Julio M. Shiling- La libertad, la democracia y la justicia recibieron buenas noticias el lunes 11 de enero cuando el departamento de Estado de Estados Unidos designó de nuevo al régimen de Castro como Estado Patrocinador del Terrorismo (EPT) y los incluyó en su lista. Esta medida de la Administración Trump coloca al comunismo cubano en una categorización, de la que nunca debió haber salido en 2015.

Entre los fracasos de la política exterior de la Administración Obama se encuentra su acercamiento insensato a una dictadura, cuya conducta que dio lugar a la clasificación original, nunca fue alterada. La medida tan criticada de Obama fue una condición previa exigida por el régimen castrista para acomodar el acercamiento que el presidente democrático buscaba.

Trump contra el régimen castrocomunista

La designación de EPT es una lista autorizada y exigida en virtud del “apartado (j)” del artículo 6 de la “Ley de Administración de Exportaciones”, el artículo 40 de la “Ley de Control de las Exportaciones de Armas” y el artículo 620A de la “Ley de Asistencia Exterior”. El departamento de Estado tiene el mandato legislativo de mantener la lista, que comenzó en 1979, y de actualizarla constantemente cuando las circunstancias lo meriten. El criterio para la inclusión infame en esta lista es ser partidario, de manera continua, del terrorismo internacional. Cuba comunista fue incluida en la lista en 1982, donde se unió a Libia, Irak, Yemen del Sur y Siria.

La verdad es que el castrocomunismo, desde su asalto al poder en 1959, se posicionó en una base internacional para la subversión marxista en todo el mundo, pero con un énfasis específico en Latinoamérica. A los pocos días de consolidarse en el poder, comenzaron las operaciones logísticas y tácticas del régimen cubano para enviar fuerzas comunistas expedicionarias por todo el continente. Estructuralmente, Cuba se convirtió en un Estado santuario y una plataforma de lanzamiento para el comunismo internacional y cualquier movimiento que estuviera en desacuerdo con la democracia americana. A continuación, se incluye una lista parcial de los actores involucrados.

Para apreciar mejor la magnitud de la participación de Cuba comunista en el terrorismo internacional, he aquí algunos movimientos políticos que han contado estratégicamente con La Habana en algún momento:

Movimiento Popular para la Liberación de Angola (Angola); Fuerzas Armadas de Liberación, Ejército Revolucionario del Pueblo, Ejército Guerrillero del Pueblo, Montoneros (Argentina); Partido Comunista Bolivariano, Ejército de Liberación Nacional (invasión guerrillera del Che Guevara).

Movimiento al Socialismo (Bolivia); Partido de los Trabajadores (Brasil); Movimiento de la Izquierda Revolucionaria, Frente Patriótico Manuel Rodríguez (Chile); Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, Ejército de Liberación Nacional, Movimiento 19 de Abril, Cartel de Medellín (Colombia); Rebeldes de Simba (otra de las aventuras de Guevara en el Congo); Unión Patriótica Dominicana (República Dominicana).

Alianza PAIS (Ecuador); Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (El Salvador); Ejército del Pueblo Guerrillero, Unión Revolucionaria Nacional Guatemalteca (Guatemala); Partido Africano para la Independencia de Guinea y Cabo Verde (Guinea-Bissau); Brigadas Rojas (Italia); Hezbollah (Irán-Líbano); Nuevo Movimiento Judío (Jamaica); Ejército Rojo Japonés (Japón); Frente de Liberación de Mozambique (Mozambique); Frente Sandinista de Liberación Nacional (Nicaragua); Ejército Republicano Irlandés (Irlanda del Norte); Frente Popular para la Liberación de Palestina, Organización para la Liberación de Palestina, Hamas, Movimiento de Resistencia Islámica, Septiembre Negro (Palestina).

Movimiento de la Izquierda Revolucionaria, Movimiento de Resistencia Túpac Amaru; Sendero Luminoso (Perú); Frente Moro (Filipinas); Macheteros, Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (Puerto Rico); ETA (España); Congreso Nacional Africano (Sudáfrica); Partido Comunista de los Estados Unidos, Panteras Negras, Weather Underground (USA); Movimiento de Liberación Nacional, Movimiento Revolucionario Oriental, Tupamaros (Uruguay); Movimiento de la Izquierda Revolucionaria, Partido Comunista Revolucionario, Fuerzas Armadas de Liberación Nacional, Movimiento Revolucionario Bolivariano 200, Movimiento Quinta República (Venezuela).

La Conferencia Tricontinental de La Habana (1967) fue una reunión de actores terroristas internacionales. Además, entre los fugitivos notorios de los Estados Unidos figuran algunos que son buscados por asesinato y cuyos crímenes se remontan al decenio de 1970. Entre ellos se encuentran Joanne Chesimard, Ishmael LaBeet y Charles Lee Hill, que encontraron y siguen recibiendo un refugio protector en Cuba. No se puede subestimar la importancia establecida de la larga participación del castrocomunismo en las actividades terroristas y en la protección de los implicados en el terrorismo.

“Estructuralmente, Cuba se convirtió en un Estado santuario y una plataforma de lanzamiento para el comunismo internacional y cualquier movimiento que estuviera en desacuerdo con la democracia americana”.

El secretario de Estado Mike Pompeo atribuyó específicamente la reciente reclasificación a la condición de EPT, además de la acogida continua de fugitivos estadounidenses, la negativa de Cuba a extraditar a 10 guerrilleros terroristas marxistas colombianos del Ejército de Liberación Nacional (ELN), responsables del atentado con bomba contra una academia de policía de Bogotá en enero de 2019, en el que murieron 22 personas y más de 87 resultaron heridas.

El papel de tutela que el régimen castrista ejerce sobre la dictadura socialista venezolana, tanto antes como después de Hugo Chávez, es de naturaleza imperialista y es otro factor importante que ha motivado la decisión. Los estrechos vínculos de Cuba comunista con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), otra empresa históricamente cargada de terrorismo proporcionó una justificación adicional para la necesidad de alinear correctamente el régimen de Castro en la lista del EPT.

Además de la importancia moral de clasificar correctamente un régimen tan criminalmente notorio como la dictadura comunista cubana en la categoría de terrorista, esta nueva designación tiene un impacto práctico impresionante. Consistente con el compromiso de la Administración Trump de negar fondos al régimen de los Castro, la reconfiguración de la lista EPT restringirá aún más las vías que sirven para proporcionar transferencias de dinero en dólares americanos.

La privación de recursos financieros al Gobierno comunista de la isla ha sido una piedra angular del enfoque de Trump hacia Cuba. A pocos días de abandonar la Casa Blanca, el 45º presidente puede dejar, entre su arraigado legado, un esquema de política exterior que esté en consonancia con la justicia y los requisitos de la existencia de libertades básicas antes de que se pueda considerar cualquier “normalidad”.    
 

Email: / jmshiling@patriademarti.com /.     Artículo de Julio M. Shilin publicado en /AM/.