HORA DE PENSAR EN UNA NUEVA VÍA PARA LOS PUEBLOS. Por el Licenciado Frank Braña Fernández.
Bogotá. Colombia.- La inseguridad, el hambre y la pobreza avanzan por el mundo con la sombra del cambio climático en sus hombros. En pleno siglo XXI la política se ha desgastado tanto en la derecha como la izquierda dejando caer su peso sobre las grandes masas de ciudadanos que emigraron de un sector a otro buscando apoyo y solución a sus necesidades.
La humanidad transitó ya por diferentes Formaciones Económicas Sociales desde su propio nacimiento: comunidad primitiva, esclavismo, feudalismo, capitalismo y el fracasado comunismo que solo llego hasta su fase socialista, la cual ha generado adecuaciones y cambios en estructuras y nominaciones, pero manteniendo sus postulados fundamentales basados en la propiedad social sobre los medios de producción.
En busca de solución a problemas económicos, sociales y políticos a diferentes escalas, y según los intereses de los actores, surgieron las diferentes soluciones y sus contrapartes: la Primera Vía (Capitalismo), la Segunda Vía (Socialismo), Tercera Vía (Centrismo), y un intento de Cuarta Vía (combinación del Estado, el mercado y la solidaridad) tratando de buscar diferencia con las anteriores.
No se trata de hacer política para sí, ni engendrar rencores basados en experiencias vividas ni recelos sobre el poder; la humanidad no puede más y los estallidos sociales tocan a la puerta con su correspondiente saldo de víctimas, efectos y daños colaterales.
Poco importa al padre que no tiene que darle de comer al hijo, la familia que no logra educar a los suyos o al que muere por no acceder a la atención hospitalaria, si mandan los blancos o verdes; el voto es y será por siempre moneda de cambio con la que se paga adelantado buscando con esperanza soluciones.
Crear una nueva vía como salida a la actual crisis es la única solución para que la humanidad logre el equilibrio, y esta solución parte de la propia dialéctica de la vida. La ley de negación de la negación, explicando el modo en que se resuelve la contradicción, dando paso a una realidad nueva que contiene los aspectos positivos de lo negado. El primer momento del movimiento dialéctico, el de la afirmación, supone la mera existencia de una realidad; el segundo momento, el de la negación, supone la acción del elemento contrario que, en oposición con el primer momento, lo niega. El tercer momento, negando al segundo, que era ya, a su vez, la negación del primero, se presenta como el momento de la reconciliación, de la síntesis, recogiendo lo positivo de los dos momentos anteriores.
Una vez alcanzado este estadio del movimiento nos encontramos ante una nueva realidad que entrará de nuevo en otro ciclo de transformación dialéctica, dando lugar, así, al desarrollo progresivo de la Naturaleza, de la sociedad humana y del pensamiento. Un desarrollo que se dirige hacia formas más completas, más perfectas, más integradoras, de la realidad.
En esencia tomar lo positivo de las políticas anteriores y moldear una nueva sociedad inclusiva que convine Humanismo, Libertad, Derechos, Solidaridad y Desarrollo como pilares. Mientras la economía se rija por la propiedad privada sobre los medios de producción y servicios, así como el libre mercado, se garantice la inclusión social y educación gratuita conjuntamente con la salud, funcionando el Estado como ente regulador que solo conserve la propiedad de la gran industria nacional garantizando sus finanzas mediante acertadas políticas fiscales.
Es tiempo de una Nueva Vía para los pueblos.
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