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Crisis del presidencialismo en Ecuador y el parlamentarismo como opción en Latinoamérica. Por Carlos Sánchez Berzain. Infobae./ El correísmo se frota las manos ante el escenario de elecciones anticipadas. Por Salvador Bracho. Diario de Cuba.

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Crisis del presidencialismo en Ecuador y el parlamentarismo como opción en Latinoamérica
Por Carlos Sánchez Berzain
Infobae
21 de mayo de 2023

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El presidente ecuatoriano Guillermo Lasso (Reuters)

Cuando hay decenas de candidatos en las elecciones, la segunda vuelta determina un presidente que es solo primera o segunda minoría y que está marcado por la ingobernabilidad o el golpe de estado

La crisis que vive Ecuador con la disolución del Congreso y la convocatoria a elecciones decretada por el Presidente de la República es ingobernabilidad. Resulta de la multiplicación de candidatos y grupos políticos que inhabilitan al sistema presidencialista. En la mayoría de los países con democracia de Latinoamérica, llegan a la presidencia los candidatos que obtienen la primera o segunda minoría y lo hacen condenados a la imposibilidad de gobernar. Independientemente de ideologías o programas, los presidentes latinoamericanos son autores y víctimas de la crisis del presidencialismo que hace urgente la opción del parlamentarismo.

El presidencialismo o sistema presidencial es “una forma de gobierno fundada en la República y la división e independencia de poderes entre el Ejecutivo, Legislativo y Judicial, en la que el Jefe de Estado es también el Jefe de Gobierno y es elegido de forma directa por los votantes y no por el Congreso o Parlamento”. El parlamentarismo o sistema parlamentario es el “sistema de gobierno en que la elección del gobierno o Poder Ejecutivo emana del Parlamento o Poder Legislativo y es responsable ante este”. En el sistema parlamentario el Jefe de Estado es normalmente distinto al Jefe de Gobierno.

El sistema presidencialista funciona con pocos candidatos, dos o tres, para que el ganador pueda concentrar el suficiente apoyo y tener representación mayoritaria o de estabilidad en el legislativo. Con multiplicidad y hasta decenas de candidatos en las elecciones, la segunda vuelta determina la elección de un presidente que es solo primera o segunda minoría y que está marcado por la ingobernabilidad o el golpe de estado.

La causa estructural de la crisis que atraviesa hoy Ecuador es la ingobernabilidad de un Poder Ejecutivo de minoría en el apoyo popular y en el Parlamento. No se trata solo de Ecuador pues la crisis de Perú tiene la misma causa que produjo el fallido golpe de estado por el presidente Castillo; en Colombia Petro ya señala el camino de la ruptura del orden democrático amenazando por no tener mayoría; en Chile Boric está paralizado y sufre repetidas derrotas; Lula en Brasil ha llegado al poder con una mega coalición que solo es minoría.

En el caso de Ecuador, en las elecciones del año 2021 Guillermo Lasso obtuvo en la primera vuelta la segunda minoría con el 19,74% de votos frente a Andrés Arauz que logró el 32.72%, con una participación del 80,99% de los votantes inscritos. En la segunda vuelta ganó Lasso con el 52,36% de votos, pero ese incremento no cambió su condición de minoría en el parlamento. Este es el origen de un gobierno débil que además perdió sus alianzas en el ejercicio del poder y que no tuvo la capacidad o la oportunidad de implementar acuerdos de gobernabilidad en base a políticas de estado. Minoría con mal gobierno es crisis y caída.

La situación se repite en las elecciones del año 2021 en Perú, Pedro Castillo obtuvo en la primera vuelta el 18,92% de respaldo popular con una participación del 70,05% y Keiko Fujimori el 13,41%; en la segunda vuelta Castillo recibió el 50,13% de los votos y Fujimori el 49,87%. En Chile las elecciones de 2021 tuvieron en primera vuelta la participación del 47,33% y Gabriel Boric obtuvo el 25,83% como segunda minoría frente a José Antonio Kast que recibió el 27,91%; en la segunda vuelta ganó Boric con el 55,87% con una participación del 55,64%. En las elecciones de 2022 en Colombia con 54,98% de participación de los votantes inscritos Gustavo Petro obtuvo el 40,34% en la primera vuelta y el 50,44% en la segunda.

La multiplicación de candidaturas que fraccionan la representación no permite la existencia de mayorías sin las cuales el presidencialismo no produce gobernabilidad. Las elecciones de Ecuador 2021 hubo 16 candidaturas presidenciales, en las de Perú 2021 habían 24 candidatos presidenciales, las de Chile 2021 se realizaron con 7 candidatos a la presidencia y las de Colombia 2022 con 6. Cada candidatura representa a su vez un conjunto de alianzas de múltiples partidos y agrupaciones políticas que al obtener representaciones parlamentarias se fraccionan.

Ecuador tiene la ventaja de la denominada “muerte cruzada” o “disolución de la Asamblea Nacional” que es una institución del parlamentarismo, introducida por el dictador Correa para fortalecer el poder presidencial. En países como Perú que no tienen este mecanismo se producen golpes de estado como pasó con el ex presidente Castillo hoy en la cárcel, o con peor suerte se instalan dictaduras como en Venezuela, Bolivia y Nicaragua.

Para este tipo de realidad, de pluralidad y multiplicación de partidos, agrupaciones y candidatos el sistema es el parlamentarista, en el que luego de elegir a los miembros del poder legislativo se forma una mayoría parlamentaria que elige el gobierno, lo sostiene y le da gobernabilidad. Esta es la opción a considerar para la estabilidad democrática de países en Latinoamérica.

