La voz en Suecia de los cubanos cívicos de intramuros y del exílio

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(Parte I) La fracasada organización de la economía socialista en Cuba. Por el ingeniero Químico Roberto L. Capote Castillo.

(Parte I) La fracasada organización de la economía socialista en Cuba. Por Roberto L. Capote Castillo.                                                                                                                                     CUBA DEMOCRACIA Y VIDA.ORG                                                                      web/folder.asp?folderID=136


“Los socialistas creen en dos cosas que son absolutamente diferentes y hasta quizá contradictorias: libertad y organización.” Friedrich Hayek

Roberto L. Capote Castillo.- En el año 1959 cuando Fidel Castro mentía sobre sus ideas comunistas y tenía la oculta intención de implementar una economía socialista, el modelo económico soviético era un fracaso y el hambre en los países pertenecientes al Segundo Mundo había causado más muertes que las guerras ocurridas en ese período. Por esta razón estoy convencido que el máximo líder conocía que la economía socialista era una utopía, sin embargo, por su megalomanía creyó ser capaz, tal como expresó públicamente en uno de sus tantos delirios, que convertiría a Cuba en una potencia mundial que igualaría a Suiza y superaría a los EEUU.

En los años ochenta visité el “Presidio Modelo” en Isla de Pinos, transformado en museo. En el recorrido nos mostraron la celda, individual, de Fidel Castro, que comparada con las condiciones de las cárceles cubanas es la habitación de un hotel, por sus dimensiones y comodidades incluyendo hasta un mosquitero. Deberían los opositores y los familiares de los que se encuentran encarcelados leer el libro La Prisión  Fecunda”, que lo adquirí durante la visita, su título se debe a que Fidel explica que estudió los clásicos del marxismo y sus carceleros suponían que se preparaba para ser un buen capitalista porque estudiaba El Capital de Carlos Marx. Además, recuerdo que en una de sus partes el dictador escribe: “luego de comer camarones, me tomaré un buen café y fumaré un tabaco para continuar estudiando”. Fidel al concluir su defensa en el juicio por el asalto al Cuartel Moncada expresó: “En cuanto a mí, sé que la cárcel será dura como no la ha sido nunca para nadie, preñada de amenazas, de ruin y cobarde ensañamiento, pero no la temo, como no temo la furia del tirano miserable que arrancó la vida a setenta hermanos míos. Condenadme, no importa, la historia me absolverá”. Esta fue una actuación merecedora de un premio Oscar, pues la cercanía entre las familias Batista y Castro le hacía suponer ciertas licencias, autorizadas por el dictador, en el presidio. Fidel nunca desmintió que Batista fue el padrino de su boda con Mirtha Diaz-Balart.

Los teóricos de la economía socialista definieron a la empresa industrial el eje o motor impulsor del desarrollo de la sociedad, de ahí que en la mayoría de la bibliografía existente proveniente del extinto Segundo Mundo, cuando se trataba el tema de las estructuras lo hacían desde esta perspectiva y las opciones planteadas eran para este tipo de organización. La literatura sobre este tema, proveniente de la desaparecida URSS, estaba dirigida a las grandes empresas o a las denominadas uniones de empresas de ese país cuyas características, y en no pocos casos las actividades que desarrollaban, no tenían ninguna similitud para reconocerlas como paradigmas.

La economía de los países socialistas, de aquella época, la dirigía el Estado, dueño de todos los capitales y medios de trabajo. La actividad económica funcionaba planificadamente mediante planes quinquenales, que determinaban las cantidades, los productos y servicios. En mis tiempos de estudiante cursando la asignatura de economía política del socialismo me preguntaba: ¿Será capaz un burócrata de calcular la cantidad necesaria de alfileres para satisfacer las necesidades del pueblo y concebir la empresa industrial para producirlas? El modelo soviético priorizó la producción agrícola y la industria pesada, descuidando la fabricación de artículos de consumo, la logística de distribución y no concebía las medianas y pequeñas empresas. Todos sus satélites copiaron este modelo, aunque en Cuba se mantuvieron algunas de las PYME confiscadas a sus dueños, pero su existencia sería permitida transitoriamente.

