A lo Grande. Por José Daniel Ferrer García Publicado por el hijo JD Ferrer Cantillo en Facebook el 10 de abril de 2020
Pasar seis meses en una aislada, pequeña, pestilente y fría celda de una horrible prisión castrista, no es cosa de juego. Hostigado todo el tiempo y sin poder leer, sin poder escribir, sin tener con quien conversar; solo acompañado de mosquitos y otros insectos, muchas veces con mucho frio, en calzoncillos y camiseta, el tiempo transcurre de manera muy diferente a como resulta para quienes tienen varias o muchas opciones positivas a lo largo del día. En estas extremas condiciones, un minuto parece una hora, una hora parece un día y un día equivale a un mes amargo e interminable.
Ocupar la mente en cosas positivas y útiles, que te ayuden a evitar enloquecer, es cuestión de vital importancia. Mi fórmula principal para esto es recordar y recitar, o decir en voz alta, versos, fábulas, historias, oraciones, etc, que levanten el ánimo, que fortalezcan el espíritu, que te inviten a luchar y a no rendirte jamás. También me dedicaba a construir versos mentalmente con mensajes para mis hermanos de lucha, para mi familia, para el mundo. Por ejemplo:
Soy de esos soñadores Que sueñan con mundos sanos Donde no haya dictadores Y vivamos como hermanos.
Sueño con que no haya guerra Ni falte la libertad Quiero, en toda la tierra, Justicia y prosperidad.
Con el más cruel aislamiento unido a muchas infames fórmulas represivas, la tiranía no solo buscaba quebrar mi voluntad, sino también evitar que mis mensajes saliesen de aquella tumba sucia y fría donde me habían enterrado en vida:
Por amar a mi nación Me envió la tiranía A una tumba sucia y fría En una horrible prisión.
No temo yo a la prisión Ni a los tratos inhumanos La crueldad de los tiranos No asusta mi corazón.
Fueron muchos los versos, mensajes, ideas, que concebí en esos seis meses de brutal encierro. Los iré compartiendo con mis hermanos de lucha y con los amigos de la causa de la libertad.
La tiranía fracasó de principio a fin. Siempre les dije a mis verdugos: pueden condenarme a cien años de prisión, pueden torturarme todo el tiempo, pueden, incluso, matarme. Pero lo que no podrán jamás es rendirme. Fracasaron en lo de aislarle y mantenerme en la más completa soledad. Mi celda estaba siempre llena de grandes hombres, y mujeres. Tantos me acompañaban, que no sé cómo cabíamos en tan estrecha celda. Me acompañaban siempre Martí, Maceo, Agramonte, Gómez, Céspedes, Boitel, Oswaldo Payá, Laura Poyan, Mario Chanes, Havel, Sajarov, Mandela, Bolívar, Washington y otros muchos. Todos me decían todo el tiempo: No te puedes rendir, tienes que resistir, por la causa de la libertad, por tu pueblo, por tus hermanos de lucha, por tu familia, por tu honor, no te puedes rendir, tienes que resistir.
Por eso, construí mentalmente, lo que sigue. Aquí lo comparto, tal y como lo memoricé en prisión:
A lo grande.
Recuerda siempre a los grandes De Moisés a San Martín. Rinde homenaje a los grandes Desde Gandhi a Luther King.
Piensa siempre a lo grande Nunca te dejes caer. Lucha también a lo grande Jamás te dejes vencer.
Vive tu vida a lo grande Aunque tengas que sufrir. Muere también a lo grande Nunca te puedes rendir.
Grande Hatuey, No se puede olvidar Prefirió la hoguera Antes que claudicar.
Grande Maceo, Con valor luchó Y su coraje De ejemplo quedó.
Grande Payá, El del Proyecto Varela, Grandes Sajarov, Havel y Mandela.
Grande Martí, Y aunque joven murió, Su excelsa obra Le inmortalizó.
Grande Zapata, Siempre será recordado. Prefirió morir A vivir humillado.
Grandes Bolívar, Grande Guaidó. Grandes nuestras Damas Te lo aseguro yo.
Grande Walesa El de Solidaridad. Grande todo el que lucha Por la libertad.
José Daniel Ferrer García. Coordinador General de UNPACU Y Promotor de Cuba Decide.
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Publicado por Grechent Alfonso, UNPACU en Facebook el 10 de abril de 2020:
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