Promotores de la marcha del 15N a Díaz-Canel: 'el que ha desestabilizado Cuba es usted' Diario de Cuba 27 de octubre de 2021
'El único dictado es el de nuestras conciencias y la única voz a la que respondemos es a la de millones de cubanos y cubanas', dice Archipiélago en una carta abierta al gobernante.
La plataforma ciudadana Archipiélago, promotora de la marcha cívica por el cambio del 15 de noviembre, envió una extensa carta a Miguel Díaz-Canel en la que responde a acusaciones del gobernante. Díaz-Canel dijo recientemente sobre la manifestación del 15N que "es un plan orquestado" en el que "se involucran tanques pensantes y portavoces del Gobierno de Estados Unidos".
"No somos 'tanques pensantes'. Simplemente decidimos ejercer nuestros derechos. Tampoco precisamos que nadie nos mande. Si tiene alguna prueba con la cual fundamentar sus afirmaciones, lo invitamos a que las exponga públicamente, aunque tanto usted como nosotros sabemos que ello será imposible pues tales vínculos no existen", señaló el texto, firmado por Fernando Almeyda Rodríguez y Leonardo M. Fernández Otaño.
"El único dictado al que respondemos es al de nuestras conciencias. La única voz a la que respondemos es a la de los millones de cubanos y cubanas obligados a dedicar jornadas completas para adquirir productos cada vez más caros en una moneda que no disponen; la voz de las familias que han perdido seres queridos por la precaria condición de la infraestructura médica cubana, en la cual no se invierte lo que se debiera; la voz de los miles de trabajadores cuyos salarios no les alcanzan para llegar a fin de mes; la voz de madres, hijos y hermanos de los manifestantes del 11J procesados cual viles criminales y sancionados en juicios sumarios sin debido proceso; la voz de la juventud que ante la falta de futuro se ve obligada a abandonar el país", sostuvieron.
"La Revolución, que alguna vez se planteó como un proyecto por los humildes y para los humildes, fue sepultada por el totalitarismo hace décadas, y hoy exhibe una mentalidad de hotelería y mercantilismo", añadieron.
Según los firmantes, no se oponen al desarrollo de la industria de servicios, "sino al costo que conlleva la manera en que se hace".
"Tampoco nos oponemos a que se defienda la soberanía del país; a lo que nos oponemos es a que se justifique la represión, la ausencia total de espacios democráticos y la violación de los derechos de los ciudadanos mediante supuestas amenazas a la soberanía", señalaron a Díaz-Canel.
"Se nos acusa de intentar desestabilizar el país, sin embargo, el que ha desestabilizado el país es usted", y a continuación argumentaron:
"Nosotros no instruimos un reordenamiento económico que tiene poco que envidiarle a esos paquetazos neoliberales que su gobierno denuncia en Latinoamérica; nosotros no acosamos ni apresamos personas por razones políticas; nosotros no dimos una orden de combate lanzando cubanos y cubanas a una guerra fratricida; nosotros no dejamos sin abastecimiento las tiendas y establecimientos en moneda nacional; nosotros no somos responsables de la inflación exorbitante del país; nosotros no hemos organizado brigadas de respuesta rápida para golpear a quien piense diferente; nosotros no hemos violado los derechos humanos y constitucionales de nadie; nosotros no hemos puesto el país en pie de guerra para enfrentar a manifestantes pacíficos".
"Las intenciones de la manifestación que convocamos para el 15 de noviembre fueron expresadas en las cartas dirigidas a las intendencias: 'contra la violencia, para exigir que se respeten todos los derechos de todos los cubanos, por la liberación de los presos políticos y por la solución de nuestras diferencias a través de vías democráticas y pacíficas'. Aunque las autoridades pretendan ignorar o torcer los hechos, estas son nuestras intenciones, las cuales se amparan en la Constitución cuyos artículos 54, 56 y 61 reconocen nuestro derecho de libertad de expresión, manifestación, petición y queja", recordaron.
"¿En qué parte de esas cartas se dice que no queremos el bien supremo de Cuba o que somos ciudadanos carentes de valores patrios? Si remitimos cartas a las autoridades es porque las respetamos. Que no estemos de acuerdo con el orden establecido y queramos un cambio no significa que estemos intentando derribar por la fuerza el sistema", dijeron.
Para Archipiélago "a través del diálogo nacional se pueden lograr los cambios democráticos que Cuba necesita".
