Un juez de Miami desea que la espía de Castro, Ana Belén Montes, se largue a Cuba cuando sea excarcelada Por Ricardo Quintana RTV Martí 24 de septiembre de 2022
 Mugshot (foto policial) de la espía Ana Belén Montes y uno de los códigos en poder del FBI con que transmitía sus mensajes a Cuba.
La agente doble para Cuba al más alto nivel de la inteligencia del Pentágono fue arrestada hace 21 años y debe obtener su libertad en los primeros días de 2023.
Fue el 21 de septiembre 2001 que "la Reina de Cuba", como era conocida en la comunidad de inteligencia, fue arrestada. Agentes del Buró Federal de Investigaciones (FBI) irrumpieron en la oficina de la analista Ana Belén Montes en las instalaciones de la Agencia de Inteligencia de la Defensa (DIA) en la Base Aérea de Bolling, en Washington, DC. La detención se produjo exactamente a las 11 de la mañana.
En su haber, 22 años de trabajo en la DIA, de los cuales destinó 17 para pasar información al régimen de Cuba. De ahí que no pocos la consideraban la agente personal de Fidel Castro.
En octubre de 2002 fue condenada a 25 años ó 300 meses de prisión por conspiración para cometer espionaje a favor del régimen cubano. En Miami, el juez federal, Alberto Milián, ha estudiado a fondo el proceso judicial de Belén Montes, que cumpliría 20 años en cautiverio cuando se concrete su libertad en enero.
“Francamente merecía cadena perpetua o la pena de muerte, porque eso es lo que merece una persona que comete una traición de tal índole en EEUU”, dijo Milián, quien alcanzó el grado de capitán de la contrainteligencia militar en el Ejército estadounidense.
Belén Montes se declaró culpable, no hubo juicio con jurado y en opinión de Milián, es responsable por la muerte de un soldado de las tropas especiales de EEUU que prestaba asesoría militar en El Salvador. Fue en 1987, cuando la guerrilla atacó un campamento del Ejército salvadoreño y causó varias bajas.
“Esa información (la ubicación del campamento) ella se la entregó a Fidel Castro, a su maestro. En muchos casos de espionaje se llega a acuerdos, primero porque el traidor coopera y entrega los informes que pasó al enemigo, por eso quizá no fue condenada a muerte”, opinó Milián, quien no vacila al asegurar que Belén Montes perjudicó mucho al país.
Asimismo, recordó los casos de Robert Hanssen, que era agente del FBI o Aldrich Ames, que era oficial de la CIA, quienes sí recibieron cadena perpetua y “gracias a la justicia van a morir en la cárcel”, dijo el exfiscal.
Belén Montes no solo traicionó a su país sino a su hermana y a su hermano que trabajaban para el FBI.
“El amor propio pudo más que ella. Supuestamente porque era narcisista, sentía orgullo de servir a Fidel Castro y a la Revolución Cubana. ¡Qué ironía!”, lamentó Milián.
En el juicio, la Fiscalía presentó pruebas abrumadoras, un radio de onda corta y los códigos numéricos que utilizaba para transmitir la información y no solo que tuviera que ver con Cuba.
“Cuando EEUU planificaba su respuesta al Talibán y Al Qaida por los ataques contra las Torres Gemelas de Nueva York, el 9 de septiembre de 2001, las autoridades temieron que Belén Montes fuera a pasar esa información a Castro porque, entre otras cosas, Cuba lucra con el trabajo de inteligencia y vende información a Corea del Norte, a Irán, a todos los enemigos de la democracia y entonces en ese momento el FBI tuvo causa probable para justificar su arresto”, recordó.
"La Reina de Cuba" fue detenida 9 días después de los atentados contra las Torres Gemelas ("The World Trade Center"). En su caso, las audiencias fueron públicas y contó con la representación legal del experimentado abogado Plato Cacheris, fallecido en 2019.
“Se declaró culpable, demostró desacato para la corte porque hasta el último momento dijo que lo hacía por la injusticia que EEUU había cometido en Latinoamérica y conociendo su psicología y estudiando a profundidad su expediente, puedo decir que es una persona muy acomplejada; eso es lo que buscaban los servicios de inteligencia de la ex Unión Soviética, la KGB, los servicios de Putin y Fidel Castro”.
A Castro nunca le interesó canjear a la que se dice fue su espía personal porque, según entendidos, no era agente, no era oficial de la Dirección de Inteligencia castrista como fueron los cinco espías de la Red Avispa.
“Ana Belén Montes era una informante muy útil para Cuba, pero no agente. Además, el daño que ocasionó a EEUU fue tan grave que la DIA y la CIA se opusieron de plano al intercambio”, comentó Milián.
Con el número de presa 25037-016, Belén Montes se halla en la prisión federal y centro médico para mujeres de Carswell, en Fort Worth, Texas.
En la instalación hay reclusas de todos los niveles de seguridad con necesidades médicas y problemas de salud mental. Fuentes familiares han dicho que la espía sufrió cáncer de mama.
En Puerto Rico y en varias ciudades de Estados Unidos, América Latina y Europa, hay grupos que promueven su libertad y que consideran injusto su encarcelamiento, como La Mesa de Trabajo por Ana Belén Montes y Cuba por Ana Belén.
