Juan Antonio Madrazo Luna: “la historia de los Negros en Cuba no solo se puede contar desde el dolor” Por Yoaxis Marcheco Radio Viva 24 11 de julio de 2020
Converso con el activista cívico habanero Juan Antonio Madrazo Luna, quien también es líder del Comité Ciudadano por la Integración Racial (CIR), sobre un tema que de seguro generará debate y controversia: el racismo en Cuba.
Madrazo Luna nos habla desde su experiencia de vida, pero también desde los conocimientos que ha adquirido a través de sus estudios sobre la realidad cubana y en específico sobre la realidad de los negros cubanos.
¿Es la cubana una sociedad altamente racista o dice la verdad el castrismo cuando afirma que la revolución cubana acabó con la discriminación racial?
Inicio esta entrevista haciendo la misma pregunta a mi entrevistado. Esta es su respuesta:
Juan A. Madrazo Luna – En Cuba el racismo y la discriminación racial son emociones que están muy bien acomodadas en la sociedad cubana. Desde los tiempos fundacionales de la Cuba de los patricios hasta nuestros días el racismo ha sido y es parte de nuestro linaje cultural.
Racismo, discriminación racial y prejuicio son elementos que forman parte de nuestra mala cultura sentimental y eso no nos diferencia de otras partes de América Latina en las cuales he estado como Colombia, Brasil o Argentina para citar solo unos ejemplos. Hay una cita del desaparecido periodista y escritor Tato Quiñones que decía: “El racismo está íntimamente unido a la carne y la piel de la nacionalidad cubana” y es real.
Yoaxis Marcheco – ¿Cómo se evidencia ese racismo del que habla en el día a día del cubano?
ML – En Cuba hay toda una narrativa lingüística del racismo muy viva y siempre tomo como punto de partida un monumento de la cultura literaria cubana como la obra “Cecilia Valdés o La Loma del Ángel” de Cirilo Villaverde donde ese racismo lingüístico del siglo XIX no se diferencia en nada del que hoy nos habita.
Hace poco escuché accidentalmente en la calle a una joven blanca decirle a otra que “la necesidad hace parir hijos mulatos”, esto es una frase racista de los tiempos de España. Aquí tienen muchísima demanda las novelas de autores cubanos como Pedro Juan Gutiérrez y Lorenzo Lunar quienes desde la estética del realismo sucio rozan los márgenes de la sociedad cubana en lo cual los personajes de sus obras son negros y mestizos anclados en situaciones límites y la obra de ambos está en el mercado de la oferta y la demanda pues suda muchísimo racismo lingüístico y estético que goza de mucha salud en la Isla y su diáspora y ese imaginario sobre los Afrodescendientes le encanta a una parte significativa de los cubanos.
YM- ¿Cómo ha abordado el sistema que impera en Cuba el tema del racismo?
ML- El racismo nuestro está contaminado por muchísimas interrogantes que no han tenido respuestas morales desde ninguno de nuestros nacionalismos, ha habido muchos pactos de silencio desde la Subalternidad. Ahora en este escenario en que nos encontramos en el centro de un Decenio Internacional de los Afrodescendientes, no siento la voluntad política por parte del Estado en cuanto a asumir en la esfera pública un debate abierto y desprejuiciado.
YM- ¿Considera que el racismo en Cuba está tan arraigado en la gente?
ML- El colonialismo cultural nos acompaña desde nuestra etapa fundacional como país hasta nuestros días, Cuba es una sociedad que no se ha descolonizado. Cuba hoy vive el neo racismo y donde el racismo particularmente es antinegro. La gente no disimula ser racista, machista u homofóbica, las vísceras del racismo cubano que es antinegro es visible. Ya te digo, hay toda una historia oral del racismo lingüístico en lo cual conscientemente discriminamos negros blancos y mulatos, hay todo un gusto por la discriminación en nuestra cultura. Muchas veces te vas a encontrar en el discurso de los mulatos un racismo antinegro más cruel que el que se pudiera interpretar de una persona blanca.
YM- Antes hizo referencia a la diáspora: ¿Puede decirme por qué cree que el Exilio cubano es racista?
