La Seguridad del Estado hace desalojar al periodista independiente Héctor Luis Valdés Cocho
Diario de Cuba
4 de enero de 2021

Héctor Luis Valdés Cocho. H.L.VALDÉS/FACEBOOK

'¿Por qué les es tan difícil jugar limpio?', se pregunta el reportero cubano al denunciar lo ocurrido.

El periodista independiente Héctor Luis Valdés Cocho tiene que abandonar el alquiler donde reside en La Habana debido a las presiones ejercidas por la Seguridad del Estado contra los propietarios de la vivienda que renta.

"Nunca me había ocurrido. Pero desde hace tiempo sospechaba que la Seguridad del Estado estaba detrás de esto, porque a raíz de que los muchachos de San Isidro se acuartelaron a mí me pusieron durante 16 días vigilancia ante mi casa", contó a DIARIO DE CUBA.

Valdés Cocho, quien está vinculado al Movimiento San Isidro y es miembro del Instituto Cubano por la Libertad de Expresión y Prensa (ICLEP), explicó que desde mediados de noviembre ha sufrido esas y otras formas de hostigamiento y presión, incluyendo amenazas de muerte vía telefónica.

"Ellos mismos se encargaron de comunicarle a los vecinos a modo de rumor que estaban en la cuadra vigilando a un miembro de San Isidro que es periodista independiente. Algunos vecinos a raíz de eso generaron un acto de repudio que fue fallido, pues por la poca asistencia no se dio. Pero después vino la campaña mediática del oficialismo en el Noticiero de Televisión, donde mi imagen quedó expuesta en más de dos ocasiones", refirió.

"A raíz de eso, el dueño de la casa me dijo que por razones personales le era imposible seguirme rentando en su vivienda; luego me comunica que podía seguir allí, para en días posteriores decirme que tenía que salir si no pagaba el alquiler, algo totalmente ilógico, porque siempre cumplo a cabalidad con la fecha acordada. Pero a tanta insistencia de no verle lógica al asunto, me comunicó que la Seguridad del Estado lo había presionado para sacarme del inmueble", contó.

Valdés Cocho, afirmó que, a pesar de tratarse de la primera ocasión en que sufre esta clase de acto represivo, sabe que es común su aplicación contra sus colegas reporteros.

"He visto casos como el de Camila Acosta, periodista de Cubanet, a quien han expulsado de rentas en cinco ocasiones, o Katherine Bisquet, que ha sufrido lo mismo. No es algo que me asombre", finalizó.

No obstante, el propietario de la vivienda que alquila el reportero precisó a la policía política que no puede sacarlo del lugar hasta el 12 de enero próximo, que es la fecha en que a Valdés Cocho se le vence su renta. 

En la denuncia sobre lo ocurrido publicada por el periodista en su muro de Facebook, recordó que esto sucede mientras la pandemia del Covid-19 golpea al mundo y las propias autoridades llaman a respetar el distanciamiento físico.

"¿Por qué le es tan difícil jugar limpio? ¿Por qué usan estos trucos sucios incluso para alguien tan de bajo nivel como ustedes? ¿Acaso somos un adversario tan fuerte que prefieren ir como ratas y buscar la manera más estercolera para reprimir y hostigar a quien no piense igual que ustedes?", se dirigió a los represores en su comentario.

"¡Quiero mi Cuba Libre ya! Y si por eso tengo que vivir como mendigo debajo de un puente, pues que así sea. No lograron callarme y jamás lo lograrán", finalizó su publicación.

DIARIO DE CUBA documentó la situación de varias activistas cubanas que han sido objeto de acciones similares.

Entre otras, la profesora y crítica de arte Anamely Ramos se vio expulsada del apartamento que alquilaba en La Habana junto a un amigo, pues el aparato represivo suele aplicar este mecanismo de hostigamiento a las activistas mujeres.

En 2018 Adriana Zamora, hospitalizada a la espera de dar a luz, y su esposo, Ernesto Carralero, ambos periodistas de DIARIO DE CUBA, fueron asediados por la policía política, que terminó también intimidando a la dueña de la casa donde vivía la pareja.

También la opositora Karelia Mercedes Manzano, miembro del Foro Antitotalitario Unido (FANTU), denunció en mayo pasado que fue desalojada de la vivienda que ocupaba junto a su hija menor de edad, algo que también sufrió en 2017 la periodista independiente Sol García Basulto.