/Diario de Cuba/.-Washington 13 Ene 2022.- "No vamos a responder a las fanfarronadas", comentó un alto funcionario de la Administración de Joe Biden en reacción a las amenazas de Rusia de desplegar tropas en Cuba y Venezuela en caso de que las negociaciones en torno a Ucrania no se resuelvan de manera favorable para Moscú.
Pero, terció, "si Rusia realmente comenzara a moverse en esa dirección, lo abordaríamos de manera decisiva", declaró el funcionario no identificado en respuesta a la empresa de medios McClatchy y al Miami Herald.
Ningún otro funcionario de la Administración se ha referido al tema, horas después de que el viceministro ruso de Exteriores, Sergei Ryabkov, quien lideró la delegación rusa en las negociaciones del lunes en Ginebra para abordar las tensiones en la frontera con Ucrania, dijera en declaraciones televisadas que no podía confirmar ni excluir la posibilidad de que Rusia estableciera infraestructura militar en Cuba y Venezuela en caso de que las tensiones aumenten.
Las conversaciones en Ginebra y la reunión del miércoles entre Rusia y la OTAN en Viena no lograron reducir las discrepancias sobre las exigencias rusas de seguridad, mientras Rusia mantiene tropas movilizadas cerca de Ucrania, resumió AP.
En una entrevista con la televisora rusa RTVI, Ryabkov señaló que "todo depende de las acciones de nuestros homólogos estadounidenses", y señaló que el presidente Vladimir Putin ha advertido que Rusia podría tomar medidas técnico-militares si Estados Unidos "actúa para provocar a Rusia" y subir la presión militar.
Ryabkov dijo que Estados Unidos y la OTAN han rechazado la principal reclamación de Moscú, una garantía de que la alianza no se expandirá a Ucrania y otras naciones exsoviéticas, y añadió que las grandes diferencias en las estrategias de los dos bandos ponen en duda la continuidad de las conversaciones.
Tampoco hay por el momento reacciones de La Habana y Caracas, aunque el Gobierno interino de Venezuela, presidido por el opositor Juan Guaidó, emitió una declaración en la que expresó su "más categórico rechazo" a las declaraciones de Ryabkov.
"El mero hecho de que un alto funcionario de este país haya insinuado una acción de este calibre representa una absoluta trasgresión a la soberanía nacional y a la integridad de nuestro territorio. En ese sentido emplazamos a todos los venezolanos, sin distinción de ideología política, a rechazar esta grave ofensa contra la independencia de nuestra patria. Venezuela no puede ser utilizada como un peón en un juego geopolítico entre las potencias del mundo", señala la declaración, en la que se emplaza al Gobierno de Maduro y a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana a posicionarse ante esos hechos.
No es esta la primera declaración pública de Moscú con similar talante. En junio del año pasado, Rusia reiteró su apoyo a sus aliados en América Latina, fundamentalmente a Cuba, Venezuela y Nicaragua, ante lo que calificó como "amenazas externas".
Así lo aseguró el ministro de Defensa ruso, el general del ejército Sergey Shoigu, quien afirmó que aunque las relaciones con esos países son "históricas", las distintas formas de presión que experimentan en la actualidad hace que necesiten la ayuda de Moscú "más que nunca".
Aunque el ministro no especificó si esos gobiernos hicieron un pedido formal de ayuda, en un discurso dado durante una conferencia sobre seguridad internacional realizada en Moscú se refirió a las "amenazas" sufridas por ellos, que incluyen la posibilidad de "uso abierto de la fuerza militar", dijo, según el medio ruso Sputnik.
"Es la amenaza del terrorismo, muy ligada a la producción de drogas ilegales y a los permanentes intentos por iniciar revoluciones variadas en esos países", afirmó Shoigu.
Después que las manifestaciones del 11J sacudieran Cuba, Moscú volvió a reiterar su apoyo a La Habana, a la que envió varios barcos con donativos de alimentos y medicinas.
Según la nota de Miami Herald, un funcionario de alto nivel del Ministerio de Defensa de Rusia citado por el US-Cuba Trade and Economic Council estimó que una presencia "robusta" en Cuba generaría millones en mejoras en la infraestructura de aeropuertos y puertos.
El funcionario ruso estimó que el impacto económico de tener hasta 2.500 civiles y militares rusos en Cuba podría suponer 100 millones de dólares anuales para La Habana, si bien Moscú podría pagar una tarifa adicional a las autoridades cubanas, como lo hizo en el pasado por albergar el puesto de espionaje radioelectrónico de Lourdes en La Habana. |