ML- Mas que referirme al exilio yo me enfoco en nuestros enclaves diaspóricos estén ubicados en Miami, Madrid, Luanda o Caracas. Nuestra diáspora es parte de Cuba lo cual es difícil mantenerla aislada de esta realidad pues forma parte de nuestro imaginario cultural como nación y nuestro imaginario como nación hacia la Otredad es racista y esto se debe a que no hay entre nosotros una pedagogía antirracista, son marcas coloniales que nos acompañan
YM- ¿No le parece que de alguna manera era normal la preocupación del Exilio a partir de lo que pasó con el Éxodo del Mariel? El régimen aprovechó la cobertura y envió a muchos presidiarios y antisociales hacia los Estados Unidos…
ML- Es real que el régimen cubano, con la idea de alterar el orden de la sociedad estadounidense y en un plan de higienizar la sociedad cubana de entonces, sacó de prisión a muchas personas considerados delincuentes, antisociales con alto índice de criminalidad, y es claro que esto debió asustar muchísimo al exilio, pero también en ese corredor migratorio, tanto en 1980 como en la crisis del 94, salieron muchos cubanos afrodescendientes con un alto nivel de formación profesional que se vieron en la obligación de orientar su proyecto de vida hacia el norte pues en el Sur principalmente Miami les estaban cerradas las oportunidades y fueron cubanos quienes excluyeron, hay muchas historias de vida sobre esto.
YM- Analizando todo lo que me ha dicho me surge una interrogante ya que es harto sabido que la población cubana tiene altos porcentajes de mestizaje, entonces… ¿ese racismo de los cubanos se basa solo en el color de la piel?
ML- La ideología del blanqueamiento ha tenido muchísima fuerza, aunque seamos un laboratorio de múltiples mestizajes. Desde los tiempos fundacionales en los cuales tuvimos patricios como José Antonio Saco y Domingo del Monte, la ideología del blanqueamiento se estimuló. José Antonio Saco les decía a los ilustres criollos: “Blanquear, blanquear y luego hacernos respetar”, aunque a esos criollos le gustaba calentar la cama con mujeres negras y mulatas.
El blanqueamiento se convirtió en una divisa moral de la sociedad para lo cual también se estimuló la migración golondrinas desde cualquier región de España e incluso desde países nórdicos para lentamente desaparecer la identidad de lo negro, pero no se logró. Hay quienes compraron papeles de blancos en España o desaparecieron de la iglesia su fe de bautismo que lo delataba por su sangre de origen africano.
YM- ¿Cómo asumen el racismo los afrodescendientes cubanos?
ML- En Cuba muchos afrodescendientes viven la vergüenza de ser negros, los mulatos viven el trauma de la blanquitud, tenemos también una imagen muy negativa y peyorativa sobre los latinoamericanos, caribeños, africanos o algunos asiáticos, no sucede con los europeos o los de América del norte. Es nuestro narcisismo quien permite esas construcciones.
YM- Me ha hablado del racismo a nivel social, ¿cómo puede medirse en el sector estatal?
ML- El racismo institucional es la otra cara de la luna. Algunas de las investigaciones desarrolladas desde las instituciones como la nuestra identifican el racismo y la discriminación en sociedades mercantiles cubanas. En el área de la industria del turismo hay ministerios en Cuba que parecen grupos corporativos de África del Sur en tiempos del Apartheid, como el Ministerio de Inversión Extranjera, el Ministerio de Comercio Exterior, la Oficina del Historiador de la Ciudad, así como empresas con capital mixto, donde la mayoría son blancos y rubios, lo cual no escapa el sector privado. A lo interno de mucha de estas instituciones hay un pensamiento racializado que ejerce muchísima influencia en los niveles de dirección.
YM- ¿Pasa lo mismo en los medios informativos?
ML- Mira, me voy a referir a la televisión específicamente: si hoy hay más presentadores y periodistas afrodescendientes ha sido por las demandas presentadas al Estado durante largos años, por la presión de organizaciones de la sociedad civil como El Club del Espendrú, Cofradía de la Negritud, Comité Ciudadanos por la Integración Racial y Color Cubano, hasta donde lo dejaron hacer su trabajo, pues estas propuestas la mataron temprano.
YM- O sea, según su apreciación sigue siendo insignificante la representación afrodescendiente en la televisión castrista.
ML- La Televisión cubana es totalmente hegemónica y conservadora, como la Iglesia Católica Cubana frente a la representación de la diversidad. El racismo que se hace visible desde el choteo y es amplificado por medios de prensa de órganos políticos como fueron aquellas viñetas en el periódico Tribuna de la Habana, órgano del PCC provincial, contra el presidente Obama que se titulaba: Negro tú eres sueco.
YM- Acaba de comparar a la televisión castrista con la Iglesia Católica Cubana diciendo que ambas son hegemónicas y conservadoras, ¿me puede explicar este punto?
ML- La Iglesia Católica Cubana es hegemónicamente conservadora como la Televisión Cubana pues desde la doctrina de la Cubanidad en sus publicaciones, entre ellas Palabra Nueva, no dibuja las Identidades. Se comporta como la propia narrativa revolucionaria que ha estado y aun invisibiliza nuestras identidades.