La organización de la fracasada economía cubana es difícil de analizar por sus permanentes e irracionales cambios, pues no se realizan basados en la ciencia sino en los caprichos y utopías de su máximo líder en vida, y posterior a su desaparición, la de sus sucedáneos expertos en generación de miseria, en lugar de riqueza, para el pueblo cubano. Pretendo mostrar los cambios, según mi experiencia y conocimientos, de las estructuras del sistema empresarial y demás organizaciones relacionadas con la economía para demostrar, aunque puede considerarse innecesario, que la actual situación económica es el resultado de un modelo económico, que no funciona, está en quiebra, pero tampoco ha sido gestionado de modo adecuado por dirigentes y gobernantes del país.

En los años 1959 y 1960 se organizó la economía, principalmente, por medio del Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA) que contenía el departamento de industrias, algo insólito, pero más aun que al transformarse en ministerio se designó como ministro al entonces comandante Guevara, que nunca había sido empresario e incluso su titulación de médico ha generado dudas. No obstante, aunque no puedo demostrarlo documentalmente, un colaborador de dicho ministerio me comentó que siendo ministro comenzaron sus contradicciones con Fidel pues después de realizar un recorrido por la URSS, países socialistas y capitalistas le propuso al dictador continuar con el socialismo políticamente, pero industrializarse con tecnología capitalista por sus adelantos. Según mi interlocutor tal propuesta fue rechazada. En Camagüey existía una fábrica conocida como “Planta de Nitrógeno”, realmente era una planta de fraccionamiento de aire japonesa comprada por Guevara y era mucho más eficiente que la existente en el Combinado de fertilizantes de Nuevitas de tecnología soviética inaugurada varios años después (1975).

Por una extraña coincidencia o una injustificada confianza, del dictador en jefe, en los médicos, desde el año 1986 al 2009 Carlos Lage, también galeno, fue secretario del Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros, responsabilidad que durante su mandato fue prácticamente comparable a la de un primer ministro, dirigiendo la economía del país sin tener un aval académico o práctico para tan alta responsabilidad. A este periodo lo denominé “la dirección económica de Cuba por cartas”, pues los ministros, gobiernos provinciales, directores de las empresas y dirigentes del partido recibían frecuentes cartas, de la susodicha persona, decretando lo que se debía hacer o no. Dichas comunicaciones parecían proceder más de los rumores de la población, que de análisis económicos asesorados por especialistas y académicos.

En 1962 el objetivo era convertir a Cuba en una nación agroindustrial de forma exprés. Se definieron objetivos en los considerados sectores claves: el agropecuario, el industrial y el sector externo. Esta estrategia fracasó y según los economistas afines al castrismo aparece entre las principales causas el bloqueo imperialista. Con la masiva nacionalización de las inversiones extranjeras, de las propiedades de la burguesía nacional y todos los negocios privados, no sólo se perdió el conocimiento y la práctica de la gestión empresarial, sino que además se eliminaron las estructuras existentes sin un modelo que las sustituyera. En estos años la principal cantera de dirigentes para la nueva economía socialista eran los “Barbudosy los acreditados revolucionarios. No obstante, los métodos de dirección de los nuevos ministros y empresarios no concebían rodearse de competentes asesores pues, los existentes en esa época, estaban contaminados con ideas capitalistas que atentaban contra la pureza del nuevo régimen.

En la etapa comprendida entre los años 1964 y hasta 1970, Cuba recurre nuevamente a la estrategia del desarrollo agrícola haciendo énfasis en la producción azucarera.  Esta planificación, según mi criterio, fue inducida principalmente por el cambio en sus relaciones internacionales debido a su orientación comunista. En el año 1963 el comercio con el campo socialista representaba el 75,8% y un 40 % se realizaba con la URSS. En esta época comenzaban los subsidios soviéticos a la economía cubana mediante precios preferenciales al azúcar, principal producto para la exportación. Suponían los proletarios cubanos que esto les proveería del capital necesario para el desarrollo socialista del país. Esta visión era fundada, pero se desconoce que parte de este dinero se utilizó por Fidel Castro y Ernesto Guevara para financiar guerrillas terroristas y partidos comunistas en diversos países subdesarrollados para debilitar y derrocar el imperialismo, soñando con su falaz idea de la instauración del comunismo como régimen predominante en el mundo.

