Crisis migratoria: La comunidad religiosa de Miami, desbordada por los cubanos recién llegados Diario de Cuba 6 de marzo de 2023
Delmis Benbow Tamayo, una niña cubana de ocho años recién llegada a Miami. MARTA LAVANDIER AP
La Guardia Costera de EEUU devuelve a 75 balseros y ya suman 5.846 los cubanos interceptados por esa institución desde el 1 de octubre pasado.
La comunidad religiosa de Miami auxilia a migrantes y exiliados cubanos recién llegados, reporta la agencia AP.
Daneilis Tamayo es una cubana que vendió todo lo que tenía para huir de la Isla con sus tres hijos en un bote repleto de gente. "Lo único que me dio fuerza es el Señor. No voy a perder la fe, pase lo que pase", dijo. Esta familia ha estado durmiendo en el albergue improvisado de Iglesia Rescate desde que las promesas de ayuda que le hizo su contacto en EEUU resultaron ser "todas mentiras".
En los últimos 18 meses, aproximadamente 250.000 migrantes y solicitantes de asilo como Tamayo llegaron al área de Miami. Muchos cuentan con un estatus legal precario que a menudo no incluye permiso para trabajar, lo cual es esencial para construir una nueva vida en EEUU. Esta afluencia está sobrepasando a la red de seguridad social de los migrantes en las comunidades religiosas de Miami.
"El Señor dice que demos la bienvenida al extranjero. Es lo más triste, la cantidad de gente que viene y no podemos ayudarlos", dijo el reverendo David Monduy, párroco de la Iglesia Rescate. Los líderes religiosos de Miami están haciendo sonar la alarma de que la necesidad se está volviendo inmanejable.
"Podemos recibir una llamada un sábado de que 30 migrantes fueron dejados, y dos horas después todos fueron recogidos. Pero el desafío es en qué punto alcanzas la saturación", dijo Peter Routsis-Arroyo, director ejecutivo de Caridades Católicas en Miami.
Los religiosos dicen que, al no poder trabajar legalmente, los migrantes son vulnerables a la delincuencia, se le impone una carga financiera imposible a las comunidades de inmigrantes existentes que intentan ayudar, y se retrasa la integración en la sociedad estadounidense.
"Es completamente irracional que no otorguen permisos de trabajo", dijo el arzobispo de Miami, Thomas Wenski, cuya arquidiócesis católica ha ayudado durante mucho tiempo a recibir inmigrantes.
"Todos los días, la gente toca las puertas de nuestras parroquias diciendo que no tienen dónde dormir", dijo el reverendo Marcos Somarriba, rector de la iglesia católica St. Agatha en las afueras de Miami.
Además de proporcionar alimentos, ropa y algo de ayuda para la vivienda, las iglesias están ayudando a educar a los inmigrantes sobre sus opciones legales. La Iglesia Católica St. Michael the Archangel organizó un foro de migración con los Servicios Legales Católicos a mediados de febrero para explicar el nuevo programa de parole humanitario.
"Han visto a la iglesia como la única institución que puede dar algo de esperanza", dijo el reverendo Elvis González, pastor de St. Michael the Archangel, una iglesia históricamente cubana que recibe a fieles de toda América Central.
Unas pocas millas al sur, a la orilla del mar, se encuentra La Ermita, un santuario dedicado a Nuestra Señora de la Caridad del Cobre, que durante mucho tiempo ha sido un faro para los exiliados cubanos. "Migrantes de toda América Latina vienen a llevarle girasoles a la Virgen, a llorar de agradecimiento y a pedir ayuda con comida y ropa", dijo la monja Consuelo Gómez.
"Jesús también fue un migrante", dijo Gómez, quien ayuda a muchos recién llegados a encontrar trabajo y una vivienda digna, a menudo con la ayuda de miembros de la diáspora. "Tratamos de ayudar para que puedan salir adelante solos", concluyó.
Roberto Sardiñas, un cubano que lleva siete años en EEUU, dijo sobre los recién llegados que sería egoísta argumentar cualquier cosa menos que "todos los que puedan venir, que vengan. Lo ideal sería que existiera la libertad en Cuba", concluyó el migrante.
En medio de este panorama, 75 balseros cubanos fueron devueltos por la tripulación del barco Paul Clark el domingo luego de varias interceptaciones en las costas de Florida, informó en un comunicado la Guardia Costera de EEUU (USCG en inglés).
Estos migrantes fueron interceptados entre el martes 28 de febrero y el jueves 2 de marzo en cinco embarcaciones distintas.
Entre el 1 de octubre de 2022 y el 2 de marzo de 2023, las tripulaciones de la USCG interceptaron a 5.846 cubanos, un promedio de 38 al día.
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