LIBERTAD PARA SOSA Y AROCENA..!! Por Manolo Pozo.
Dos presos de la causa cubana necesitan de cada cosa que podamos hacer por ellos. Creo que sí se ha hecho todo dentro de nuestras posibilidades. Unos más que otros; pero en estos complicados casos, en uno de ellos aparece Estados Unidos y sus leyes como culpable de una inhumana decisión.
En una cárcel de Estados Unidos, a cientos de millas de distancia de donde viven su esposa e hijos, en Miami, hace 36 años se encuentra el cubano Eduardo Arocena, condenado, por motivos relacionados con aquella lucha de los cubanos anticastristas, por la libertad de Cuba, su patria. Es Eduardo Arocena, quizás el preso político más antiguo en el mundo en estos momento. Obama terminó sus 8 años y todo siguió igual para el prisionero anticastrista.
Personalmente nunca esperé que el "del cambio" hiciera nada por Arocena, sobre todo cuando manifestó su acercamiemto al castrismo y todo lo que que vino después; de los enemigos nunca espero nada. Sin embargo Obama perdonó a más de un millar de condenados durante sus dos mandatos consecutivos. Dos de los últimos perdonados fueron el independentista Oscar López Rivera, encarcelado por actividades terroristas en EE.UU., y Chelsea Mannig, la exmilitar que fue condenada por filtrar documentos secretos de EE.UU, a Wikileaks.
Ahora ya llevamos dos años con un amigo en el poder. Alquien que se ha acercado a organizaciones del exilio. Donald Trump empezó bien. Lo vimos en Miami en el Artime. Una y otra vez con la Brigada 2506. Compartiendo como ninguno con lo mejor de lo nuestros luchadores, en apoyos compartidos.
Es ahora o nunca, Arocena debe ser liberado en esta administración, no hay excusas, no admitiría evasivas para que eso no suceda. Su esposa Miriam esperaba un indulto durante la administración de Bush, y nada. Con Hussein Obama no creo que lo haya esperado, pero estoy casi seguro que sus ilusiones hoy son más grande que nunca. Y debe suceder...Podemos escribir miles de e-mail, cartas y textos en facebook, esta bien, pero son nuestros políticos y los de nuestra comunidad que más se le acerquen al presidente los que pueden hacerle llegar esa petición como algo muy preciado que nos puede dar a los cubanos en éste su primer témino. Arocena no tiene mucho tiempo.
Sosita: Armando Sosa Fortuny ha cumplido los 76 años de edad en la cárcel conocida como Kilo 9, en la provincia de Camagüey. Hace 24 años que está preso. Fue sancionado el 25 de abril de 1996 a 30 años de prisión por las acusaciones de "infiltración", "entrada ilegal a Cuba" y "otros actos contra la Seguridad del Estado". Es un hombre de otro tiempo, del tiempo en el que la lucha armada era la única vía para derrocar a la dictadura. Lo ha pagado más caro que nadie, porque es el único que aún se mantiene dentro de las cárceles del castrismo.
No es esta la primera causa por la que cumple prisión Sosa Fortuny. En el año 60 fue juzgado bajo cargos similares, por haber ido con 25 hombres a combatir en las montañas contra la recién establecida dictadura. Muchos de los condenados en aquella ocasión fueron fusilados inmediatamente. De la primera causa fue liberado en el 1978, como parte de un indulto que benefició a más de tres mil presos políticos, conseguido por la presión internacional ante las violaciones de los derechos humanos en Cuba. Solo estuvo 15 años en libertad en los Estados Unidos, de donde regresó el 15 de octubre de 1994, decidido según sus palabras a "crear un Frente Oriental para derrocar la tiranía". Pero la noche del desembarco, uno de los integrantes del grupo de infiltración realizó un disparo que costó la vida al secretario del Partido de la provincia de Villa Clara, y se armó un tiroteo en el que él y algunos de sus compañeros resultaron heridos.
Ahí tienen dos perfiles de los cubanos más antiguos del presidio poítico en estos momentos, uno (Arocena) esperanzado con lo que nuestro actual presidente y otros esfuerzos consigan. Y el otro (Fortuny) desafortunadamente preso en una cárcel dentro del infierno castrista, enfermo de diabetes, con la alimentación que conocemos y sujeto a las leyes más violadas del mundo, sin nadie a quien remitirnos para pedir por su libertad...Qué Dios haga lo suyo.
montero_manolo@ymail.com
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