YM- ¿Se trata el tema del racismo en las escuelas cubanas?
ML- En el Ministerio de Educación no hay política diseñada aun desde una pedagogía del antirracismo, pero además se plantea que los maestros no están preparados para hablar de estos temas en las aulas. El racismo en Cuba es una herida real y es parte del fracaso moral de la Revolución al intentar levantar una frontera de igualdad en la cual los condenados de siempre no hemos tenido acceso a la riqueza.
Hay una mayoría negra que hizo y hace la Revolución como suya propia, hay otra que desde los años 80 está rabiosamente molesta pues la mayoría continúa anclada en los mismos barrios deprimidos, la desigualdad y la pobreza tiene color, también el sistema penitenciario y a esto súmale que estamos subrepresentadas en los principales mercados laborales emergentes tanto en lo privado como estatal.
YM- Ha tocado el punto de los mercados laborales emergentes, con respecto a eso me podría decir cómo incide el racismo en las políticas de empleos.
ML- En el empleo privado tanto como estatal, los empleadores levantan barreras en las que negros y mestizos son excluidos de las oportunidades, quien más sufre estas nuevas formas de exclusión son las mujeres negras, pues “los caballeros las prefieren rubias”.
Primeramente, en la bolsa laboral la categoría “buena presencia” no es asociada al menos a los negros. Si son contratados es para la cocina o para meter miedo como agente de seguridad. La compañía española Guitart que comenzó a operar en los noventa como corporación mixta en el Hotel Habana Libre, expulsó a todos los empleados negros y mulatos que llevaban años trabajando y esto con la complicidad del Buró Sindical y del Partido del hotel, eso fue tremendo escándalo. Aun existen prácticas discriminatorias por el color de la piel en los escenarios del mercado laboral privado lugares como restaurantes, bares de moda, lugares culturales privados. Hay quienes no quieren clientes negros.
YM- Sin embargo, el sistema castro comunista asegura haber erradicado el racismo.
ML- El castrismo niega que haya racismo, dicen haberlo erradicado. El castrismo cultural en 1962 anunció públicamente que por decreto el racismo y la discriminación habían quedado abolidos. A partir de esa fecha se impuso el silencio durante mucho tiempo hasta 1986. El ideal de una Revolución con igualdad y oportunidades para todos, al igual que la ética o los pactos de silencio, resultó ser un espacio intermedio que le daba cabida al paternalismo conservador del Estado. Hoy está despenalizada la conciencia religiosa, pero con la revolución las prácticas religiosas de origen africano estuvieron en el lente inquisidor del Partido Comunista de Cuba y de los Agentes del Estado.
YM- No obstante, sobre esto último que dice muchos sostienen que las religiones oficiales del castrismo han sido siempre las afrocubanas… ¿es eso real?
ML- Decir que la religión oficial del castrismo cultural es la Regla de Ocha o Santería es una aberración, es algo que se habla desde el desconocimiento. Lo que está sucediendo que alrededor de ella es que se han construido relaciones de poder para extraer jugosas ganancias, tanto dentro como fuera de Cuba por parte del régimen. Hay mucho oportunismo ahí. Tras la despenalización de la conciencia religiosa el régimen ha abierto Casas de Santos dentro y fuera de la Isla. Hay una transnacionalización de la Santería cubana.
YM- ¿Pueden oponerse los afrodescendientes a este contexto político- social que describe en la Cuba de hoy?
ML- Como parte del racismo institucional a los negros no se nos está permitido disentir. Todos los que, desde el activismo, desde el campo de batalla de lo intelectual, que disentimos frente al Estado, no importa el arco ideológico y que tengamos una visión diferente frente al Estado, somos unos negros malagradecidos, pues “fue la Revolución quien nos emancipó e hizo persona”. También por amplificar nuestra voz hemos sido acusados todos de racistas y en nuestro caso más reciente de formar parte de una Afroderecha regional subordinada a los intereses de Estados Unidos.
YM- ¿Cómo es la discriminación racial en el terreno político?
ML- La energía verbal del insulto revolucionario ha sido y es un mecanismo de control social y político muy bien utilizado por el régimen para poder desmovilizar los diversos actores que intentan nuclear un movimiento antirracista en Cuba. Ahora Cuba es un país en el cual con muchísima facilidad se discrimina y violenta moralmente al sujeto negro, particularmente desde el enclave político hegemónico. Para la narrativa política hegemónica sujetos como yo somos “negros malagradecidos” y eso nos lo recuerdan constantemente desde la confrontación con los propios agentes del Estado. No nos está permitido disentir. Incluso el poder cree que para ser negro debemos pedir permiso, le incomoda muchísimo la categoría Afrodescendientes. La naturaleza del nacionalismo revolucionario, en sintonía con el nacionalismo republicano, ha permitido que continuemos siendo los últimos en la fila.
