Con noventa y dos años ya el Viejo Alfredo es apenas la sombra de aquel incansable veterano que no faltaba a una sola de las épicas jornadas de Santa Rita Por José Alberto Álvarez Bravo en Facebook el 5 de marzo de 2022
El ocaso.
Alfredo Guilleuma Rodríguez, el Viejo Alfredo, merced a su incesante activismo, que lo encontraba en cuanta acción contestataria se realizara en esta Habana nuestra, llegó a convertirse en una figura icónica para la grey opositora, pero el tiempo no da tregua y va doblegando aún a los espíritus más pugnaces.
Con noventa y dos años, cumplidos el pasado 9 de diciembre, ya el viejo es apenas la sombra de aquel incansable veterano que no faltaba a una sola de las épicas jornadas de Santa Rita, que no faltaba a la visita de un opositor enfermo del que tuviera conocimiento, que de sus tres pesos sacaba dos para darlos a quien los necesitara.
Desinteresado y noble como pocos, ha llegado al punto que a todos nos espera, el ocaso de la vida. De nada se queja, a nada aspira, ya nada espera, sólo le va quedando la intensidad de su mirada y la impotencia de no poder rebelarse contra el implacable destino que nos va conduciendo hacia la nada, o hacia el Señor, según otra interpretación de la vida.
Nadie sabe cuándo será el día que su nieto nos llame para decirnos lo que no habrá de sorprendernos; nos tocará divulgarlo como corresponde, para conocimiento de las muchas personas que lo han conocido, que lo han admirado, que lo han querido y que ocasionalmente me preguntan por él.
Lloverán los EPD, los cuánto lo siento, los Dios lo tenga en su gloria, pero será un baldío recurso posterior a esa otra muerte que ya lo alcanzó, que son el abandono y el olvido.
LEAN TAMBIEN EN CDVida.org 13 de dic. de 2009: El Viejo Alfredo, un anciano cubano victima de la represión. Por Eloy A Gonzalez.
|