“En estos momentos no estamos concediendo entrevistas”, respondió a Radio Televisión Martí su prima por parte de padre, Miriam Montes-Mock, radicada en Puerto Rico.
Por estos días, el exagente del FBI Peter Lapp, uno de los agentes que arrestó a Belén Montes, promueve en Miami su libro "Queen of Cuba" (La Reina de Cuba), que saldrá a la venta después de que la espía sea puesta en libertad en enero. Lo acompañan en la gira la co-autora y periodista Kelly Kennedy y Chris Simmons, el ex analista y coronel de la DIA que participó en los interrogatorios a la informante.
Una vez pagadas las culpas, Ana Belén Montes tendrá derecho a la reinserción social, el proceso orientado a favorecer la integración a la sociedad de una persona que ha sido condenada por infringir la ley penal.
“Ojalá que se vaya a vivir a Cuba. Yo no la quisiera en los Estados Unidos, no quisiera compartir la libertad y el oxígeno que disfrutamos con una traidora. Si hay un lugar especial en el infierno, es para personas como ella”, concluyó el juez Alberto Milían.
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Ana Belén Montes era una "espía perfecta" al servicio de Fidel Castro El agente del FBI que la capturó publica un libro sobre la ex funcionaria del Pentágono que actuaba "por ideología" 14ymedio 22 de septiembre de 2022

Durante 17 años, hasta su arresto en 2001, Ana Belén Montes, una funcionaria estadounidense hija de puertorriqueños, mereció el calificativo de "espía perfecta" que le dan los autores de The Queen of Cuba, The Inside Story on How the Perfect Spy Evaded Detection for 17 Years, Peter Lapp y Kelly Kennedy. El libro, editado por el sello Post Hill Publications, saldrá a la venta tras la liberación de la espía, prevista para enero del próximo año.
Montes, plantada como asesora de temas cubanos para Estados Unidos en el Pentágono, se las arregló para suministrar información clasificada a La Habana e influir en las políticas de Washington hacia la Isla.
Hacía todo esto sin cobrar un centavo y por odio a las políticas externas de EE UU, dice en declaraciones a El Nuevo Herald Peter Lapp, el agente retirado del FBI que arrestó a Montes en 2001. Ahora, devenido autor, ofrece todos los detalles de la historia, incluida la identidad del agente Germán, el contacto de la mujer con sus jefes de La Habana.
Para Lapp, "el servicio de inteligencia cubano es uno de los mejores del mundo", y lo que hace que sea tan bueno "es que encuentran a estas personas que tienen ideas afines, que tienen esta empatía visceral por lo que Cuba está tratando de hacer. Son tan buenos para encontrar a estas personas que no quieren hacerlo por dinero".
Sobre el caso de Montes, en su entrevista para el diario miamense, el ex agente lamentó: "No pudimos devolver el golpe en décadas; fallamos bastante".
De acuerdo a su investigación, la espía, nacida en la República Federal Alemana, enviaba diariamente a Cuba datos confidenciales y, al mismo tiempo, recibía instrucciones de Fidel Castro para influir en las decisiones de EE UU hacia el Gobierno cubano.
El enlace era Evelio Guerra Pereda, alias Germán, un oficial de inteligencia encubierto como médico cuyo expediente, hoy público, revela que trabajó en el hospital Manuel Fajardo de La Habana. Interpelado por Lapp en la actualidad, Guerra Pereda negó conocer o tener vínculos con Montes.
Durante la Administración de Barack Obama, se tuvo conocimiento de que Rolando Sarraff Trujillo, ex oficial de inteligencia de EE UU capturado en La Habana, había proporcionado pistas para la captura del "topo" de Castro escondido en el Pentágono. Sarraff fue intercambiado en 2014 por tres de los cinco espías cubanos que el Gobierno denomina "los cinco héroes".
El propio Obama, tras el intercambio, calificó a Sarraff, sin identificarlo, como "uno de los más importantes agentes de inteligencia que EE UU ha tenido en Cuba, y que ha estado en prisión por casi dos décadas", período que coincide con el arresto de Ana Belén Montes.
"¿Cuáles fueron las motivaciones de Ana Belén Montes para su labor de espionaje?: la ideología pura", dice el informe público del FBI sobre la espía. Dicho informe contextualiza el arresto de la mujer tras los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 a las Torres Gemelas, y afirma que formó parte de una estrategia mayor para garantizar la seguridad del país.
Entre los documentos a los que Montes tenía acceso como analista de la Agencia de Inteligencia de Defensa de EE UU estaban los planes de la invasión a Afganistán, a los que Castro pudo haber tenido acceso a través de su espía.
El FBI recorre la trayectoria laboral y de espionaje de Montes, comenzando con su reclutamiento por La Habana en 1984 y describiendo su estado actual: una mujer de 60 años, operada de cáncer de mama, que intentará reanudar su vida luego de dos décadas de prisión.
Por su parte, el autor de The Queen of Cuba, quien también interrogó durante varios meses a Montes, la define como una mujer "recta, pomposa y narcisista". Un personaje casi de ficción, una fanática de Castro y su Gobierno, cuyo extremismo le resultó ideal para conformar el libro.
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