Corte de Inmigración podría suspender deportación de Ramón Saúl Sanchez Por DANIEL CASTROPÉ Diario Las Américas 16 de septiembre de 2019
Ramon Saul Sanchez junto a activistas de Venezuela y Nicaragua
Willy Allen, abogado del activista cubano Ramón Saúl Sánchez, decidió someter el caso a un juez de Inmigración que podría darle a su cliente la residencia permanente o un asilo político
MIAMI.- La eventual deportación del activista Ramón Saúl Sánchez a Cuba, tras la reciente resolución del Servicio de Inmigración y Ciudadanía de Estados Unidos (USCIS), que negó una apelación a su solicitud de residencia permanente, podría ser finalmente anulada luego de que su abogado decidiera llevar el sonado caso ante una corte de Inmigración.
Willy Allen, representante legal de Sánchez, dijo a DIARIO LAS AMÉRICAS que en vista de que ya no es posible presentar nuevas apelaciones frente a USCIS, después de la denegación del segundo y último recurso de reconsideración, “hemos decidido recurrir a un juez de Inmigración, que tiene facultades más amplias para garantizar la presencia legal de Ramón Saúl [Sánchez] en este país”.
El jueves 12 de septiembre, el opositor cubano recibió una notificación en la que se le informaba de la determinación adoptada respecto a su petición de residencia permanente en EEUU, con lo que Sánchez quedó nuevamente expuesto, en menos de dos meses, a la probabilidad de ser deportado a Cuba o a un tercer país.
Según el letrado, el proceso a través de una corte de Inmigración del Departamento de Justicia podría conducir a Sánchez no solo a obtener un asilo político, que es la intención inicial, sino también a que reciba su residencia permanente. También que sea cancelada una deportación en su contra o que el juez determine darle otro tipo de protección.
Con esta nueva maniobra legal de Allen, el reconocido contradictor del régimen cubano en el exilio tendría que comparecer ante el juez que sea asignado el próximo año, aunque el jurista no descarta que sea incluso en el 2021 “porque las cortes están funcionando a un nivel sumamente lento por tantos procesos que se encuentran represados”.
USCIS una vez más tomó en cuenta los “antecedentes” de Sánchez, por su lucha anticastrista, para denegar la segunda apelación. El opositor estuvo siete años en prisión por negarse a testificar en contra de otros exiliados cubanos en casos relacionados con actividades cuyo propósito era lograr la caída del régimen que impera en la isla caribeña desde hace 60 años.
Mientras tanto, de acuerdo con el abogado, Sánchez podrá continuar en Estados Unidos con un permiso de trabajo y derecho a portar una licencia de conducir. “Aquí no puede haber una deportación hasta que no vayamos a la corte para no seguir perdiendo el tiempo con USCIS”, afirmó.
Sánchez tuvo la oportunidad de solicitar la residencia permanente bajo la Ley de Ajuste Cubano cuando llegó a Estados Unidos en 1967, pero se abstuvo de hacerlo tras considerar que con eso “traicionaría la causa cubana” si cambiaba su ciudadanía de la isla por la estadounidense.
Persiste el temor
Por su parte, el opositor cubano Ramón Saúl Sánchez dijo a este medio que a pesar del nuevo paso dado por su abogado y de las “esperanzas” que se “reviven” para mantenerse en EEUU, “no podemos cantar victoria” porque “sigue latente la posibilidad de una deportación a Cuba, y allá me espera o que me fusilen o que me encarcelen para toda la vida”.
Acorde con Sánchez, las expectativas de su abogado son muy optimistas. “Yo también estoy muy positivo, pero no puedo descartar que a algún oficial de Inmigración se le dé por mandarme de regreso a Cuba o a un tercer país, y que luego el régimen chantajee para que desde ese país me envíen a la isla”, explicó.
“Hay cubanos que han salido de la isla con un probado trabajo en contra del régimen y con el peligro de ser encarcelados, que han sido repatriados a Cuba por jueces de Inmigración de Estados Unidos. Esto también podría pasarme a mí porque el régimen siempre ha querido neutralizar mi lucha por la libertad cubana”, señaló.
Sánchez agregó que se siente respaldado por la clase política del sur de la Florida que se ha interesado por su caso y destacó la preocupación del senador cubanoamericano Marco Rubio, quien habría solicitado la intervención de la Casa Blanca para remediar la situación migratoria del activista.
Anotó además que todavía tiene un permiso de trabajo y una licencia de conducir hasta abril de 2020. Además, se mantiene sin problema alguno prestando sus servicios en una compañía “que me ha respaldado desde hace 22 años”, en labores de mantenimiento de edificios para personas de bajos recursos.
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