*Abogado y Politólogo. Director del Interamerican Insrtitute for Democracy

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El correísmo se frota las manos ante el escenario de elecciones anticipadas
El resultado de la crisis política e institucional de Ecuador parece beneficiar al expresidente Rafael Correa y sus seguidores.
Por SALVADOR BRACHO
Diario de Cuba
21 de mayo de 2023

Todo apunta a que las elecciones generales anticipadas en Ecuador se celebrarán el venidero 20 de agosto. El llamado correísmo, el espacio político de izquierdas que tiene como referente al expresidente Rafael Correa (2007-2017), ya ha salido al ruedo electoral con cierto aire triunfalista, tras el anuncio del actual presidente Guillermo Lasso de que no se presentará en los comicios.

El resultado de la crisis política e institucional que ha vivido Ecuador en los últimos meses parece beneficiar a Correa y sus seguidores. El presidente Lasso decidió invocar la llamada "muerte cruzada" este 17 de mayo, para evitar que llegara a votarse su eventual destitución en el seno de la unicameral Asamblea Legislativa. La Constitución de 2008 le otorga al jefe de Estado esta potestad que significa la celebración de elecciones generales para nombrar nuevos poderes ejecutivo y legislativo.

Lasso disolvió el Parlamento el 17 de mayo y dos días después la Corte Constitucional descartó todas las solicitudes de inconstitucionalidad de factores de oposición, con lo cual quedó allanado el camino para unas nuevas elecciones. El actual presidente, electo en 2021 para un periodo de cuatro años, anunció este 19 de mayo, en entrevistas con diversos medios internacionales, que se retira de la política para volver a sus negocios (es banquero) y a su familia.

El exvicepresidente ecuatoriano Alberto Dahik, por su parte, defendió la decisión: "La muerte cruzada es una facultad constitucional con mucha discrecionalidad para el presidente de la República y la ha aplicado. La ingobernabilidad de los últimos dos años más la insostenible conflictividad hacían imposible avanzar en el Ecuador".

El correísmo, aliado con factores radicales del movimiento indígena, jugaron posición cerrada contra Lasso tanto en el Legislativo como con protestas en las calles. Junto a eso, analistas como César Ricaurte, cuestionan la incapacidad de Lasso desde la Presidencia para construir un diálogo con la sociedad civil y con referentes prodemocracia.

Diversos analistas adelantan que un eventual regreso al poder de Correa a través de un adlátere (dado que actualmente es prófugo de la Justicia, tras ser sentenciado por corrupción) pondría en riesgo a una ya debilitada democracia ecuatoriana. Desde Bélgica, haciendo uso de las redes sociales, Correa ha anunciado que su propósito es "reconstruir Ecuador", entrando de lleno en la campaña para estas elecciones anticipadas.

Los sectores conservadores, entretanto, lucen desconcertados por las decisiones de Lasso, y se ve con dificultad que quienes se oponen al regreso de Correa al poder puedan articular una candidatura unitaria en tan corto tiempo.

Además de la caída de Lasso, el correísmo luce en alza. Hace tres meses, en las elecciones municipales y regionales, los seguidores del expresidente se erigieron como los claros triunfadores.

En febrero pasado, los candidatos respaldados por Correa no solo se hicieron con las alcaldías de las dos ciudades más importantes de Ecuador, Quito y Guayaquil, sino que en su conjunto alcanzaron los gobiernos municipales y regionales de ocho puntos estratégicos del país y lograron un hito, que ni siquiera cuando el expresidente ejercía el poder se había alcanzado: derrotar al conservador Partido Social Cristiano en su feudo de la costa.

El proceso que conducía hacia la destitución de Lasso generó, por otro lado, una sinergia entre quienes históricamente habían sido archirrivales.

De forma inédita en los últimos años, fuerzas políticas en las antípodas ideológicas, y además enfrentadas cotidianamente en la arena política ecuatoriana, como el correísmo con la Unión por la Esperanza, Pachakutik (que es la estructura indígena con presencia en el Parlamento) y el Partido Social Cristiano (Conservador) se habían unido para forzar la salida de Lasso.

Aún es temprano para saber cómo se alinearán o no estas fuerzas políticas en unas elecciones generales, pero ya Ricaurte había adelantado a DIARIO DE CUBA el acercamiento entre referentes de Correa y de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador, especialmente del presidente de esta, Leonidas Iza, que son el sector más radicalizado del movimiento indígena.

Una fractura entre las fuerzas políticas indígenas terminaría favoreciendo el regreso del correísmo al poder. Tampoco se descartan alianzas de Correa con sectores conservadores regionales: un apoyo para el candidato a la Presidencia del ex jefe de Estado, a cambio de conservar algunas cuotas parlamentarias.

En relación con el juicio que se le seguía a Lasso, tras descartarse otras acusaciones, la bancada parlamentaria afín al expresidente Correa, puso sobre el tapete el contrato millonario entre la empresa estatal de transporte de petróleo, FLOPEC, y la empresa offshore Amazonas Tanker Pool.

"Se trata de transporte de petróleo que incluso data de la época de Correa (2007-2017), luego con el Gobierno de Lenín Moreno fue renovado, y básicamente Lasso lo que hizo fue mantener ese contrato", explica el periodista Ricaurte para patentizar la falta de una causa de peso que justificara la destitución del presidente.

En cuestión de pocos días el escenario político e institucional de Ecuador dio un vuelco, y el tema de la supuesta trama de corrupción de Lasso ya parece no tener importancia.