Suecia debe suspender inmediatemente el programa de ayuda a los tiranos de Cuba y exigir la liberación de los manifestantes del 11 de julio, José Daniel Ferrer y todos los presos políticos. Por Eva Belfrage 1 de octubre de 2021
Protesta y arresto el 11 de julio de 2021
¿Qué pasa en el Gobierno socialdemócrata de Suecia, que no entiende que es inmoral, si no criminal, cooperar y prestar ayuda a los tiranos que gobiernan en Cuba? Estos criminales cubanos están oprimiendo, encarcelando, manteniendo en hambruna al pueblo y permitiendo que la gente muera sin alimentos, sin electricidad en sus hogares, o en el piso de uno de los muchos hospitales colapsados del país sin medicamentos ni oxígeno y en números récord durante la pandemia de coronavirus. El hambre y la falta de atención médica no son causadas por el embargo de los Estados Unidos, de donde se permite exportar a Cuba tanto alimentos como medicamentos y que de hecho es uno de los mayores proveedor de estos productos a Cuba. La responsabilidad recae enteramente en la incompetente dictadura militar de Cuba, que insiste en una economía centralmente planificada, burocrática y corrupta, donde el pueblo está hundido en la pobreza para no permitirle la fuerza a levantarse contra el poder. La decaída del sector de salúd era una realidad ya mucho antes de la pandemia. La ineficiente producción, la deuda externa impaga y la reducción de la ayuda petrolera de Venezuela han contribuido al presente desastre, exacerbado por la pandemia y la falta de turismo. El régimen no ha conseguido encontrar una nueva fuente financiera en la que pueda parasitar después de la Unión Soviética (más de 20 años) y Venezuela (más de 10 años) y las grandes deudas externas impagas tampoco faciliten las posibilidades de créditos. El apoyo de Suecia no ayuda a nada, es solamente vergonzoso. El régimen es totalmente paralizado y lo único que sabe hacer es reprimir.
El 11 de julio, millones de cubanos salieron a las calles en la mayoría de las ciudades y pueblos del país exigiendo un cambio, la libertad y la democracia. Fue una protesta espontánea y única, la más grande desde que el régimen comunista tomó el poder hace más de 62 años. El presidente Díaz-Canel ordenó entonces a sus tropas uniformadas y de civil a atacar y golpear a los manifestantes pacíficos. Mataron a tiros a un joven e hirieron con balas a otros. Se estima que alrededor de 5000 fueron detenidos el 11 de julio y los días posteriores. Alrededor de 500 manifestantes (incluidas personas menores de 18 años) siguen en prisión y otros están bajo arresto domiciliario a la espera de juicio.
Arresto de un jóven manifestante del 11 de julio de 2021
En los últimos días, se ha revelado que se prevén sentencias severas de hasta 8 a 12 años de prisión para varios de estos manifestantes, que solo tomaron el derecho de todo ser humano bajo la Carta de la ONU, a expresar pacíficamente sus puntos de vista, en este caso su insatisfacción con el régimen, que después de 62 años en el poder ha puesto al país en bancarrota total y permanece en el poder solo gracias a un enorme aparato opresivo policíal y militar y con un sistema sofisticado de espionaje y control del pueblo, respaldado por uno de los sistemas penitenciarios más grandes del mundo en relación al tamaño de la población.
José Daniel Ferrer, UNPACU de nuevo preso político
Una vez más, José Daniel Ferrer, el líder de la UNPACU, el mayor grupo de oposición del país, ha sido encarcelado. Quería unirse a los manifestantes el 11 de julio, pero nunca llegó allí antes de que se lo llevaran preso. Desde ese día, la familia no ha tenido contacto directo con él, ni siquiera por teléfono y nadie sabe si está vivo, gravemente enfermo o incluso muerto. Actualmente se está llevando a cabo una campaña en Cuba, donde los activistas reclaman 'Fe de Vida' de Ferrer. Entre los recientemente arrestados o detenidos se encuentran el líder opositor Félix Navarro y varios activistas del movimiento San Isidro, como Luis Manuel Otero, Maykel Castillo 'Osorbo'y Esteban Rodríguez y otros artistas y escritores están bajo arresto domiciliario. Además de los miles de detenidos el 11 de julio, la mayoría sin afiliación a organizaciónes de la oposición, siguen en prisión también todos los otros presos políticos. (para obtener información actualizada sobre los presos políticos, consulte a Prisoners Defenders)
Mientras tanto, el COVID-19 se está extendiendo como un incendio forestal por todo el país, incluso en las cárceles, y las vacunas producidas en el país no parecen conseguir frenar la epidemia. Cada día mueren entre 80 y 100 personas y tienen que ampliar los cementerios y movilizar automóviles privados para el transporte de cadáveres, mientras que los policías y los militares andan como poderosos burgueses en vehículos recién comprados, financiados por ayuda extranjera o ingresos oscuros. En medio de la pandemia, la falta de turismo y el colapso económico, se están construyendo nuevos hoteles de lujo incluso con capital nacional. ¿De dónde viene este dinero cuando la situación económica y social en Cuba es tan difícil?
Es vergonzoso que Suecia guarde silencio sobre la situación real en Cuba e insista en que la ayuda al gobierno de Cuba es positiva y que tenga la intención de apoyar el desarollo economico y democrático de Cuba, cuando es tan obvio que el dinero desaparece en un gran hueco sin fondo y nada mejora. Por el contrario, todo apunta a un colapso total con carencias muy graves en cuanto a alimentos, medicinas, agua y electricidad. Una encuesta reciente de OCDH muestra que el 71% de la populación cubana vive por debajo de la línea de pobreza.
Después del 11 de julio, es óbvio que el régimen comunista no tiene la mínima intención de escuchar a su pueblo y sus gritos desesperados por un cambio, la libertad y la democracia. Pero si bien un estado policial y militar siempre puede controlar a la población con propaganda, espionaje, violencia y prisiones, las mentiras de la dictadura cubana finalmente han sido expuestas en su cruda brutalidad no solo a los propios cubanos, sino también a muchos de los amigos del régimen en el mundo. Tal vez algún día también comprendan los socialdemócratas suecos que el comunismo cubano no es más que fascismo o muy similar al nacionalsocialismo, con el difunto Fidel Castro como "el Dios" y " la Revolución" como su mensaje de promesas vacías y odio y amenazas a todo disidente. Pronto no habrá familia cubana que no haya tenido o tiene un miembro encarcelado en el Gulag cubano y desafortunadamente no hay esperanza alguna de un cambio.
Es ingenuo pensar que la ayuda y la cooperación sueca con la dictadura cubana pueda tener el potencial de influir en una dirección democrática en este régimen que actúa como una mafia criminal bajo una bandera falsa y con todo un pueblo como rehén.
Por lo tanto, pido al Gobierno Sueco que:
- - suspenda inmediatamente el Acuerdo de ayuda y cooperación sueca con la dictadura cubana y
- - exiga oficial- y públicamente la liberación inmediata de José Daniel Ferrer y de todos los presos políticos.
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