"No le corresponde a usted como presidente determinar quiénes son interlocutores válidos, ni a nosotros tampoco. Esa tarea le corresponde al pueblo cubano (a todos), tanto a los millones que están dentro como a los que viven fuera de la Isla; le corresponde al pueblo, en quien según el artículo 3 de la Carta Magna reside la soberanía intransferiblemente", aclaró.
Más adelante, declararon que no son "una fuerza política, ni mucho menos un partido", sino "ciudadanos cubanos", a los que les preocupa su sociedad.
Hicieron responsable a Díaz-Canel de "llevar el país por buen camino y reconocer los errores", pues "por todos lados se escuchan las voces que piden democracia y un nuevo pacto social, refrendado con elecciones transparentes".
"Cada gobierno es responsable del bienestar y seguridad de sus ciudadanos, lo cual en materia de Derecho Internacional se conoce como 'responsabilidad de proteger'. Pero si como ha sido el caso, persigue, amedrenta y reprime a su propio pueblo, no espere ni que nosotros lo consintamos, ni que pase desapercibido por la Comunidad Internacional, de la cual para bien o para mal, Estados Unidos forma parte", recordaron.
"Es su administración la que mendiga por la venia de los Estados Unidos, aboga por la normalización de relaciones comerciales y por el fin del embargo económico. En su búsqueda de reconocimiento, los funcionarios y voceros del Gobierno están más preocupados por los derechos de los ciudadanos norteamericanos que por los nuestros. Siempre se habla de las afectaciones del embargo, pero no está dispuesto a admitir las violaciones que se cometen bajo su mandato", añadieron los activistas de Archipiélago.
"Usted ha amenazado públicamente con reprimir a quienes se manifiesten el venidero 15 de noviembre. Estados Unidos ha respondido que no tolerará ningún acto de represión y amenaza con sanciones. Ha sido su accionar, presidente, el que ha servido al país en bandeja de plata a nuevas sanciones, no solo norteamericanas, pues le recuerdo que a raíz del incumplimiento del Convenio de Cooperación Cuba-Europa, la Eurocámara está preparada también para aplicar sanciones a su Gobierno", apuntaron.
"Si quiere prevenir que la Comunidad Internacional acuse y condene las violaciones de derechos en nuestro país, existe un método sencillo: no permita que se violen derechos impunemente y reconozca el disenso político. Si quiere evitar que en foros internacionales se califique al país de dictadura, conduzca a Cuba como el Estado de Derecho que la Constitución refiere en su artículo 1 y respete las voces de la nación que exigen un cambio", recomendaron.
"Nosotros no somos responsables de la condena a su gobierno. No queremos que nuestra protesta se instrumentalice por nación extranjera alguna; pero si la condición para evitarlo es guardar silencio ante lo mal hecho, no lo haremos. El pueblo cubano lleva más de 62 años resistiendo en silencio todos los desvaríos de la gobernanza. Y cada año la confianza que se depositó termina en saco roto", afirmaron.
Para los promotores de la marcha, "la protesta en Cuba ha demostrado ser necesaria".
"Hizo falta un 11 de julio para que el Gobierno autorizara a toda prisa la entrada de medicamentos, para que recordara que los barrios humildes existen, para que se entregara un módulo de alimentos, para que se acometieran obras de mantenimiento y restauración en los espacios públicos, rebaja de planes de datos móviles, y que finalmente se aprobaran e incorporaran las famosas 'MYPIMES' al esquema de las Formas de Gestión No Estatal", opinaron.
"Estas acciones son nimiedades en comparación con la montaña de deficiencias y problemas políticos, sociales, económicos y sanitarios que enfrentamos; pero si no hubiera habido manifestaciones y protestas ni siquiera estas minucias las hubiéramos recibido. El pueblo ya sabe que contra la desidia solo cabe la protesta, el 15N no será la última que encontrarán en su camino", dijeron.
"El 15N saldremos a manifestarnos como ciudadanos que somos por convicción y voluntad propia. No necesitamos su venia y aunque no lo quieran reconocer sus voceros, los derechos no se 'aprueban'. Todos han visto que la única incitación al odio y a la violencia viene de su parte", recordaron.
"Los alaridos de sus partidarios recuerdan los ecos del fascismo que tantos millones de muertos ocasionó al mundo. Nos oponemos a tales métodos y los denunciamos. Nosotros pondremos el cuerpo y el civismo. La sangre y la violencia, de ocurrir, van por usted", concluyeron.
|