CUBA 2020, AÑO ENTRE PÉRDIDAS, RETROCESO Y DESESPERACIÓN. Por el Licenciado Frank Braña Fernández.
Bogotá. Colombia.- Obsesionarse nunca ha estado entre las conductas correctas de un individuo, y al hacerlo con algo o alguien estamos actuando erróneamente. Al llevar este análisis a la política y al manejo social nos percatamos de la postura equivocada que han asumido las élites dirigentes de la nación cubana actual. Por otro lado, ese apego convierte el presente en una catástrofe irracional y el futuro en algo incierto.
Todo sistema político y su brazo gobernante debe estar proyectado a dar solución a las siempre necesidades crecientes de su población, incluso el propio marxismo lo refiere en sus postulados; pero ¿cuál es la realidad de la isla?
El país transita por su mayor crisis económica desde el colapso del campo socialista y el conocido “Período Especial”; agudizado por la salida del poder en el último lustro de gobiernos de tendencia castro–comunista que de cierta manera gravitaban en su entorno y le servían de sostén económico, sumado a la profunda crisis irreversible del que fuera uno de los más prósperos países de continente, Venezuela, su principal discípulo. Según datos de organismos regionales e internacionales entre el 2016 y el 2019 la economía cubana se detuvo al promediar un crecimiento del producto interior bruto (PIB) de 1,2% y la CEPAL avizora un negativo -3,7% este año.
Se demuestra entonces que la crisis no es “coyuntural” sino estructural; y que nada se aprendió de la receta que derrumbó todo un sistema socialista con más de 70 años, predominio de la planificación central y las grandes empresas estatales sobre el mercado y el sector no estatal. Como sistema que siempre ha demostrado ser un gran estratega en la asignación de culpas, esta vez el Covid-19, junto al imperialismo yanqui, se llevaran la responsabilidad porque los habitantes de la capital solo puedan realizar sus compras en la red de tiendas en Moneda Libremente Convertible (MLC), Pesos Cubanos Convertibles (CUC) y la red de mercados Ideales previa presentación del carnet de identidad, solo en su lugar de residencia; así como de qué se suspendiera el segundo pago de su deuda renegociada con el Club de París por 30 millones de euros, demostrando falta de credibilidad y confianza o que las importaciones decrecieran un 18% mientras el déficit en la balanza de bienes aumentara un 347% comparado con el año 1985 ( fuentes: ONEI, 2019).
En lo político queda claro que la magia se va perdiendo y la fortaleza que representó en su momento la unidad monolítica de la ideología revolucionaria, se resume en asistir a reuniones y confirmar decisiones de las instancias superiores; mientras aumenta la represión por cualquiera que no piense igual, o en el mejor de los casos, no acate como buen devoto lo que manda su Dios. No se permiten ideas contrapuestas, ni diversidad de opinión, teniendo que reconocer y utilizar abiertamente a los destacamentos de respuesta rápida, ahora en pos de la represión ante las acciones de subsistencia de la población.
La patria de Martí, Agramonte, Céspedes y Maceo necesita ser refundada, no sobre una constitución que se contradice con su aplicación y no es funcional, ni de la mano de la de 1940 que no puede separase de su historia y recuerdos; Cuba necesita de una Asamblea Constituyente sin odios ni rencores.
Nunca fue tan preclaro el Apóstol como en ese noviembre de 1891 en Tampa:
"Cubanos: Para Cuba que sufre, la primera palabra. De altar se ha de tomar a Cuba, para ofrendarle nuestra vida, y no de pedestal, para levantarnos sobre ella………….Y pongamos alrededor de la estrella, en la bandera nueva, esta fórmula del amor triunfante: Con todos, y para el bien de todos".
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