YM-¿Pasa lo mismo con las mujeres afrodescendientes que con los hombres?
ML- La violencia política racializada contra las mujeres es ejecutada por actores del Estado. Actores del Estado, que operan con la misma lógica de la violencia mafiosa, su posición hegemónica es violenta. Ahí están los testimonios de activistas como Bertha Soler, Marthadela Tamayo, Laritza Diversent, Kirenia Yalit y otras que durante el interrogatorio o acto de repudio han sido ofendidas desde su condición de mujer negra. La criminalización del activismo Afrodescendiente como las demás formas de activismo están marcada por el desamparo, los límites legales y políticos.
YM- ¿Qué pasa con el racismo en las cárceles cubanas? ¿Cómo se palapa la discriminación en esos lugares?
ML- La población Afrodescendiente está inmensamente representada en el sistema penitenciario cubano y eso responde a que, más allá de los delitos cometidos, a muchos se les aplica el Estado de Peligrosidad Social, al estar anclados a los circuitos de la marginalidad o informalidad para poder sobrevivir. Por supuesto que en el escenario de la justicia también se registran prácticas discriminatorias por el color de la piel.
YM- ¿Cuáles son las principales organizaciones o voces que, en el interior de la Isla, describen y denuncian la dsicriminación a las personas afrodescendientes?
ML- Hay muchas plataformas trabajando el tema de la problemática racial, pero falta la sustancia política y desde un enfoque de Derechos Humanos. Es el Comité Ciudadano por la Integración Racial (CIR) quien lo está describiendo desde el emplazamiento político y desde un enfoque diferencial de derechos humanos. Pero aún falta entre nosotros la cultura de la denuncia. Hay importantes investigadores y activistas que tienen una claridad política frente al tema como lo son los ensayistas e investigadores Alberto Abreu Arcia cuyo blog Afromodernidades tiene una posición frontal contra el racismo y la discriminación, Roberto Zurbano y Tomas Fernández Robaina, no puedo dejar de mencionar al ensayista Victor Fowler. También desde la Red Cubana de Mujeres Afrodescendientes está Gisela Arandia, La Red Barrial Afrodescendiente conectada con la Comisión Aponte, blogoesfera, Club del Espendrú, Cofradía de la Negritud y otras más que desde lo estético aportan.
YM- En el plano personal, como afrodescendiente, ¿tiene alguna experiencia de discriminación de la que haya sido víctima que quiera compartir con nuestros lectores?
ML- Bueno, mira, he experimentado desde el acoso policial, en el que por característica yo respondo al perfil racial construido por ellos. O entrar a un departamento de víveres en la Plaza de Carlos III y escuchar a una dependiente alertar al cajero: “¡Oye cuidado, a la leche le cayó una mosca!”. O entrar a una boutique de alguna cadena hotelera, pedir ver una camisa para comprarla y la empleada decirme: “pero esa camisa es cara”.
Incluso, estando una vez en Miami, una joven blanca cubana asombrarse porque Marthadela Tamayo y yo estábamos en la sede del ballet de esa ciudad, y es que hay quienes piensan que los negros no tenemos sensibilidad cultural.
YM- ¿Que haría falta para eliminar la discriminación en Cuba?
ML- Lo primero es que las autoridades despenalicen en la esfera pública el debate sobre la problemática. A los cubanos no nos sirve para nada que el tema continúe discutiéndose a lo interno de las instituciones, con un número pequeño de personas que siempre son los mismos. Hay que llevar esto al escenario de la base social, hay que descolonizar culturalmente la sociedad y en eso juegan un papel importante los medios y el sistema curricular. El Estado no puede capitalizar lo que por derecho propio le toca a la sociedad civil.
Ahora hay un programa de gobierno frente al racismo y la discriminación en el cual no veo acciones que acompañen a la sociedad civil.
YM- ¿Ve algún paso positivo o esperanzador para terminar con el racismo entre los cubanos, tal vez desde el accionar de la Sociedad Civil?
ML- Creo que frente a todo este escenario los negros han tenido que construir y defender su propio escenario de cimarronaje. Veo la lucha con optimismo, pues la esfera pública Afrodescendiente en Cuba es una fuerza importante que va teniendo personalidad propia, está creciendo desde diferentes ópticas y se está oxigenando con actores emergentes, en su mayoría muy jóvenes, que comienzan a mirar a Cuba y su realidad con una óptica muy diferentes a nuestros padres y abuelos.
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