Lcdo. Abogado José Vilasuso Rivero.- Llegaron a Cuba, acaban de arribar; desembarcaron por el aeropuerto de Rancho Boyeros. Enterados, nuevamente los rusos pisan en La Habana y el pueblo los cacha en silencio, toma nota y espera. Nuestra generación contemporánea no padece la ingenuidad, el angelismo de la mía; hace de aquello tantas décadas que, se me perdió la cuenta. Por su parte Latinoamérica ignora, y por sobreentendido, otros vecinos próximos aún no se han enterado de la no tan buena noticia para todo el continente, partiendo del Monte San Elías en Alaska hasta la Patagonia.
En el bracear por las aguas tempestuosas, quienes recordamos las desagradables visitas de los antepasados de Jury, Kirylo, o Anastasia Krupuskaia Vorodonova, no nos resta mejor remedio que revivir, dinamizar la memoria, y repasar aquellas experiencias imborrables y fecundas ¡oh ironía! que, culminaron cuando los cinco continentes descubrieron los verdaderos objetivos de la visita a Cuba de los citados camaradas. La misma se proponía, entre otros entretenimientos, pasatiempos y deportes, volar una buena tajada de Los Estados Unidos de Norteamérica, al bajo costo de la desaparición del mapa caribeño del cien por ciento de nuestra islita de corcho, completica, desde el Cabo de San Antonio, a la punta de Maisí. Curioso ¿verdad? Curioso, o mejor pintoresco para la señora vicepresidenta de Colombia y para el señor ministro de Estado de Honduras.
A toda costa, por esta vez, los tovarichs han desembarcado en La Habana con propósitos diferentes, no como antaño meros soldados disfrazados de civiles; ahora se trata de expertos; expertos profesionales de la vigilancia estricta, masiva y particularizada de todos y cada uno de los ciudadanos cubanos; no importan ideologías, o partidos. Gobierno u oposición. (Se ruega encarecidamente fijar la atención en esta novedosa particularidad.) cito: gobierno y oposición, termino la cita.
En abono de todo lo expuesto precedentemente no se nos escapa que, El Hombre Más Vigilado de Cuba, hace hoy exactamente lo mismo que, el consejo de ancianos decididores por el resto de los cubanos desde el día primero de enero de 1959. Lo hace religiosa, cumplidamente, al pie de la letra, sin variante un adarme. A su despecho, a pesar de pesares, continúa siendo El Hombre Más Vigilado de Cuba. Como resultado, tampoco se verá exceptuado de las tareas de vigilancia y supervisión general de todos y cada uno de los ciudadanos cubanos residentes en nuestra bella islita de corcho.
En la marcha, el gillipolla “presidente,” de Cuba, bien enterado de sus nuevas responsabilidades como “gobernante,” y reemplazando el papel carbón, se dispone a repetir palabra por palabra, letra por letra, punto por punto, directamente, las instrucciones impartidas por el susodicho consejo de veteranos. Instrucciones que, al parecer nadie sabe de qué se trata, o qué objeto sospechoso esconden bajo las axilas. Se rumora que Jury, Kirylo o Anastasia Krupuscaia Vorodonova desembarcan en Cuba en acto fraterno, como hermanos mayores para enseñarnos hacer cualquier cosa, por supuesto no a bañarnos, en ese tipo de actividad, específicamente, los cubanos aun sin jabón y escasa agua, le dan punto y raya a Anastasia Krupuscaia Vorodonova, Kyrilo o Juri. Luego entonces, me pregunto intrigado ¿qué se cocina pues? Ya lo veremos, amigo, paciencia. Ahora verá Usted. El señor Vladimir Vladimiróvich Putym, posiblemente, y en últimas, se reserva similares intenciones a las de su triste antecesor camarada Nikita Sergueievitch Jruschov. No cabe la menor duda y lo demás al tiempo; ejemplos sobran, y por cierto marca ya hora de que nuestros vecinos del norte, se hubieran puesto al día. Para colmo, a fin de que no reste epidérmica vacilación, precisamente hace unas pocas semanas, nuevamente don Andrés López Obrador, ¡oh ironía! nada menos, con toda razón e intenciones las peores, de acérrimo enemigo, reiteraba al presidente Joe Biden la importancia de Latinoamérica.
