CORONAVIRUS, PANDEMIAS Y SOCIEDAD. Por el licenciado Frank Braña Fernández.
Bogotá. Colombia.- La segunda década del presente siglo comienza rememorando los tiempos más infaustos de la humanidad; a lo largo de la historia diferentes hechos o sucesos calificados como catastróficos han marcado un antes y un después.
En temas de salud y constituyendo un grave peligro se propaga rápidamente por el mundo el COVID-19, una enfermedad infecciosa causada por el coronavirus, siendo tanto el nuevo virus como la enfermedad desconocidos antes de que estallara el brote en Wuhan (China) en diciembre de 2019.
Si nos remontamos a la historia, las epidemias y pandemias aparecen documentadas desde la Plaga de Atenas entre los años 430 a. C.- 429 a. C. acabando con un tercio de la población, unas 150.000 personas.
Luego se presenciaron grandes azotes encontrándose entre las pandemias más letales en la historia:
La Gripe española, virus más mortal del que se tenga registro a la fecha. Conocida como gripe española, también fue llamada pandemia de gripe de 1918 o la gran pandemia de gripe. Esta enfermedad no solo afectó a niños y ancianos, jóvenes y adultos en estado saludable también, la padecieron también animales, como perros o gatos. En un solo año mató a 100 millones de personas. Era similar a lo que hoy conocemos como Influenza tipo A.
El VIH-SIDA, enfermedad absolutamente vigente en 2020, en los últimos 40 años ha acabado con la vida de 25 millones de personas en todo el mundo, aunque la mayoría de los casos se han registrado en África.
La Peste negra, su origen data del siglo XIV, tiempo en el que acabó con la mitad de la población europea (un cuarto de la población mundial), totalizando 25 millones de personas fallecidas. A diferencia de otros tipos de virus, la peste negra atacaba a personas más vulnerables; enfermedad, que arribó a Europa a través de mercaderes provenientes de la India, corresponde a un tipo de peste bubónica. La teoría más aceptada en relación a su origen, es un brote causado por una variante de la bacteria Yersinia Pestis.
La Viruela, de los virus más mortales y dañinos de los que se tenga registro. Originada en asentamientos humanos en el año 10.000 a. C., esta enfermedad significó una mortalidad de hasta un 30% de los pacientes infectados; en el siglo XVIII, conseguía diezmar a las poblaciones afectadas. La enfermedad, se calcula, ha matado a más de 300 millones de personas a lo largo de su historia.
El Cólera, entre las más mortales de la historia se estima que cada año se registran en el mundo entre 1,3 y 4 millones de casos de la enfermedad, y entre 21.000 y 143.000 defunciones por esta causa. Estos casos, principalmente se dan en países de África o Sudamérica. Durante el siglo XIX en Francia, dejó cerca de 20.000 víctimas fatales.
El Ébola (EVE), con una tasa de letalidad de aproximadamente 50%, se detectó por vez primera en 1976 en dos brotes simultáneos ocurridos en Nzara, hoy Sudán del Sur y Yambuku, República Democrática del Congo. Se extendió a diferentes países.
El actual COVID-19, un nuevo tipo coronavirus, ya registra contagiados en todos los continentes y cada día va en aumento la propagación sin que se aprecie un sistema efectivo de prevención, contención y erradicación. Como ninguna otra pandemia, no marca distinción entre desarrollo y subdesarrollo o norte y sur.
Si bien le corresponde a las autoridades sanitarias declarar o no si es pandemia, epidemia o solo queda en alerta; así como la búsqueda de soluciones científicas y técnicas. Algo tan preocupante y peligroso como el virus es el impacto social y el tratamiento a tan complicada situación.
La xenofobia se agita al extremo que ciudadanos chinos han sido agredidos, ofendidos en diferentes partes del mundo solo por su nacionalidad y la relación con los inicios del brote; negocios en América Latina así como otras zonas geográficas con comidas tradicionales asiáticas quiebran o resisten estoicamente luego de estar contagiados solo por el nombre.
Económicamente los cimientos internacionales se remecen con índices negativos en Wall Street y en las bolsas mundiales, europeas y latinoamericanas, al igual que los precios del petróleo.
Dictadores y políticos tratando de sacar su parte. Maduro en Venezuela plantea que el coronavirus es un arma de guerra que se esté utilizando contra la China y ahora contra los pueblos del mundo en general. El periódico Granma, órgano oficial del Partido Comunista en edición del 7 de febrero publica un artículo título “Coronavirus, ¿otra acción de terrorismo biológico?”.
En una China sin libertad de expresión en los primeros momentos de la crisis era común ver autoridades censurando internautas en mayor medida que personal médico previniendo sobre el contagio; mientras en las redes se especula que decidieron contener el brote dos semanas antes de que hablar de él en público.
Muchas veces matamos al mensajero. Ocho médicos fueron detenidos por la policía en Wuhan a principios de enero bajo la acusación de haber difundido rumores luego de que señalaran en las redes sociales los riesgos de un potencial brote viral. Uno de ellos falleció luego contagiado.
Desde otros sectores se habla de castigo divino pero lo cierto es que el pánico, la falta de confianza en los gobiernos y las malas políticas sanitarias implementadas por años, pasan factura.
Una pandemia. El mundo no está preparado, crisis económica, social, existencial.
Dejar a un lado la ideologización de una amenaza global. Lograr cooperación y transparencia internacional para salvar vidas es la única solución.
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