La Prueba de Fuego para Sebastián Piñera. Entrevista a José Vilasuso. Por Emiliano Pérez Castellanos.
A Joaquín Villalobos.
La Paz no es alcanzable, sino el verdadero camino de la Paz, Gandhi.
Profe, las cosas están calientes en Chile, y a usted que ha viajado por allá ¿qué le parecen?
Interesante, Emiliano, muy interesante. Lo considero una vitrina del momento histórico, cuadro propio del siglo XXI. Hay que estudiarlo a conciencia y superando partidarismos.
Adelante.
Vea, en 1989 cuando la debacle del comunismo, el mundo libre en general permaneció bastante ausente de posibilidades, innovaciones y cambios sociales imprescindibles tanto ideológicos como de partidos, tendencias económicas, e infinidad de variedades estructurales que antes vieron la luz en Occidente y Oriente. Pero por razones mil en su mayor parte pasaban desapercibidas. El mundo libre liderado por las grandes potencias ofrecieron predominantemente programas liberales con su infinitud de matices, coloraturas y alternativas. En efecto, la superioridad de la libre empresa sobre los restos del comunismo se pudo constatar hasta la saciedad y días de asueto. A consecuencia nuestras sociedades al sur del continente se acogieron a dicho modelo inspirados al par por los progresos de los famosos diez tigres asiáticos. Fue un episodio de magnas ilusiones y los nombres de Von Misses, Adam Smith, Stuart Mills y la corriente austriaca de Frederik Hayek con unos veinticinco títulos, entre ellos Camino de Servidumbre. Parecieron verificar “el fin de la historia” acorde al buen humor de FUJIYAMA cuyo nombre de pila no retengo.
En el andar. Pasaba desapercibido que los pueblos de nuestras regiones tropicales y aun del Cono sur no coinciden con el componente humano, cultura, estructura social, geográfica, climas, etnias, ni su historia es la misma ni aun parecida a Alemania, Holanda, Canada, Corea del Norte, Singapur, Suecia, Luxemburgo, o Suiza. Ni tampoco acumularon las ricas experiencias de la Europa del este y Cuba. En especial ésta ni les importaba entonces ni les importa ahora.
Una incidental. A raíz de los pregones liberales traigo a la memoria una comparación. Taiwan y Santo Domingo caminaban parejo en pobreza, miseria y atrasos a mediados del antepasado siglo. Cien años después Taiwan integraba una de las sociedades más avanzadas y mejor desarrolladas de Asia, mientras Santo Domingo continuaba casi igual. Ahora bien, los portaestandartes de formulaciones tales desconocieron que el compuesto sociológico integral entre Santo Domingo y Taiwan dista y difiere suficientemente para evitar comparaciones apresuradas de su calidad de vida y desarrollo económico: ni en el antepasado siglo, en el pasado, ni hoy.
Conforme avanzaba el liberalismo regional se fue confirmando que el milagro latinoamericano no se verificaba. Incluso recuerde aquel libro titulado “El Regreso del Idiota Latinoamericano,” seguido de la copia fidelocomunista aplicada tras su papel carbón a Venezuela que pronto iba a desembocar en la hecatombe del momento presente. Chile fue excepción lograda; pueblo laborioso, ahorrativo hasta la peseta, organizado cuyos gobiernos Frey, Lagos, Bachelet sacaron de la pobreza cifras esperanzadoras de gente, sumando fuerza de trabajo, innovadores, elevando su sociedad al primer mundo. Semejaba la panacea del liberalismo, hablo de tiempos en que yo visitaba el querido Santiago y en tv, prensa, y la gente por la Alameda admiraba los logros de provincias. Los exportadores eran orgullo nacional. Los vinos chilenos Undurraga, Concha y Toro competían y compiten con los franceses, etc.
Sin embargo, se durmieron en sus laureles, querido Emiliano. Descuidaron que el liberalismo crea la riqueza, palmario; pero no la distribuye. He ahí el dilema clave. El que está bien tiene su problema resuelto y supone que se llegó al fin de la historia. Si las estadísticas prueban mejoras y crecimiento todo quedó resuelto y en familia. A su contrafuerte sociedades como los nórdicos, Estados Unidos, etc, regulan sistemáticamente el ingreso personal en relación con los costos de vida, o sea el percápita hay que sostenerlo a cómo dé lugar. Los aparatos, personal, y recursos de toda índole dedicados a sostener un equilibrio alcanzable entre la producción de riqueza, precios, y calidad de vida constituyen una almendra digerible indispensable en toda buena mesa. Ejemplo, para el mes de Enero nuestro Seguro Social en Puerto Rico ha de aumentar debido al proporcional aumento del costo de vida en USA; un impuesto de valor agregado a las compras; de once ha sido reducido a siete por ciento. Regla de juego matemática en la economía americana, pero no creo que se conozca ni aplique en buena parte de nuestras sociedades regionales, al menos con el rigor y eficiencia aquí observado, incluyendo lamentablemente a Chile en sus momentos de mayor bonanza.
Durmieron sobre laureles y los ha sorprendido la noche, como decimos por aquí “les comieron los dulces.” La riqueza se produce por mecanismos de mercado, inversiones, producción, consumo, ahorro, ¿gasto gubernamental? etc, observando minuciosamente estadísticas, y el capital impulsor se encarga de viabilizar, hacerlo posible con el mayor rendimiento. Obvio. A su vez a mayor riqueza los precios suben, y de no funcionar aquellas medidas de equilibrio con dinamismo inseparable, funcional, constante y eficazmante: si se gana lo mismo y el costo de vida aumenta, no se puede consumir lo mismo; los desniveles sociales irrumpen en escena. La pobreza renace, cinturones se aprietan, se palpa la injustica de quien trabaja de sol a sol ganando solamente la pitanza; ese joven fuerte y animoso que sube al colectivo ofreciendo helado de chirimoya: mientras contempla al riquito, al lindo nene de sus padres muy queridos manejando un Jaguar abrazado a su queridita melosita. ¿Se entiende esto?