Pasando la página. Abro paso al manejo de inventivas y especulaciones. Los rusos no acostumbran como pueblo a experimentar cambios sustanciales tanto en el orden político, como económico o militar. La revolución se hace una vez, o se trata de otra cosa, un espejo. Perpetuamente proceden igual o parecido. Pueblo de cultura bella, exhuberante, admirable, deslumbrante e indefinida entre oriente y occidente. No son Europa del Este, no son el Este de Europa, como diría Carlos Fuentes. Ni una u otra coloratura los caracteriza por entero. ¡Indefinición! De ahí sus tradicionales indecisiones, inseguridades, cabeceos, confusiones que los apareja, asemeja, o empareja con el oso. Recordemos a León Tolstoy, Antón Chejov o Fedor Dostoiewsky. Cuando recién, Vladimir V. Putym amenazaba al mundo con sus planes de acometividad nuclear, alguien en la TV española, gritó; “eres un fanfarrón.“ Yo no lo dudo, aunque por motivos generales de prudencia, el recuerdo de su salud y para la supervivencia de la especie, preferiría que las miras del sombrío semicalvo, mandatario del Klemlym estuvieran dirigidas a otros lares.
Una u otra cosa. Con los zapatos sobre el mosaico y por lo pronto no debemos abrigar reservas ni dudas. Rusia extiende sus tentáculos al Caribe con designios lúgubres e intentando ampliar el panorama sangriento de Ucrania a nivel global que, ellos mismos se buscaron al invadir improvisadamente el vecino país. Por favor, presten atención. Un año de tragedia, desgarre y carnicería a tres trozos, la cifra de cien mil bajas entre civiles y militares, no importa el uniforme; bajas, muertos, heridos, mutilados, ciegos, locos, desangrados, desaparecidos, exilados, descuartizados y o congelados en los campos de exterminio, añádase ciudades convertidas en pavesas, todo llama seria, dolorosamente a reflexión para quienes valoramos la sensibilidad cual ingrediente indesprendible del alma cristiana. Es hora de despertar, tomar la existencia en serio, cosa que sinceramente no espero de primeros mandatarios regionales estancados de por vida en sus habituales ocupaciones atadas al pasado siglo, o mejor a las de siempre, fosilizadas, para luego remontarme indefinidamente al ayer. Para ellos no pocos, esmerilar cerebros, poner al día su sustancia gris equivale a destino tan insólito, chocante e irreprensible como volar el Taj Mahal con todos sus pacíficos ocupantes orando fervorosamente dentro.
Proseguimos atascados en el pasado, lejanos y ajenos al cotidiano almanaque de los tiempos que corren. Otra vez brinca a colación el tartamudeante presidente de México a quien, por sobreentendido, más le preocupa contabilizar hoy, de manera rigurosa, cronométrica, exacta, el número de indios aztecas muertos a manos de los conquistadores españoles, allá por el siglo XVI de muestra era.
Entretanto. Los rusos han retornado a Cuba. Para nadie es noticia de primera plana, ni titulares mayusculares. Como de costumbre, por su causa la atención prioritaria de prominentes hombres de estado regionales, no se verá sustraída de importantes eventos deportivos, sociales, farándula, modas femeninas procedentes de Paris, vacaciones a escoger entre California o Madrid, presupuestos aumentar en el próximo ejercicio fiscal, aranceles a elevar en productos industriales o agrícolas de importación, o no menos misteriosos, a “sotto voche,” y cabizbajos cabildeos, en torno a la modificación de sus estatutos constitucionales con vistas a la extensión del mandato presidencial a un nuevo período, (aumento de sueldo a discutir.)
¡Atención, última hora! Varios de dichos ejecutivos cuyos nombres permanecen sin identificar, coincidieron ayer por el estado de gravedad hallado recién en sus respectivos sistemas educativos; a saber, escuelas clausuradas indefinidamente a consecuencia del estado deficitario hallado en sus plantas físicas, mobiliario inoperante y en desuso por desechable, o altamente deficiente e inutilizable manutensión. Los proyectos de refinanciamiento aprobados por la legislatura anterior, descontinuados. Maestros en huelga de hambre obligada y permanente, por falta de pago de jornales; reclamación de atrasos, vacaciones, temporeros retiros y otros débitos. Incalculable monto de sus correspondientes honorarios traspasados a personal fantasma. Alarmante número de altos ejecutivos acusados, detenidos, encarcelados, o prófugos de la justicia por corrupción, principalmente tráfico de drogas mediando conexiones internacionales.
Desde luego, el número de población indigente a nivel continental se comprueba imparable, costo de vida alto, sistema de salud disminuyente dada la proliferación y aumento de chabolas, villa miseria, depauperados y los sin techo; las cifras de desempleo, criminalidad, incapacitados, vagos de oficio, drogadictos, disfuncionales y emigrantes en busca del sueño americano, desconocidas merced a su incontrolable crecimiento, e imposibilidad actuarial de asentamiento y fijación. Y ¿qué otra cosa?
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