El Gobierno de Cuba está desesperado por captar dólares porque es incapaz de generarlos
Diario de Cuba
25 de julio de 2020

DIARIO DE CUBA conversa con los economistas cubanos Elías Amor y Emilio Morales acerca de las recientes medidas económicas anunciadas en la Isla.

El CUC ha muerto y el escenario que dibujan las recientes medidas anunciadas por el Gobierno está preparado para drenar a los cubanos de divisas procedentes del exterior y para que la economía del país continúe funcionando precariamente. Estas y otras ideas expresaron los economistas cubanos Elías Amor, recientemente elegido como presidente del grupo político Unión Liberal Cubana, y Emilio Morales, CEO de la empresa consultora The Havana Consulting Group, en respuesta a preguntas de DIARIO DE CUBA.

No es una estrategia financiera

Al pedirles sus consideraciones acerca de la apertura de las nuevas tiendas en Moneda Libremente Convertible (MLC), Elías Amor contestó que, a su juicio, "tiene como objetivo drenar divisas que entran al país y centralizarlas en el Estado, evitando que las mismas se dediquen a la economía informal o a las actividades de los emprendedores privados".

Añadió que "el Gobierno mantiene la prohibición de capitalizar remesas para construir patrimonio, una práctica que en otros países de América Latina es muy favorable para el desarrollo” pero en cambio, “prioriza su destino a gasto corriente (alimentos, productos de limpieza y de aseo, electrodomésticos, paquetes turísticos, etc)".

Por último, consideró que con esto "se intenta reducir de forma burda la cantidad de dinero en circulación, exigiendo que las operaciones se hagan con tarjetas referidas a cuentas bancarias".

Para Emilio Morales, "se trata de una medida desesperada con el propósito de captar dólares que vienen de la diáspora cubana, pues el sistema en sí mismo no es capaz de generarlos", por lo que cree que "el objetivo de la operación es obtener los dólares que envían los cubanos residentes en el exterior para ayudar a cubrir las necesidades de alimentación, aseo, transportación y comunicación de sus familiares en la Isla".

Ambos especialistas coinciden en que no es una estrategia financiera, pues para ello "primero hay que hablar de la implementación de leyes que faciliten la libre empresa, la liberación de los precios, la liberación real de las fuerzas productivas, leyes que protejan e impulsen la libre empresa, que permitan un mercado de libre oferta y demanda", expresó Morales.

"Hay que hablar primero de descentralizar la economía, de eliminar todas esas empresas estatales que hoy son un lastre, de entregarle la tierra a los campesinos a perpetuidad y no en usufructo, de eliminar el sistema de Acopio y permitir la libre comercialización de la producción de los agricultores, y un largo etc.", concluyó.

Sobre la situación del CUC luego de la apertura de las nuevas tiendas, Amor dijo que "desde hace años se están tomando medidas para extinguirlo, como la decisión de dar el vuelto en CUP a compras pagadas en CUC en metálico". Tampoco duda en afirmar que "es la moneda que va a salir perdiendo en estas operaciones de las tiendas en dólares".

Morales, por su parte, expresó que el CUC "es una moneda literalmente muerta" por lo que cree que "las empresas extranjeras que operan en la Isla aparte de que desde hace años que no les pagan las deudas, ahora se deben estar halando los pelos con la muerte del CUC".

En opinión de Elías Amor lo que sí será inevitable es la aparición de un mercado paralelo de divisas, pues "la economía informal desde 1959 ha funcionado de manera eficiente, mucho mejor que la estatal. Ha dado respuesta a las necesidades de la gente de forma muy creativa, reduciendo las privaciones del racionamiento y la miseria comunista".

"Surgirá un mercado cambiario informal que las autoridades van a perseguir y reprimir porque las CADECAS estatales no están a la altura de este proceso", añadió.

Morales, por su parte, señaló que ese mercado paralelo en divisas "ya existe, y es más fuerte que el mercado oficial".

Las remesas seguirán fluyendo hacia Cuba

En cuanto a las remesas, Morales opinó que no se verán afectadas por estas medidas, pues "van a seguir fluyendo como hasta ahora porque no hay ninguna diferencia".

