sus muertos (sin cadáveres), particularmente apretado mi pecho cuando llegamos a uno en que había la última foto de un bebé y una abuela; que para mi sorpresa no lloraba, y después comprendí que a esa hora de la madrugada ya no le quedaban ni hija, ni nieto, ni lagrimas.
Hicimos muchas grabaciones en cassete, alguien me comentó que fueron trasmitidas por Radio Martí, espero que la profe Aída se las haya ingeniado para sacarlas de Cuba, yo no las copie y de ello si me arrepiento.
Y regresando al disco que tantos recuerdos me ha traído; encontré más de un amigo; pero, allí estaban "los que no llegaron", los hombres, mujeres, niños del holocausto cubano, quienes en busca de la LIBERTAD yacen en el CAMPO SANTO DEL ESTRECHO DE LA FLORIDA, y que desde allí claman aún; para vergüenza de La Patria, por JUSTICIA. La misma que esperan los asesinados alevosamente y con saña aquella madrugada, devenida en orgía criminal de la dictadura.
Sin embargo, casi al final, como si todo lo que estaba volviendo a vivir; que no es lo mismo que recordar, me atenazaba la garganta encuentro entre el público; a mi sobrino y de pronto, mi inconciente me regreso a un mediodía de l994 en Cojimar, recuerdo que tanto lo apreté en la despedida incierta, que me dijo; "si me toca morir que sea en el mar; coño, me vas a asfixiar", por suerte, no lo asfixie, ni se lo tragaron las asesinas aguas, logró llegar, vive libre y feliz en West Palm Beach, Florida y me prometió que estaría conmigo en Cuba en mi cumpleaños 61.
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