Saily González llega a EE UU ante las crecientes amenazas de la Policía cubana
14ymedio
19 de junio de 2022
A través de sus redes sociales, la activista adelanta que seguirá "luchando por conseguir un país donde todos podamos participar"
Debido al "episodio de represión" que sufrió el jueves pasado la activista Saily González Velázquez decidió salir de Cuba y este domingo llegó a Miami (Estados Unidos). Según dio a conocer a través de sus redes sociales, la determinación la tomó de "manera muy apresurada y se la he comentado a muy pocas personas".
Antes de salir de la Isla, González comentó con gente cercana sobre el hostigamiento que sufrió de parte de la Seguridad del Estado, que la amenazó con meterla presa por "instigación para delinquir". El nuevo Código Penal, que entrará en vigor dentro de unos meses, endurecerá aún más las penas por cualquier tipo de manifestación contra la "irrevocabilidad del sistema socialista".
El nuevo Código castigará con penas de hasta diez años al ciudadano "que ejercite arbitrariamente cualquier derecho o libertad reconocido en la Constitución de la República" si ese ejercicio tiene como finalidad "cambiar, total o parcialmente, la Constitución de la República o la forma de Gobierno por ella establecida".
En su muro de Facebook, Gonzalez explicó que lo entiende "como solo un viaje más" y seguirá "luchando por conseguir un país donde todos podamos participar, un país sin represión ni presos políticos".
González comentó con gente cercana sobre el hostigamiento que sufrió de parte de la Seguridad del Estado, que la amenazó con meterla presa por "instigación para delinquir"
Hizo saber en ese mismo post que su "corazón está con cada preso político al que sus derechos le son violados y con sus familiares, con cada activista que como yo pone en riesgo su cuerpo, su paz y la de su familia, por que todos tengamos derechos en esta Cuba de todos".
Adelantó que su "discurso y activismo seguirá también yendo en esa dirección" que en unos días dará más detalles. "Por ahora necesito descansar".
De inmediato se dieron reacciones. Desde Madrid, la activista y curadora de arte hispanocubana Carolina Barrero le expresó su "respeto y solidaridad". En el mismo comentario expresó: "El exilio tiene un papel determinante que jugar en el fin de la dictadura y en la transición democrática que entre todos tenemos la responsabilidad de precipitar". Dejando abierto un encuentro próximo.
"Me estrujó el alma pero me alegró el corazón, una de mis amigas acaba de abandonar el país", escribió Orlando Ramírez Cutiño, padrastro de Jonathan Torres Farrat, encarcelado por protestar el 11J. "Saily Gonzalez Velazquez, la de amarillo como cariñosamente se le conoce, partió hacia tierras de libertad, se que desde ahí ella seguirá luchando por una Cuba libre".
El bloguero Boris Sancho publicó: "Con una mezcla de alegría y tristeza te digo bienvenida a tierras de libertad".
El pasado 31 de mayo, Saily Gonzalez fue liberada luego de pasar varias horas retenida por la Seguridad del Estado
El pasado 31 de mayo, Saily Gonzalez fue liberada luego de pasar varias horas retenida por la Seguridad del Estado, que la interceptó con violencia cuando marchaba en una calle de Santa Clara por la libertad de los artistas Luis Manuel Otero Alcántara y Maykel Castillo Osorbo.
Para liberarla la policía política exigió que se le entregara otro pulóver, ya que el traía puesto tenía escritos a mano los lemas "free Maykel" y "free Luisma". Varios activistas confirmaron que también había sido interrogada la madre de la activista. Este hostigamiento ha sido denunciado por el Observatorio Cubano de Derechos Humanos ante la ONU.
A la empresaria villaclareña se le impidió asistir a la Novena Cumbre de las Américas a la que fue invitada como representante de la sociedad civil cubana. La Seguridad del Estado la citó para recordarle, además, que tenía una investigación penal abierta contra ella. Un proceso, que le "abrieron arbitrariamente por convocar a la marcha cívica por el cambio del 15 de noviembre y que insisten en usar a conveniencia", detalló González.
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