Los oficiales improvisados de las FAR Por Alberto Méndez Castelló Cubanet 31 de julio de 2022
 Militares cubanos maniobran una ametralladora antiaérea (Foto: EFE)
El Ejército Oriental a través del Regimiento de Estudio con base en Puerto Padre, y por medio de la emisora local Radio Libertad, está convocando a jóvenes graduados de preuniversitario y de hasta 24 años para formarlos como oficiales de infantería y de tanques en un curso rápido de sólo cinco meses. Se informa, además, que los graduados recibirán un salario mensual de 7 050 pesos.
¿Se están quedando las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) de Cuba sin oficiales subalternos en las tropas de infantería y en las unidades de tanques y urgentemente quiere reponerlos? O acaso… ¿Se está preparando las FAR con urgencia para situar en disposición combativa a más unidades de infantería y de tanques previendo una situación operativa adversa en un futuro cercano?
Entiéndase por oficiales subalternos los que, con grados desde subteniente hasta capitán, se encuentran directamente al mando de los soldados, recibiendo órdenes de primeros oficiales, que son aquellos con graduación desde mayor hasta primer coronel; los oficiales superiores son los generales, desde general de brigada hasta general de ejército.
Los oficiales subalternos al mando de pelotones y compañías o con otras responsabilidades en las unidades, como los que ahora se formaran, según la nota de las FAR en cursos rápidos de cinco meses, son, de forma reglamentaria, hombres y mujeres jóvenes y casi todos —por no decir todos—, graduados de escuelas militares, de universidades militares, o civiles, donde fueron insertados ya siendo cadetes de un instituto militar para prepararse en especialidades que no se imparten en las academias militares. Esos oficiales se gradúan en cursos de unos dos años con títulos de técnicos medios y grados de subteniente o en carreras universitarias de cinco años, como licenciados o ingenieros y grados de tenientes.
Si para las FAR es relativamente fácil y económico reemplazar los soldados de sus tres ejércitos (Oriental, Central y Occidental) a través del reclutamiento de jóvenes en edad militar —obligatorio por ley—, del mismo modo no es posible reemplazar el cuerpo de oficiales subalternos, porque ellos ocupan esas plazas no por obligación, sino por vocación y formación académica, salvo que ese reemplazo ocurra con oficiales improvisados en cinco meses, como se proyecta ahora.
Pero la vocación de los jóvenes cubanos por las carreras militares parece disminuir en la misma medida que muestran indiferencia por el discurso de la dirigencia comunista. Y, si las escuelas militares no incrementan sus matrículas por vocación de los estudiantes de secundaria o de preuniversitario del sistema general de enseñanza, no ingresan nuevos cadetes, y al final habrá menos oficiales subalternos para dar órdenes directamente a las tropas.
Así y todo, también la vocación en los militares es un arma de doble filo, y más en el cuerpo de oficiales subalternos, por ser simple y llanamente un mecanismo psicológico vinculado a las aspiraciones del individuo, donde el capitán quiere ser mayor, el mayor, coronel, y el coronel, general.
Y ahora hemos visto como Raúl Castro y la jefatura suprema de las FAR, hasta para llegar al generalato ha puesto una cota, creando el grado de “primer coronel”, impidiendo así a los coroneles con “techo” ascender a generales de brigada.
En las instituciones castrenses de cualquier país, los grados militares tienen un “techo”, compréndase un tope según el cargo. Así, si el cargo de jefe de una compañía de infantería es capitán, un joven primer teniente estará muy a gusto en esa plaza hasta que ascienda a capitán y tenga los años de servicio requeridos para ser ascendido a mayor. Pero luego de ese tiempo ya no estará a gusto si la jefatura no lo promueve a otro cargo con posibilidades de ascenso en grado militar y económico, porque, además de ser militar por vocación, también lo es por retribuciones monetarias y sociales, siendo entonces lo más probable que, en busca de mejores opciones, ese joven oficial pida la baja de las FAR, que al final habrá de dársela por conveniencias o alta conveniencias del servicio, que es cuando se incurre en indisciplinas graves o delitos.
El poder político del castrocomunismo no se sustenta en el apoyo del pueblo, sino en la fuerza militar, policial y parapolicial, según el mundo vio como fueron reprimidas las manifestaciones del 11 de Julio de 2021. Las FAR ya contaba con armas y equipos blindados más que suficientes para abastecer sus necesidades logísticas antes de la campaña de Angola. Recuérdese que, salvo el armamento nuclear, todos los carros de combate, transporte y artillería de la agrupación de tropas soviéticas compuesta por 42 000 soldados quedó en Cuba finalizada la Crisis de los Misiles. Pero no bastándole con ese arsenal gigantesco, que precisa de silos soterrados de decenas de kilómetros para su conservación, el régimen hizo traer de Angola todo el armamento que la extinta Unión Soviética suministró a aquel país para su defensa, incluso los más modernos tanques, que estaban en manos de los soldados cubanos.
Al cumplirse 60 años de la Crisis de los Misiles, en el panorama estratégico cubano no se vislumbra ningún conflicto armando con ningún país vecino, y lógico resulta que, si la pandemia, el éxodo migratorio y las bajas por conveniencias de servicio han mermado el cuerpo de oficiales subalternos, sin posibilidad de reemplazo a través de las academias militares porque ya la juventud cubana no ve atractivos en la vida castrense, esos oficiales sean reemplazados rápidamente, en cursos improvisados, motivados por un salario de 7 050 pesos. Pero no será natural si, extrayéndolos de sus silos de conservación, aparecen en las unidades de las FAR más tanques y transportes de infantería mecanizada, porque no teniendo guerras con nuestros vecinos, esos carros de combate, en un momento dado, apuntarían contra los mismos cubanos, y no debemos olvidar que ya el 11 de Julio Díaz-Canel dio una orden fratricida. Este es un tema en progresión que todos los cubanos debemos tener bien a la vista. Observémoslo.
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