En la etapa anterior no se aplicó una adecuada estrategia para el desarrollo agrícola pues al “Estúpido en Jefe” se le ocurrió la loca idea de producir 10 millones de toneladas de azúcar en la zafra de 1970. Desoyendo a los expertos que le explicaron la imposibilidad de dicha meta, enfocó todas las acciones e inversiones agrícolas e industriales, en esta dirección. El fracaso del susodicho propósito tuvo una poderosa fuerza de arrastre negativa, arruinando la agricultura y a la economía en general. Recuerdo que el año 1969 fue denominado como “Año del esfuerzo decisivo” y la población jocosamente lo nombró “Año del esfuerzo de si vivo”. El desplome económico obligó al dictador a un mayor acercamiento a la URSS política y económicamente. En la anterior estrategia (si la hubo), no se contemplaron las acciones e inversiones relacionadas con la automatización de los centrales azucareros e industrias “encadenadas” (objetivo del designado), para la actualización de la tecnología de producción azucarera y sus derivados que la hubieran salvado de su posterior derrumbe. Algunos dictadores comunistas concebían la automatización como una herramienta capitalista para “eliminar” los proletarios y aumentar sus ganancias, sin embargo, en los países que la aplicaron se demostró lo contrario, pues se aumentó el empleo, pero de otro tipo.

La etapa comprendida entre los años 1971 y 1980 se pueden definir como de continuidad (palabra muy utilizada por la cúpula castro-comunista actual). En el 1972 Cuba es admitida como miembro pleno del CAME (Consejo de Ayuda Mutua Económica), organismo creado para la integración de las economías socialistas. Este acontecimiento obligó a organizar la economía con una estructura compatible con los países que formaban parte del susodicho Consejo. Por lo anterior se preparan las condiciones para la elaboración e implantación del Sistema de Dirección y Planificación de la Economía (SDPE) el cual se aprueba en el I Congreso del PCC en el año 1975.

Para implementar el SDPE se diseñó una organización estructural de la economía a imagen y semejanza de la existente en la URSS. Se crearon Comités Estatales organismos rectores en las actividades económicas de diferentes ministerios existentes y sus dependencias, algunos de estos comités tenían delegaciones territoriales que ejercían sus funciones en las provincias pertenecientes a dichos territorios. También se creó el Instituto Superior de Dirección de la Economía (ISDE) que tenía filiales en las provincias para capacitar a los dirigentes de las diferentes estructuras empresariales, del gobierno y partido comunista. Como soporte de lo anterior existía el Comité Estatal de Estadísticas que diseñó un sistema de información económica uniforme, sin tener en cuenta las dimensiones y especialidades de las organizaciones productivas y de servicios que conformaban la economía y otras entidades. Esto generó una descomunal burocracia que en nada contribuía al mejoramiento o perfeccionamiento de la economía. En esta etapa surgió el denominado “cierre” que significaba que las empresas prácticamente se paralizaban varios días para cumplir con la susodicha información. Además, se crearon puestos de trabajo con el único objetivo de elaborar tan compleja información. 

Se suponía que la nueva organización de la economía del país induciría un avance hacia el desarrollo, sin embargo, ocurrió todo lo contrario pues se hizo más dependiente de la exportación de azúcar y materias primas. El CAME no propició la diversificación de los sectores económicos por la división que estableció entre sus miembros, al azúcar solo añadió otros productos agrícolas, de la minería, etcétera, enfocando las inversiones en estas direcciones. La especialización productiva, que debería ser favorable por la inserción en el CAME y los precios ventajosos que la URSS pagaba, en el largo plazo, ataba la economía a la dependencia al azúcar por los precios que se pagaban ajenos a los costos internos de la producción azucarera y, tampoco daba la medida de la competitividad del país comparada internacionalmente. Esto afectó negativamente y de forma importante la eficacia y eficiencia de la economía del país. Aunque a mediados de la década del setenta y principios del ochenta mejoró la vida del cubano, desde el punto de vista del consumo, era conocido que se sustentaba en el subsidio soviético a cambio de sus intereses geopolíticos en el Caribe. En resumen, hasta el año 1980 la organización económica socialista fue un fracaso.

La conclusión explícita del fracaso de la organización de la economía socialista cubana hasta el año 1980 se refleja en el éxodo del Mariel. Los cubanos comenzaron a perder la fe en la Revolución y en el gobierno cubano. Muchos sintieron que la única forma de tener éxito en Cuba era a través de la emigración. La salida masiva de cubanos también tuvo un impacto económico en la isla. Buena parte de los que emigraron eran trabajadores calificados, lo cual originó escasez de mano de obra en ciertas áreas.

 (Parte I) La fracasada organización de la economía socialista en Cuba. Por Roberto L. Capote Castillo.                                                                                                                                     CUBA DEMOCRACIA Y VIDA.ORG                                                                      web/folder.asp?folderID=136

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