Me gustaría explorar criterios. Ni capitalistas son perfectos, ni existe sistema social perfecto. Emiliano. Utópicos en grados infinitamente diversos, pero utópicos tanto unos como otros. Si no sabemos poner de nuestra parte día a día, mantener la guardia, reaparecerán las vacas flacas. ¿Lo sabía? Es deber de conciencia recordar que las plumas liberales tanto sus teóricos europeos ayer: como actuales amigos latinoamericanos invariablemente han enfatizado la imprescindibilidad del fogueo sistemático e incansable. Una y otra vez en respuesta a los cantos de sirena Chavistas, Maduristas; Plinio Apuleyo, Vargas Llosa, Montaner serenamente repitieron su discurso realista y maduro hasta el cansancio, hay que meter el hombro diariamente.
No obstante aquellos cuadros golpean. Golpean y si la democracia no lo descubre y libre empresa no pone remedio corremos riesgos de soportar nuevos traumas, regreso al ayer, tontos de alturas, caudillos providenciales, Miguel Insulza, Cristina Kirshner, Ernesto Samper, Luiz Inazio Lula Da Silva, Rafael Correa, Daniel Ortega, intelectuales progresistas, nenes de buenas familias admiradores del Che Guevara y tantas zarandajas de dolores, violencia, fracasos, lágrimas, y muertos que no pueden resucitar.
Ahora agregue esto. Pasando la página. Los retos no provienen solamente de las fluctuaciones del mercado. Son estructurales, congénitos a las diferentes economías, ejemplo, se logra exportar jugosamente cualquier producto cobre, frutas: ganancias inmediatas pero no apareja un aprovechamiento general de las mismas. Ya que no existen mecanismos de control y equilibrio adecuados. Mecanismos de ajuste y distribución a la mano en Dinamarca o Malasia pero no lo exijamos con pistola al pecho y de inmediato a Bolivia o Paraguay: no seamos tan crueles como ilusos, irresponsables e ignorantes. Esta es una laguna técnica profunda y compleja; no caigamos en el angelismo o la perversidad de cargar toda la culpa a quien hasta hoy sólo pudo llegar a un atrecho del largo caminar. El largo caminar no se hace sólo, ni en un día; el largo caminar requiere el camello de dos jorobas. Chile, Brasil, Bolivia recuperaron millones de marginados obteniendo ganancias envidiables producto de sus exportaciones (comodities) en etapas, principios de siglo, de mayor auge sin obtener la esperada expansión y consolidación capaces de alumbrarle el sendero a tantos otros de sus menesterosos, especialmente en Brasil supeditado al monto poblacional cuya clase media emergente no ha logrado consolidarse como es deseable. Y me temo que no alcanzaremos la meca a corto plazo. Hasta ahí se logro’ una meta saludable, pero sin tocar fondo. Como canta el ranchero; manito, hagamos un altito mira que por hoy no llegamos a Rancho Grande.
No deseo insistir en estos aspectos pues exigen conocimientos técnicos de los que carezco. En la cima. Creada la riqueza, hay que sostenerla, y repartirla trabajando de sol a sol. Cito un caso conocido. En Estados Unidos cuando ganan los republicanos se produce la recesión inevitable. El estado de achica y millones salen para la calle; tipos (hombres, mujeres y jóvenes) que inmediatamente venden seguros, zapatos, carros, productos de belleza, ropa, Avon toca tus puertas. Gatsby tiene dinero. No digamos el ceremil tecnológico en oferta del día. Antes del año la recesión desaparece y el auge económico se palpa en las calles de Chicago, San Luis o Baltimore. Basta haber vivido con fruto de madurez este bonito ejemplo de sociedad abierta. Ahora su caricatura. En Puerto Rico imitando a los gringos, durante su campaña el exgobernador Luis Fortunio prometió gran auge fundamentado en la implementación neoliberal en la economía. Apenas obtuvo el triunfo puso en la calle 2O,000 empleados. Hubo protestas y quejas pero se adujo que era el indispensable paso previo para el desarrolllo prometido a corto plazo. Fortunio no cayo’ en cuenta que escasos o ninguno de los desempleados saldría a la calle a vender seguros, zapatos, carros, caramelos o parafernalia industrial. Buena parte tomaba un asiento en American Airlines ruta Florida; otros se quedaron en casa cobrando el seguro por desempleo, completado su mantenimiento por la esposa, abuelita, la titi, la tata, o la querida. Finalmente una gran parte fue reenchuchado en el inmenso e ilimitado criadero de vagancia conocido por El Estado Libre Asociado de Puerto Rico.
Entre tanto, profe. ¿Qué hacemos?
Buena pregunta. Respuesta capital, una de tantas, se cifra en que el capitalismo, (valga la redundancia) democracia, gobiernos liberales, empresarios, etc, se sirvan aprovechar seriamente otras experiencias expuestas hasta 1989 y a posteriori. Revolución de Terciopelo. Deben descubrir logros tangibles en no pocas de aquellas sociedades La Checa, Polonia, Bulgaria, etc. Triunfos; dudas y fracasos, pues no existen sociedades perfectas solamente perviven aquellas competitivas en sus múltiples formas, modelajes y estilos múltiples: o los escombros del comunismo; Cuba, Corea del Norte y Venezuela.
/Lea la Segunda Parte/.
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