Editorial: Los reyes de España tienen que reunirse con José Daniel Ferrer Diario de Cuba 8 de noviembre de 2019
La agenda real no contemplaba encuentro con opositores, pero ahora han cambiado radicalmente las cosas. Felipe VI y Letizia no deberían comportarse como Lula da Silva.
José Daniel Ferrer, líder de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) en los últimos tiempos, sufre torturas en Cuba y está encarcelado sin juicio y bajo amenaza de muerte. Sus familiares llevaban más de un mes sin tener noticias de él, a pesar de las peticiones y reclamaciones que hicieran a las autoridades cubanas. Sin embargo, hace unas horas su esposa y varios de sus hijos han podido verlo por muy poco tiempo, y confirman las torturas y amenazas que sufre.
Él les anunció que comienza una huelga de hambre contra sus carceleros. Nada se ha sabido de los otros tres miembros de la UNPACU detenidos.
Los reyes de España viajan a La Habana el próximo lunes. Se ha discutido mucho acerca de lo oportuno de esta visita. La discusión llegó al debate entre los principales candidatos a la presidencia española celebrado el pasado lunes. El presidente en funciones Pedro Sánchez, candidato del Partido Socialista Español (PSOE) y quien ya visitó La Habana, respondió a los reproches de otros candidatos argumentando "vínculos con el pueblo cubano, no con el Gobierno cubano".
Como bien sabe Sánchez, las autoridades de la Isla no representan al pueblo, sino que lo sojuzgan. Torturan y amenazan con tal de seguir en el poder. Ya había sido avisado que los visitantes no contemplan en su agenda habanera ningún encuentro con la oposición. Y, si este hecho resultaba lamentable ya, ante las últimas noticias llegadas de Cuba resulta un escándalo.
En febrero de 2010, de visita en La Habana, el presidente brasileño Lula da Silva se burló ante las cámaras de la muerte en prisión de Orlando Zapata Tamayo. Se les vio a él y a su compinche Raúl Castro quitándole importancia a esa muerte. No importa que días después, en un intento de rectificación, dijera lamentar aquel fallecimiento.
Felipe VI y Letizia no pueden hacer gala de una complicidad semejante a la de Lula da Silva, no importa que este caso no llegue a la muerte o que ningún periodista alcance a preguntarles sobre él.
Del mismo modo que es imprescindible la acción de todas las organizaciones internacionales, los reyes de España deberían estar obligados, de persistir en sus planes de viaje, a interceder por Ferrer y los otros detenidos de la UNPACU. Y no solamente a interceder, sino a pedir encontrarse con ellos. Tendrían que hacerlo en nombre de los vínculos con el pueblo de Cuba a los que remitía Pedro Sánchez.
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