"El que recibe el dinero ahora, no recibe CUC en una tarjeta o en efectivo. Ahora lo que recibe es el equivalente a un 'dólar electrónico' por llamarlo de alguna manera, pues el dólar real se queda en manos de los militares en un banco en un tercer país. Ese dólar electrónico depositado en la tarjeta, no lo puedes obtener en efectivo. Si vas a sacar dinero, este se entrega al cliente en CUC o en CUP", explicó.

Amor en ese sentido dijo que "los familiares que envían remesas a los suyos en Cuba van a valorar de forma muy positiva que puedan comer dignamente y asearse y limpiar la casa todos los días, aunque tengan que pagar altos precios en dólares".

"A pesar de las dificultades que la pandemia está provocando en todas partes, las remesas, sobre todo las humanitarias como las que llegan a Cuba, lejos de reducirse, se mantienen. Posiblemente se prescinda de otros gastos asociados al envío de dinero del exterior, pero la comida, limpieza y aseo estarán garantizados", agregó.

Beneficios para el Gobierno y los militares

Al preguntarle sobre la vitalidad que podrían brindarle estas tiendas a las de CUC, Amor dijo tener claro "que el Gobierno va a ganar dinero con este sistema comercial, porque establece unos márgenes muy elevados sobre los productos que vende a la población, y como una parte importante se compra en el exterior, se negocian a la baja los precios de aprovisionamiento, generando unos altísimos niveles de beneficio en esta actividad comercial".

Pero el hecho de que "se destinen estas ganancias a los mercados estatales en CUC y CUP, es dudoso" aunque sí sería posible "que lo hagan con una parte, sobre todo, de los productos subsidiados".

Para Morales, "la estrategia es única y exclusivamente para captar dólares. Si el propósito es también surtir la demanda de las tiendas en CUC y en CUP se convierte en una operación que no es rentable".

En el caso de los pequeños y medianos empresarios que no obtienen ganancias en dólares, el nuevo escenario supone grandes dificultades, pues en opinión de Amor, aunque "estas tiendas pueden ser una fuente de suministro en pequeñas cantidades para los negocios", si desean tener ganancias "deberán ajustar los precios de venta en CUP a los costes de aprovisionamiento en dólares".

"En cierto modo, el Gobierno va a condicionar la rentabilidad de los pequeños y medianos empresarios vendiéndoles a unos precios altos que reduzcan sus márgenes", añadió.

Otro experimento cubano

Al indagar sobre la aplicación de medidas semejantes en otros países, Elías Amor dijo que no conoce "de ningún país del mundo en que el Gobierno oficialice un sistema de venta de productos en una moneda de curso legal distinta a la del país, y además, con la intervención directa del sistema bancario. Este tipo de operaciones solo tienen sentido en países en los que el estado controla absolutamente la economía, como Cuba".

Morales añadió que "en otros países el proceso de dolarización de la economía ha sido con reformas estructurales profundas y en un ambiente de mercado de libre empresa y liberación de precios, en un mercado de libre oferta y demanda y libre competencia sin monopolios".

En cambio, la producción de Cuba, en su opinión, no se va a ver incrementada con las nuevas medidas porque al costo acordado en el puerto de Mariel. Aquí no hay ningún proceso productivo por el medio". "esta operación está basada en la importación de mercancías para después venderla como mínimo a un precio con 240% superior

"Para que desarrolle la producción, primero tendría que existir la empresa privada y tener el derecho de poder vender sus productos y servicios en ese mercado dolarizado y poder competir de igual a igual con las empresas estatales, las empresas mixtas o las empresas extranjeras que están en el país", añadió.

Elías Amor agregó que si "los productos que se venden en las tiendas en MLC se produjeran en Cuba por la industria nacional, entonces cabría pensar en los 'encadenamientos' de los que tanto habla Díaz Canel".

En cambio, al tratarse de "productos importados, la ganancia de la venta sale del país en forma de importaciones, de modo que el dinero llega del exterior en forma de remesas, el Gobierno comunista intermedia con el negocio de tiendas en MLC, y el dinero obtenido de las ventas vuelve a salir al exterior para traer más productos".

Solo en caso de que los proveedores fueran nacionales, explica Elías Amor, "esto podría beneficiar a la economía cubana, pero dudo que el Gobierno les pague en MLC, lo más probable sería en CUP, y ese negocio tal vez no sería tan interesante".