Informe: El Gobierno cubano, cómplice habitual de regímenes violadores de derechos humanos Diario de Cuba 2 de septiembre de 2020
Miguel Díaz Canel y Kim Jong Ung
Un minucioso documento del Centro para la Apertura y el Desarrollo de América Latina sigue el rastro de las votaciones de La Habana en Ginebra.
La "complicidad y alineamiento" del Gobierno cubano "ha sido constante" dentro del Consejo de Derechos Humanos (CDH) de la ONU "con los más diversos regímenes autocráticos en todas las regiones del mundo", revelaron tras una detallada investigación los académicos argentinos Brian Schapira y Roxana Perel.
El informe de Schapira y Perel, publicado por el Centro para la Apertura y el Desarrollo de América Latina (CADAL), analiza cada una de las votaciones realizadas por los diplomáticos cubanos durante los 12 años que han integrado el Consejo.
En ese tiempo, La Habana se ha posicionado en 74 ocasiones contra la aprobación de resoluciones que defienden los derechos humanos, mientras a favor lo ha hecho 66 veces, 62 de ellas referidas al conflicto palestino-israelí.
Respecto a Corea del Norte, uno de los regímenes más cerrados y totalitarios del mundo, los representantes cubanos en el CDH han votado negativamente en seis ocasiones ante resoluciones que condenan las violaciones cometidas en el país asiático, en algunos casos consideradas como "delitos de lesa humanidad". Ni en una ocasión el Gobierno de la Isla los ha condenado.
En nueve oportunidades los representantes cubanos votaron en contra de resoluciones que condenaban a la República Islámica de Irán, responsable de prácticas atroces como la flagelación y las amputaciones, la aplicación de la pena de muerte sin respetar las salvaguardias reconocidas internacionalmente, las ejecuciones públicas a menores de edad por delitos como "enemistad con Dios", la lapidación y el estrangulamiento, entre otros.
Como es de esperar, los diplomáticos cubanos también han consentido las violaciones de derechos humanos en Venezuela, votando negativamente ante dos resoluciones que cuestionaban los procederes del régimen encabezado por Nicolás Maduro.
También se opusieron a la aprobación de resoluciones que velan por el respeto a los derechos humanos en territorios como Sudán (en una ocasión), Siria (en 28), Bielorrusia (ocho), Myanmar y Sri Lanka (una vez respectivamente), Ucrania (cinco) y Georgia (una).
La Habana también miró hacia otro lado ante atropellos e injusticias en países como Burundi, Yemen, Nicaragua, Eritrea, y Filipinas.
Los autores del exhaustivo informe, de 48 páginas, señalaron que el Gobierno de la Isla se abstuvo en votaciones respecto a temas como "Derechos humanos, democracia y estado de derecho", "La cuestión de la pena de muerte" y "La promoción y la protección de los derechos humanos en el contexto de las manifestaciones pacíficas".
Malas compañías
Resulta revelador que en las 74 ocasiones que La Habana votó de forma negativa ante resoluciones del Consejo de Derechos Humanos, en 73 fue acompañada por China, 42 veces por Rusia, 42 por Venezuela, 25 por Burundi, 21 por Egipto, 18 por Filipinas, 15 por Pakistán, 13 por Arabia Saudita, 12 por Eritrea, 12 por Irak, 11 Argelia, nueve por Bangladesh, ocho por Ecuador y cuatro por Emiratos Árabes Unidos.
Al buscar a estos países en la clasificación efectuada por la organización Freedom House en su último reporte sobre la Libertad en el Mundo, la mayoría de los socios cubanos aparecen clasificados como "No Libres": Arabia Saudita, Burundi, China, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Eritrea, Iraq, Rusia, Siria, Somalia, Venezuela o Vietnam, y los menos habituales Argelia, Qatar y Congo.
Otros de los que acompañan con frecuencia al régimen cubano en estas votaciones aparecen como "Parcialmente Libres", como es el caso de Bolivia, Ecuador, Filipinas, Kirgistán, Mali, Nigeria y Pakistán, mientras que la India es el único clasificado como "Libre" que ha votado junto a La Habana en algunas ocasiones.
Llamó especial atención de los investigadores que "Cuba no acompañó con su voto al tratarse situaciones de conflictos étnicos donde violan los derechos humanos tanto Gobiernos como grupos armados irregulares, como en Sri Lanka, o situaciones de conflictos donde participan grupos armados patrocinados y apoyados por otros Estados extranjeros, como el caso de Rusia en Ucrania y Georgia".
Schapira y Perel señalaron además el apoyo a Irán, una teocracia con comportamientos que la ubicarían en la extrema derecha y no "guarda una congruencia ideológica" con la Isla. En el país islámico se ejerce gran persecución contra quienes no cumplen estrictos códigos religiosos, lo cual, escribieron los autores, "conduciría a que cualquier revolucionario cubano fuera sin dudas un perseguido bajo el régimen iraní".
"Tampoco se ha comprometido el Gobierno de Cuba con uno de los mayores dramas que atraviesa la humanidad, como es el conflicto en Siria, en el cual prefiere alinearse con el dictador Al Assad y los intereses de la Rusia de Putin a pesar de la catastrófica situación humanitaria que sufre su población. Ni siquiera ha merecido su condena el régimen totalitario de la dinastía Kim en Corea del Norte, uno de los más duros y cerrados del mundo", añadieron.
El CDH, con sede en Ginebra, fue fundado en 2006 y está compuesto por 47 Estados. Tiene como objetivo promover y proteger los derechos humanos en el mundo.
Los autores del texto concluyeron que lo que une a La Habana con muchas de las dictaduras a las que suele encubrir en el CDH no son cuestiones ideológicas, sino más bien que "una se acompaña de la otra con el voto, una cubre a la otra, una tiene intereses en común con la otra. Y esto seguramente se extiende a intereses geopolíticos y económicos".
|