El enigma Cerrón: el médico marxista formado en Cuba y su papel en el Gobierno de Castillo ¿Cuánta podrá ser su influencia en el recién elegido Gobierno de Perú? Por ANDRÉS CAÑIZALEZ Diario de Cuba 21 de julio de 2021
Vladimir Cerrón (izq.) y Pedro Castillo. PERÚ LIBRE/ FACEBOOK
El 28 de julio será la juramentación del maestro y dirigente sindical de izquierda, Pedro Castillo, como nuevo presidente de Perú. Esto, que de por sí significará un giro inesperado, dado que el educador era prácticamente desconocido hasta hace poco tiempo, va acompañado con las interrogantes que rodean sobre la influencia que tendrá Vladimir Cerrón en el nuevo gobierno.
Cerrón, un médico neurólogo quien públicamente abraza al marxismo, fue formado en Medicina en Cuba durante algo más de una década a partir de 1991. En la Isla realizó estudios de pre y postgrado y recibió formación ideológica en un momento álgido, ya que Cuba vivía el llamado Periodo Especial.
Este médico, tras fracasar estrepitosamente como candidato presidencial en 2016 (sacó menos del 1%) se alió con Castillo, quien pudo inscribir su candidatura con Perú Libre. Perú Libre es un partido fundado por Cerrón hace 13 años para optar al cargo de presidente regional en la provincia de Junín, de donde es oriundo.
Cerrón, según observadores, es críptico, con un aire enigmático, tuvo pocas y contradictorias declaraciones públicas en esta campaña presidencial. De lo que nadie duda es de su vocación de poder, como lo demuestran sus diversas candidaturas para estar al frente del Gobierno regional en Junín y su intento de acceder a la Presidencia hace cinco años.
Su padre, el profesor universitario de izquierda Jaime Cerrón, fue asesinado por grupos paramilitares en 1990. Este hecho ha marcado su vida, personal y políticamente, y justamente la beca de Cuba vino después del secuestro y asesinato del padre, que en su momento tuvo mucho impacto.
Recientemente, el sitio de investigación periodística Convoca Perú reveló que el padre de Cerrón habría tenido vínculos con la organización maoísta Sendero Luminoso, tristemente recordada por sus ataques terroristas en los años 80 e inicios de los 90.
Pedro Castillo, quien no tiene un partido propio, será un caso atípico sostiene el analista Lucien Chauvin, al ser consultado por DIARIO DE CUBA. Por lo general, los presidente peruanos de la era democrática han llegado al poder siendo militantes o habiendo fundado al partido que les respaldó la candidatura.
Chauvin pronostica que Castillo no le dará mucho espacio en su gobierno a Cerrón, pero obviamente el tema está rodeado de mucha incertidumbre aún. Por otro lado, otra arista que genera interrogantes será la interacción de Castillo con los diputados de Perú Libre, el partido de Cerrón.
"Ha sido Castillo el que ha ganado la presidencia, no Cerrón", enfatiza Chauvin.
Aunque fue importante tener el respaldo de un partido legal para poder inscribirse como candidato, la periodista alemana Hildegard Willer, radicada en Perú por largos años, precisa que el triunfo de Castillo también tuvo un peso importante en las redes del magisterio, que sí tienen carácter nacional. Los sindicatos de maestros se activaron a favor del educador convertido ahora en presidente electo.
"Dado que Perú Libre ha sido fundamentalmente un partido regional en Junín, no estoy tan segura de que haya sido determinante para el triunfo nacional de Castillo", recalca Willer al ser consultada por DIARIO DE CUBA.
La periodista cita como ejemplo que Castillo alcanzó hasta el 90% de votos en localidades del Perú profundo, donde el partido de Cerrón no ha tenido presencia; mientras que en Junín, que es el bastión del médico marxista, tuvo un porcentaje superior al 70%, también significativo, pero sin llegar al nivel de las otras localidades de la sierra peruana.
Sin embargo, una cosa es cómo se llega a la Presidencia y luego otra es cómo se gobierna. Con las grandes promesas de transformación social que ha hecho Castillo, incluyendo reformas radicales al presupuesto nacional y una Asamblea Nacional Constituyente, necesitará cancha a su favor en el espacio legislativo.
El partido de Cerrón obtuvo 37 escaños, siendo la primera minoría en un Parlamento de 130 diputados. Otros ocho legisladores de las agrupaciones Juntos por Perú y Partido Morado han anunciado que respaldan a Castillo. Sin embargo, con esas 45 adhesiones, está lejos de tener al menos la mitad más uno, equivalente a 66 diputados y que le daría luz verde para avanzar sin negociar con otros grupos legislativos en determinadas materias.
Willer cree que, dada la volatilidad política que existe en este país andino, cuyo sistema político está seriamente fracturado, es posible que diputados electos por Perú Libre estén más ganados a seguir lineamientos de Castillo como presidente sin someterse a la orientación que quiera darle Cerrón. Pero esta también está por verse.
Cerrón sí ha dejado su huella de forma muy nítida ante el Jurado Nacional de Elecciones, en cuya página web se presentaron los distintos planes de gobierno, como obligación en el marco de la campaña electoral.
Este plan de gobierno de Perú Libre "es una sopa de ideas, pero comienza y termina con fotos de Cerrón", advierte Chauvin, para quien también es muy significativo que este plan incluya una reseña de "marxismo" escrita por el padre del médico.
Aparte de que no se haya presentado un documento ante el JNE con mención a la candidatura de Castillo, ni imágenes de este, en esta suerte de ideario de Perú Libre el tono es claramente de izquierda radical. Se ataca por igual a la derecha como a la "izquierda tradicional", asimismo se plantea "la lucha de clases", se denuncia el neoliberalismo y "la dictadura del mercado".
Otra incógnita está en saber si Castillo abrazará esta propuesta y la pondrá en marcha, aunque ya ha dado señales de pragmatismo en lo económico con designaciones que buscan calmar a los mercados y al empresariado privado, tal como lo reseñó DIARIO DE CUBA.
Finalmente, un punto de convergencia entre Castillo y Cerrón podría estar en la política exterior. Se prevé que el nuevo gobierno peruano pase a tener declaraciones de apoyo abierto a los regímenes autoritarios de Cuba, Nicaragua y Venezuela. Tanto el presidente electo, como el líder del partido que será la mayoría en el Congreso, han manifestado públicamente su adhesión y simpatía con la dictadura que instaurara Fidel Castro en la Isla. |